Negotiators Strike a Climate Deal, but World Remains Far From Limiting Warming

Cita: 

Plumer, Brad y Lisa Friedman [2021], "Negotiators Strike a Climate Deal, but World Remains Far From Limiting Warming", The New York Times, New York, 13 de noviembre, https://www.nytimes.com/2021/11/13/climate/cop26-glasgow-climate-agreeme...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Sábado, Noviembre 13, 2021
Tema: 
Las lejanas promesas de Glasgow para enfrentar al cambio climático
Idea principal: 

Brad Plumer es un reportero climático que se especializa en políticas y esfuerzos tecnológicos para reducir las emisiones de dióxido de carbono.

Lisa Friedman es reportera en la sección climática y se enfoca en la política climática y ambiental en Washington.


En la cumbre climática en Glasgow de 2021, diplomáticos de casi 200 países llegaron el sábado a un acuerdo importante destinado a intensificar los esfuerzos globales para combatir el cambio climático.

Este acuerdo no resolverá por sí solo el calentamiento global; además, su éxito o fracaso dependerá de si los líderes mundiales producen nuevas políticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Lo que este acuerdo dejó claro es que hay un consenso de que todos los países deben hacer mucho más y de inmediato para evitar un aumento de la temperatura global.

Respecto a los negociadores climáticos, se destaca que John Kerry (el enviado climático de Estados Unidos), ingresó a la sala plenaria de la cumbre a lado de Xie Zhenhua (el principal negociador climático de China).

El acuerdo pretende enviar un mensaje a las juntas corporativas de todo el mundo sobre la inevitabilidad de una acción más ambiciosa sobre el cambio climático. Lo anterior podría empoderar a los grupos de la sociedad civil y a los legisladores que trabajan para alejar a los países de la quema de petróleo, gas y carbón.

Sin embargo, el acuerdo es criticado debido a que se queda corto en un contexto donde se dan olas de calor mortal en Canadá, inundaciones en Alemania y Nueva York e incendios forestales en Siberia, etc.

Los negociadores climáticos llamaron la atención sobre la eliminación de la energía del carbón y los subsidios gubernamentales para el petróleo y el gas. Esta fue la primera vez que los combustibles fósiles se mencionan explícitamente en un acuerdo climático global, aunque son la causa principal del calentamiento global.

Uno de los objetivos más importantes es evitar que la Tierra se caliente más de 1.5 grados centígrados en relación con los niveles preindustriales. Si la temperatura rebasa 1.5 grados crece enormemente el riesgo de olas de calor mortales, tormentas destructivas, escasez de agua y colapso del ecosistema.

Según analistas de Climate Action Tracker, los planes detallados que los gobiernos han hecho para frenar las emisiones de combustibles fósiles y la deforestación entre 2021 y 2030 pondrían al mundo en camino de calentarse en aproximadamente 2.4 grados centígrados este siglo.

Una de las cosas más destacadas de la cumbre de Glasgow es la necesidad de presionar a los países para que hagan más: con el Acuerdo de París en 2015, los gobiernos no estaban programados formalmente para regresar con nuevas promesas climáticas hasta 2025.

El nuevo acuerdo de Glasgow solicita a los países que regresen en 2022 con compromisos más fuertes para reducir las emisiones hacia 2030. Aunque el acuerdo establece claramente que, en promedio, todas las naciones deberán reducir sus emisiones de dióxido de carbono casi a la mitad esta década, mantener la temperatura por debajo de 1.5 grados centígrados deja sin resolver la cuestión de cómo será la distribución de la carga de esos recortes entre las naciones.

Estos objetivos son difíciles de lograr ya que no hay sanciones o penas si no lo hacen. Antes de Glasgow, algunos países como Estados Unidos y los de Unión Europea intensificaron sus compromisos climáticos en virtud del Acuerdo de París. Sin embargo, otros como Australia, China, Brasil y Rusia, apenas mejoraron sus planes a corto plazo.

Por otra parte, hace una década, las economías más ricas del mundo se comprometieron a movilizar 100 000 millones de dólares por año en financiamiento climático para los países más pobres para 2020. Pero aún se quedan cortos por decenas de miles de millones de dólares por año (ver Dato crucial 1).

El nuevo acuerdo trata de llenar algunos de esos vacíos: hace el llamado a los países del Norte global para duplicar la financiación para la adaptación en 2025. También establece un proceso para determinar una meta colectiva de financiación a largo plazo.

Países vulnerables como Bangladesh también pidieron una nueva fuente de financiación para ayudar a los países a recuperarse de los desastres climáticos a los que no pueden adaptarse. Quienes deben de contribuir a estos esfuerzos son países como Estados Unidos y Unión Europea (históricamente responsables de la mayoría de los gases de efecto invernadero adicionales que ahora calientan la atmósfera).

En la cumbre también se comunicó un importante acuerdo sobre cómo regular el mercado mundial de las compensaciones de carbono; con este mecanismo, una empresa o país compensa sus propias emisiones pagando a otra entidad para que reduzca las suyas.

Sin embargo, existe una problemática: ¿cómo contabilizar adecuadamente estos intercambios mundiales para que las reducciones en las emisiones no se sobreestimen?

Al margen de las conversaciones, grupos de países anunciaron iniciativas que emprenden por su cuenta (ver Dato crucial 2). Pero se destaca que esas promesas son voluntarias y no incluyen a los principales emisores como China o Rusia.

Además de eso, la mayoría de las principales economías ahora se han comprometido a alcanzar cero emisiones netas en una fecha determinada, esencialmente una promesa de dejar de agregar gases de efecto invernadero a la atmósfera (ver Dato crucial 3).

Climate Action Tracker estimó que el mundo posiblemente podría limitar el calentamiento global a 1.8 grados centígrados para 2100, aunque la mayoría de los países no han implementado políticas para lograrlo.

Cálculos como ese persuadieron a muchos políticos y ecologistas de que el sueño de limitar el calentamiento global a 1.5 grados aún podría estar al alcance, a condición de presionar a los gobiernos para que cumplan sus promesas.

Datos cruciales: 

1. Algunos países africanos están gastando hasta 9% de su PIB en adaptación, y solo 20% se dedica a sus necesidades.

2. Más de 100 países acordaron reducir las emisiones de metano; 130 países prometieron detener la deforestación para 2030 y comprometer miles de millones de dólares para el esfuerzo. Docenas de otros países se comprometieron a eliminar gradualmente sus plantas de carbón y las ventas de vehículos a gasolina en las próximas décadas.

3. Estados Unidos y Unión Europea señalaron que alcanzarán el cero neto de emisiones en 2050; China para 2060. En Glasgow, India apuntó que alcanzaría el cero neto para 2070.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Mientras se hacen esfuerzos institucionales para combatir el cambio climático, no se presentan alternativas globales que alcancen los objetivos que eviten una futura catástrofe planetaria. Lo anterior no se puede interpretar sin pensar la destrucción del ambiente provocada por la actividad productiva y de consumo mundiales.