Greener than thou. California wants to lead the world on climate policy

Cita: 

The Economist [2022], "Greener than thou. California wants to lead the world on climate policy", The Economist, London, 23 de abril, https://www.economist.com/united-states/california-wants-to-lead-the-wor...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Abril 23, 2022
Tema: 
California es pionera en la regulación ambiental, cuenta con sus propias normas de emisiones.
Idea principal: 

Debido a la crisis energética producto del conflicto en Ucrania, el Departamento del Interior de Estados Unidos reanudará la venta de nuevos contratos para perforación para obtener petróleo y gas, invalidando el discurso de Biden de poner fin a esta práctica. Sin embargo, el presidente argumenta que para lograr la independencia energética el país debe abandonar los combustibles fósiles.

A pesar de que en California el precio del galón de gasolina es considerablemente más caro que en el resto del país, se proclama como el estado más ecológico de Estados Unidos. Según su gobernador, California no tiene rival respecto a las políticas climáticas y su propuesta de presupuesto anual incluye inversiones en la electrificación del transporte, refuerzo de las infraestructuras de transporte público y la protección de la población contra las sequías y los incendios (dato crucial 1).

Estas medidas devienen de décadas de ambiciosa política medioambiental por parte del estado. California destaca principalmente por su capacidad de establecer sus propias normas respecto a las emisiones de los vehículos, esto debido a que la expansión de la ciudad y su puerto contaminaron el aire en la década de 1940. En 1966 se promulgó la norma de límite de emisión de los escapes para tratar de controlar los niveles de smog. Esta norma es previa a las leyes federales ‘Ley de Calidad del Aire’ de 1967 y a la ‘Ley de Aire Limpio’ de 1970, por lo que California conservó la facultad de crear sus propias leyes más estrictas.

En este sentido, los demás estados puedes decidir si acatar las leyes federales de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) o las de California, 16 estados siguen las normas de California. La determinación del estado gira en torno a dos preocupaciones: la contaminación atmosférica local y la crisis climática global (dato crucial 2). La calidad del aire en Los Ángeles ha mejorado bastante en los últimos 40 años (dato crucial 3), a pesar de que en 2019 Trump revocó la exención de California argumentando que no debía establecer normas para otros estados. La EPA restableció la exención en marzo de 2022.

En 2006 California promulgó una ley que le obliga a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a los niveles de 1990 para 2020. En 2016 se alcanzó el objetivo y los legisladores exigieron que el estado redujera las emisiones hasta 40% por debajo de los niveles de 1990 para 2030. A pesar de que California sigue siendo el segundo estado con más emisiones totales, en 2016 solo Nueva York tenía menos emisiones por persona.

California es pionera en reducción de emisiones por varias razones, entre las que destacan el apoyo bipartidista en la acción climática. El exgobernador Arnold Schwarzenegger es de los pocos republicanos que creen en la necesidad de abordar el cambio climático. Asimismo, en una encuesta reciente, 68% de los californianos afirmó que los efectos del cambio climático ya se sienten, y casi tres cuartas partes dijeron que apoyaban el objetivo de 2030. Por otro lado, California cuenta con el dinero y la mano de obra necesarios para invertir en la mitigación y adaptación ante el cambio climático (dato crucial 4). Finalmente, los incendios, sequías y subidas del nivel del mar llevan años atormentando a los californianos.

Esto podría ser el cielo o el infierno

Existe bastante escepticismo respecto a si el estado es capaz de alcanzar sus objetivos climáticos. Por ejemplo, un informe de 2021 afirma que CARB (California Air Resources Board), la institución reguladora estatal de la contaminación del aire, no ha medido con precisión el éxito de sus programas de incentivos para los vehículos eléctricos, lo que le ha llevado a exagerar la reducción de emisiones. Asimismo, existen dificultades relacionadas con la necesidad de construir líneas de transmisión para importar energía eólica y solar. En este sentido, Diablo Canyon, la única central eléctrica del estado, deberá cerrar para 2025 a pesar de ser una fuente de energía limpia y confiable (dato crucial 5).

Por otro lado, los nimbys obstaculizan la lucha climática (dato crucial 6), los activistas han bloqueado proyectos de transporte público y nuevas viviendas, que suelen ser más densas y más eficientes energéticamente que los edificios antiguos y las casas unifamiliares. De igual forma, la necesidad de hacer frente al alza en los precios de la gasolina y la búsqueda de la descarbonización dejan entrever las contradicciones con las que se enfrenta el estado. El gobernador planeaba dar 400 dólares a los dueños de automóviles para ayudarlos con la inflación, sin embargo, esto deja fuera a los usuarios del transporte público que también sufren las consecuencias.

Los residentes de Kern, condado rico en petróleo, apoyan el fracking, sin embargo, la mayoría de los nuevos permisos han sido rechazados ya que California se esfuerza por reducir la producción de petróleo. En este sentido, los republicanos temen que la red de regulaciones del estado, los altos precios de la energía y los impuestos ambientales estén perjudicando la competitividad de California. En 2021, el coste de la electricidad en California era el tercero más alto de los estados y se prevé que las tarifas continúen subiendo (dato crucial 7).

Después de los años de negación de la crisis climática durante el mandato de Trump, los estados están impulsando la lucha. California es uno de los cuatro estados estadounidenses que ayudaron a fundar la Under2 Coalition, un grupo de gobiernos subnacionales comprometidos con el Acuerdo de París de 2015. Sin embargo, una coalición de voluntarios no es suficiente, es necesaria una acción conjunta con el gobierno federal (dato crucial 8). Mientras el Congreso no toma acción, CARB ha propuesto prohibir la venta de coches de gasolina para 2035, asimismo, se investiga qué se necesitaría para descarbonizar California para ese mismo año.

Datos cruciales: 

1. El gobernador de California planea invertir 22 mil 500 millones de dólares en la electrificación del transporte, refuerzo de las infraestructuras de transporte público y la protección de la población contra las sequías y los incendios.

2. El transporte representa 29% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos y el 41% en California.

3.

4. California es la quinta economía más grande del mundo. Mil 700 personas trabajan para California Air Resources Board (CARB, por sus siglas en inglés), el regulador estatal de la contaminación del aire.

5. Diablo Canyon suministra a California alrededor del 9% de su generación de electricidad y representa 15% de su producción de electricidad limpia.

6. California podría producir 112 gigavatios de energía eólica en alta mar, pero los nimbys temen que las turbinas arruinen la vista.

7.

8. La consultora Rhodium Group calcula que 60% de las emisiones proceden de estados sin objetivos climáticos.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Al ser Estados Unidos el segundo país más contaminante del mundo, lo que hagan sus estados respecto a políticas climáticas y reducción de emisiones es muy importante. Sin embargo, al ser California la quinta economía del mundo, parece bastante difícil creer que pueda hacer algo sustancial por el medio ambiente sin atentar contra sus intereses económicos. Parece ser que lo que busca el estado es expandir las fronteras del capital mediante la innovación tecnológica "verde".