Juan Carlos G. Partida es periodista y corresponsal del periódico La Jornada.

De acuerdo con estudios realizados por investigadores del Centro Universitario de Tonalá (CU Tonalá) de la Universidad de Guadalajara, el río Santiago se encuentra contaminado por sustancias tóxicas para las personas, flora y fauna. Se detectaron desde su nacimiento en el lago de Chapala y en su paso por el área metropolitana de El Salto y Juanacatlán. Se determinó la presencia de cadmio que provoca problemas renales, ácido sulfhídrico que provoca problemas respiratorios y bacterias que provocan problemas gastrointestinales.

En un estudio que los académicos del CU Tonalá realizaron en el periodo 2020-2021, les dieron de beber a ratones agua de diferentes tramos del río, después de seis meses se realizaron los cortes histopatológicos donde se encontraron alteraciones en las células renales.

Recibe descargas de contaminantes industriales

El río Santiago recibe las descargas de aguas contaminantes industriales y aguas residuales urbanas. En este sentido, debido al tipo de empresas que se encuentran en la zona, se infiere la presencia de contaminantes emergentes como fármacos, nanoplásticos y plaguicidas que aún no son monitoreados. Estos hechos provocan una “crisis hídrica” y graves repercusiones a la salud pública, sin embargo, el gobierno no ha evitado las constantes descargas (dato crucial 1).

Finalmente, Belkis Sulbarán Rangel, investigadora del CU Tonalá, mencionó que se está llevando a cabo un proyecto de creación de filtros a partir de las fibras del agave para para tratar de limpiar el cauce del río.