El miedo a la pandemia cede paso a la fiebre por los refugios antibombas

Cita: 

Horowitz, Jason [2022], "El miedo a la pandemia cede paso a la fiebre por los refugios antibombas", The New York Times, New York, 17 de marzo, https://www.nytimes.com/es/2022/03/17/espanol/europa-guerra-bunker-nucle...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Jueves, Marzo 17, 2022
Tema: 
La guerra en Ucrania revive el temor a la guerra nuclear
Idea principal: 

Jason Horowitz es el jefe de la oficina de Roma de The Times, que cubre Italia, el Vaticano, Grecia y otras partes del sur de Europa.


En Italia, los trabajadores de un almacén se preparan para un ataque nuclear, sus efectos radioactivos y el fin del mundo como lo conocemos ahora.

Por otra parte, Giulio Cavicchioli es dueño de la empresa Minus Energie y pasó de producir 50 búnkeres en los últimos 22 años a atender 500 solicitudes en las últimas dos semanas, debido a que existe “una fiebre de construcción de búnkeres” ocasionada por el temor a la guerra nuclear.

Desde que Vladimir Putin inició su guerra en Ucrania el temor a la guerra total en Europa se acrecenta. Europa ya ha pasado dos años en alerta máxima por la pandemia de COVID-19, pero ahora la manifestación del miedo se observa en la demanda de los búnkeres, las pastillas de yodo y las alarmas de ataques aéreos en caso de guerra nuclear.

Los países cercanos a Rusia, como Finlandia, prueban sus alarmas. Según Petri Toivonen, secretario general del Secretariado del Comité de Seguridad de Finlandia, ese país cuenta con una “larga tradición de preparación”. Finlandia tiene la capacidad de colocar a 4 millones de personas en cerca de 50 mil refugios.

En Suecia, tras la anexión de Crimea por parte de Rusia, fue activada la estrategia de “defensa total” que se había relajado desde la caída de Unión Soviética. La Agencia de Contingencia Civil de Suecia prueba las alarmas para ataques aéreos y difunde un folleto de prevención al estilo de la Guerra Fría.

Mathieu Séranne es fundador de Artemis Protection, una empresa francesa que produce búnkeres de lujo prefabricados. Séranne mencionó que había recibido cerca de 300 solicitudes de información y que estaba vendiendo refugios reducidos.

Séranne también señaló que Francia estaba muy por detrás de Suiza, en cuanto a preparación: Suiza aprobó en la década de 1960 una legislación que exigía la instalación de refugios nucleares en los edificios residenciales. En ese país, también hay más de 350 000 búnkeres comunales, que podrían proteger a toda la población.

En Reino Unido, los aproximadamente 650 búnkeres en uso después de la Segunda Guerra Mundial ya no están operativos, algunos eran atracciones turísticas y al menos uno se utiliza ahora como bodega de vinos finos.

Por otro lado, la gente busca también la protección de las pastillas de yodo, las cuales podrían absorber la radiación y ayudar a prevenir el cáncer causado por la exposición a ésta.

En Bélgica aumenta la demanda de las pastillas de yodo: las farmacias del país distribuyeron más de 30 000 cajas. Esta demanda también ha crecido en los Países Bajos y Finlandia. Mientras, las vitaminas a base de yodo han sido vendidas exitosamente en Italia. Es preciso decir que las pastillas de yodo solo sirven hasta cierto punto.

La información para la población civil sobre cómo sobrevivir, podría contribuir a que las personas se protegan por sí mismas detrás de muros de piedra para obstruir la radiación o evitar beber agua contaminada.

Otra amenaza alarmante tiene que ver no con la guerra nuclear, sino con las denuncias de Rusia relacionadas con las armas químicas y biológicas en la guerra de Ucrania. Se puede recordar que Putin ha utilizado con anterioridad un gas nervioso mortal de uso militar en Salisbury, Inglaterra. Este es otro riesgo latente.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Esta nota pone de manifiesto las expresiones de temor en el contexto de la guerra de Ucrania y cómo afecta a las personas que viven en países aledaños a Rusia. Esto ilustra la sociedad del riesgo, donde las consecuencias de las catástrofes de la actualidad tienen consecuencias globales, ya sea una guerra, la guerra comercial, el cambio climático o las pandemias.