China in Africa. The Chinese-African relationship is important to both sides, but also unbalanced.

Cita: 

The Economist [2022], "China in Africa. The Chinese-African relationship is important to both sides, but also unbalanced", The Economist, London, 28 de mayo, https://www.economist.com/special-report/2022/05/20/the-chinese-african-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Mayo 28, 2022
Tema: 
Relación China-África
Idea principal: 

Tener en cuenta la relación entre China y el continente africano es esencial para comprender al continente y las ambiciones globales de Xi Jinping. El país asiático es el mayor socio comercial del continente africano. China también es acreedor y una importante fuente de inversión en infraestructura.

Por su parte, las empresas chinas representan aproximadamente una octava parte de la producción industrial del continente. China contribuye al desarrollo de infraestructura digital que resulta fundamental para las plataformas de comunicación de la población de los distintos países de África. Respecto a los lazos políticos, militares y de seguridad, éstos se vuelven cada vez más estrechos.

Según The Economist esta relación tiene tres fases:

1. Durante la Guerra Fría, China proporcionó ayuda y construyó algunos edificios ferroviarios o parlamentarios. En esta fase, el eje principal de su relación era político: China consideró a los países africanos recién independizados como aliados potenciales.

2. A partir de 1990, la relación estuvo predominantemente definida por la economía. China importó petróleo y metales del continente; los excedentes de dinero y de manufactura fueron introducidos de regreso a África. China les brindó una infraestructura útil a los países del continente: más de la mitad de los proyectos de desarrollo de China estaban en África.

3. Esta fase, según Daniel Large de la Universidad de Europa Central, es “una nueva era [que] ha surgido bajo el mando de Xi (…) él ha estado rehaciendo las relaciones africanas de China a su propia imagen”.

Aunque los lazos económicos aún cuentan, los préstamos de China a África se han reducido desde 2016. El país asiático construye menos megaproyectos y, en su lugar, pone más énfasis en el comercio y la inversión. Asimismo, la actitud de China hacia África es parte de la política exterior asertiva de Xi Jinping.

Ante esta relación, es claro que occidente estaría al tanto. Hillary Clinton habló de un “nuevo colonialismo”. Mike Pompeo habló de las “promesas vacías” de China. La Unión Europea (UE) ha lanzado la Global Gateway, un plan como el Build Back Better propuesto por la administración de Biden.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, dice que a diferencia de China, la UE quiere crear “vínculos y no dependencias”. Sin embargo, estos esfuerzos tienen fallas. El plan de la UE, la Global Gateway, carece de detalles.

La falla más grande de estas propuestas es conceptual. Éstas simplifican el papel de China al considerar al país como una "gigantesca empresa constructora", o exageran atribuyéndole más relevancia de la verdadera.

En este sentido, la tendencia es ver los eventos en África como parte de un juego de gran poder. Según el artículo, algunas actividades de China despiertan una justificada preocupación (como la construcción de bases militares o el monopolio en la extracción de cobalto); pero otras no (como la construcción de aeropuertos y la venta de teléfonos móviles).

Respecto a la opinión pública, la mayoría de los africanos tiene una opinión positiva respecto a China. Las encuestas en siete países africanos realizadas en abril de 2022 por The Economist encontraron un resultado similar. Eso indica que en los encuestados señalaron que China tenía una influencia más positiva que negativa.

Aunque la combinación de crédito y construcción ha impulsado el crecimiento, también ha fomentado la corrupción y, a menudo, apuntalado las autocracias en países africanos. Además, algunas empresas chinas maltratan a los trabajadores africanos y dañan los ecosistemas.

El artículo acusa a China de intentar cooptar al sur global y éste argumenta que el país asiático es eficaz en el hardware (infraestructura, comercio, telecomunicaciones), pero tiene una percepción "maligna" en el software (las instituciones políticas): según la encuesta de The Economist, sólo dos países (Etiopía y Tanzania) consideraron a China más favorablemente que a Estados Unidos. Así, el artículo concluye que las poblaciones africanas aprecian el rol económico de China, pero "prefieren la democracia y la libertad al autoritarismo".

Datos cruciales: 

1. En 1971, cuando la Organización de las Naciones Unidas votó a favor de que China tomara el lugar de Taiwán, 26 países africanos apoyaron a China.

2. África y China tienen 1 400 millones de habitantes, pero China es un estado de partido único, disciplinado y con una economía que representa casi 20% de la producción mundial. África es un continente de 54 países y su economía representa solo 3% de la del mundo.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Las relaciones entre China con varios países africanos, ha originado una competencia mundial y una disputa entre China y los países de occidente, que ven con malos ojos a las acciones chinas. Este informe busca aclarar las “verdaderas intenciones” que tiene China en el continente africano, dejando de lado la desinformación y remarcar lo que en verdad importa: el crecimiento en África.