Una ventana a la gran escasez

Cita: 

Cúneo, Martín [2021], "Una ventana a la gran escasez", El Salto, Barcelona, 19 de diciembre, https://www.elsaltodiario.com/decrecimiento/crisis-suministro-materias-p...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Domingo, Diciembre 19, 2021
Tema: 
Consecuencias del consumo exponencial de recursos naturales
Idea principal: 

Martín Cúneo es periodista y miembro del periódico Diagonal. Coordinó la sección Global, encargada entre otros temas de la información sobre América Latina, desde la fundación del periódico en 2005 hasta 2010.


Los llamados mitos de la escasez se convirtieron en una realidad a partir de la pandemia. Un año después del intenso confinamiento que se vivió a nivel mundial, la escasez y los problemas de suministro no sólo no se han resuelto sino que se han agravado. Los precios de la energía se han elevado tanto que han impactado fuertemente en la economía mundial, generando tasas de inflación que no se habían visto en mucho tiempo. Además, hay un desajuste entre la oferta y la demanda que se agrava por las tensiones geoestratégicas con China, Rusia y Argelia, por ejemplo.

Aunado a la crisis energética, existe una falta de materias primas indispensables para el funcionamiento de la economía, como el magnesio, el papel o el acero, que preocupa aún más. Las fallas en la economía global se deben a un problema estructural, en particular a una crisis energética que ya venía gestándose y va para largo.

El efecto más directo de la pandemia ha sido la aceleración de la desinversión por parte de las petroleras que ha precipitado hacia el vacío el sistema económico mundial. Este proceso se ha popularizado como “la gran escasez”, eso no quiere decir que de un día para otro ya no habrán recursos, sino que cada vez habrá menos y tendremos que adaptarnos a esta continua disminución.

La gran crisis de escasez de recursos se hibrida con otras grandes crisis que atraviesan al planeta: el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Todas ellas provocadas de alguna u otra manera por el consumo exponencial y el avance de la actividad humana industrial sobre los ecosistemas naturales.

El debate se complejiza porque al hablar de las causas de las crisis se señala un problema estructural que contraviene la idea del crecimiento económico. Por lo que al señalar al capitalismo como la génesis del problema se pone en riesgo la fortuna de muchas personas de la élite que no están dispuestas a perder ni un solo peso.

Se ha llegado al máximo de extracción de petróleo, carbón, uranio y gas, es decir de las cuatro materias primas no renovables que sostienen 90% de toda la energía primaria que se consume en el mundo, lo cual no tiene punto de retorno y sólo puede agravarse más. Ni siquiera la revolución de las energías renovables podría salvar la situación, ya que su producción choca igualmente con los límites materiales del planeta y sólo podría reemplazar una parte muy mínima de la energía fósil que actualmente se utiliza.

Lo único seguro es que el decrecimiento de recursos naturales es inevitable, sin embargo la forma en la que los gobiernos y la ciudadanía enfrenten este proceso determinará las condiciones de la misma, no tiene por qué ser completamente catastrófico este desenlace. Antonio Turiel, autor del libro Petrocalípsis concibe al capitalismo con la adolescencia de la humanidad, por lo que propone madurar y llegar a una situación de equilibrio con la naturaleza.

Datos cruciales: 

1. La industria tecnológica prevé problemas en el suministro de chips hasta 2023 y el cierre de las fábricas de fertilizantes compromete las cosechas de 2022.

2. Alicia Valero, investigadora de la Universidad de Zaragoza, señala que en los últimos 20 años se ha extraído tanto cobre como en toda la historia de la humanidad. El cual es el caso de todos y cada uno de los elementos clave de la economía mundial.

3. En las próximas décadas habrá problemas de suministro de cromo, germanio, estaño, cobalto, níquel, litio, cadmio, galio, indio, plata, platino, selenio, telurio, titanio, zinc o de los 17 elementos de las tierras raras. Los cuales, son la base de aquellas tecnologías de la revolución digital y verde como las baterías de los teléfonos móviles, los coches eléctricos, las pantallas táctiles, los paneles fotovoltaicos, las lámparas led y los semiconductores.

4. En 1998, los geólogos Colin Campbell y Jean Laherrere en un artículo publicado en la revista Scientific American, justificaban con datos de la industria que el petróleo convencional, aquel que es más fácil de extraer, con mayores rendimientos energéticos, se estaba agotando a toda velocidad. Al mismo tiempo, el crudo que quedaba por explotar, el petróleo no convencional, el que está bajo el mar, mezclado en arenas bituminosas o que se debe extraer mediante la contaminante inyección hidráulica o fracking, sería tan caro de extraer que tarde o temprano habría problemas de suministro.

5. En 2005, se alcanzó el pico del petróleo convencional o, dicho de otra manera, en 2006 la humanidad comenzó a consumir la segunda mitad de las reservas mundiales del mejor petróleo.

6. Entre 1998 y 2014, las petroleras multiplicaron por tres sus inversiones para buscar nuevos yacimientos, pero obtuvieron un “magro resultado”: la producción sólo creció un 26% en el mismo periodo.

7. Según Oxfam, el 1% de la población mundial es responsable del 16% de las emisiones globales.

Trabajo de Fuentes: 

Turiel, Antonio [2020], Petrocalípsis, Alfabeto

Valero, Alicia [2021], Thanatia, los límites minerales del planeta, Icaria.

Campbell, Colin y Jean Laherrere [1998], Scientific American, 278(3): 78-83, marzo, https://www.jstor.org/stable/26057708

Nexo con el tema que estudiamos: 

Las proyecciones del desarrollo de la vida humana son cada vez más desalentadoras puesto que vemos que las crisis que vivimos se exacerban con otras crisis que crecen a la par como la escasez, el cambio climático y las disputas geopolíticas. Las amenazas a la vida humana y no humana se agravan en la medida que los responsables de esta devastación ignoran la causa del problema, la cual es el crecimiento económico infinito, la acumulación de ganancias y el consumo exponencial. Si bien ya es imposible revertir la degradación del planeta, todavía hay un abanico de posibilidades en la forma en que los gobiernos y la sociedad enfrenten el problema. Estas pueden ser muchas si se piensa fuera y lejos del capitalismo.