El espionaje corporativo ya no se limita a la industria de la defensa o la farmacéutica, ahora es un riesgo general para todas las empresas. Un ejemplo es el caso de Appian, una empresa de Virginia que demandó a Pegasystems de Masachusetts por 2 000 millones de dólares y ganó. La demanda era por los daños producto del espionaje de Pegasystems a la empresa Appian.

El crecimiento de la economía intangible y el perfeccionamiento de los procesos de robo de información por parte de piratas tecnológicos son dos factores que explican el creciente espionaje comercial. Además, se ha vuelto más difícil conseguir patentes por lo que las empresas dependen más de sus secretos comerciales.

La creciente digitalización de la información y los saltos constantes de empleados entre empresas hacen más difícil mantener segura la información (dato crucial 1).

Aunque la legislación complicó la obtención de patentes al rechazar muchos casos de métodos comerciales e ideas abstractas. También se fortaleció en la protección a secretos comerciales con la Ley de Defensa de Secretos Comerciales aprobada en 2016.

El problema es que las empresas a menudo administran mal sus secretos comerciales o no los documentan debidamente lo que les puede hacer perder un caso si tienen que ir a juicio. Esta necesidad de proteger los secretos industriales ha creado una nueva industria enfocada a dar consultoría sobre el manejo de la propiedad intelectual. Los abogados de patentes también están de moda, el problema es que muchos no conocen bien cómo funcionan los secretos comerciales y se centran en los juicios y no en las medidas preventivas.

Compromisos corporativos
China es reconocida como líder mundial en robo de propiedad intelectual, cosa que impulsó a Taiwan a crear una ley que castiga con hasta 12 años de cárcel a personas que lleven información de tecnologías centrales a entidades externas. El Departamento de Justicia de Estados Unidos también señala que en cuatro de cada cinco casos de espionaje comercial China sería uno de los principales beneficiados del espionaje.

Para prevenir el espionaje no basta con reforzar los sistemas de seguridad ya que hay formas alternas de filtración, como el caso de agentes de Procter & Gamble que fueron sorprendidos buscando en la basura de sus competidores para encontrar información. También están las filtraciones con fotografías de celulares pero estas son más difíciles de detectar y prevenir por el uso cotidiano del celular entre los empleados.

También hay puntos confusos donde no queda claro si es ético y legal vigilar la actividad de una empresa, por ejemplo los fondos de inversión vigilan la actividad de las empresas para decidir si compran o venden sus acciones.

Los factores que impulsan el espionaje están lejos de disminuir, la movilidad de los empleados está cerca del máximo histórico, las estrategias de las empresas son cada vez más agresivas y el escenario geopolítico se está volviendo más hostil.