Reinventing globalisation. The tricky restructuring of global supply chains

Cita: 

The Economist [2022], "Reinventing globalisation. The tricky restructuring of global supply chains", The Economist, London, 18 de junio, https://www.economist.com/leaders/2022/06/16/the-tricky-restructuring-of...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Junio 18, 2022
Tema: 
Nueva etapa de la globalización: más segura, menos eficiente
Idea principal: 
El semanario inglés le da un giro a su noción de slowbalisation planteada desde 2018 para describir el estado frágil al que había llegado el comercio internacional tras la apertura comercial de los años 1990s y 2000s, cuando el ritmo de la integración económica se desaceleró en la segunda década del siglo XXI, después de una serie de acontecimientos negativos: la crisis financiera, revueltas populistas contra el libre comercio y una guerra comercial impulsada por Donald Trump. Con el estancamiento del flujo de bienes y capital se modificó el enfoque toyotista de justo-a-tiempo por el espera-y-observa como estrategia frente a un entorno más incierto. Sin embargo, ahora con la pandemia y la guerra en Ucrania, no cabe duda que las cadenas de suministro están sufriendo una transformación global.

Este nuevo tipo de globalización del cual nos habla The Economist prioriza la seguridad sobre la eficiencia. Para la revista esto abre una disyuntiva, pues por un lado se podría descender a un proteccionismo que agravaría los problemas inflacionarios, o bien, la situación pudiera ser aprovechada para mejorar la economía mundial conservando los beneficios de la apertura mezclados con una mayor resiliencia.

De acuerdo con la revista, después de la caída del muro de Berlín en 1989, el objetivo de la globalización consistió básicamente en que las corporaciones pudieran localizar sus actividades productivas en lugares de menores costos con altos rendimientos para el capital, mientras los gobiernos no discriminaran a las empresas por su nacionalidad. Esto funcionó a lo largo de dos décadas dando lugar a complejas cadenas de valor que generan cerca de la mitad de todo el comercio, lo que ayudó a mantener precios bajos al consumidor. Sin embargo, la globalización hiper-eficiente también ocasionó problemas: los flujos de capital volátiles desestabilizan los mercados de capital y muchos trabajadores de cuello azul perdieron sus empleos en los países ricos. Adicionalmente The Economist destaca dos desventajas de este enfoque: 1) algunas cadenas aunque son funcionales para mantener costos bajos, también son frágiles y su ruptura tiene altos costos (ejemplo los cuellos de botella, Dato crucial 1 y Dato crucial 2); y 2) el objetivo único de alcanzar ventajas por menores costos ha conducido a una dependencia respecto de economías controladas por gobiernos autocráticos con abusos en los derechos humanos que usan el comercio como medio de coerción (los regímenes autócratas concentran una tercera parte del PIB global, poniendo como ejemplo a Rusia y China).

Un indicador que marca el cambio de tendencia de las corporaciones de un enfoque de la eficiencia por uno de mayor resiliencia es el aumento en las inversiones de inventarios precautorios (Dato crucial 3). Otras estrategias son el dual sourcing (uso de dos o más proveedores para ciertos componentes de la cadena), contrataciones a largo plazo y un redireccionamiento en el patrón de inversión de las empresas multinacionales por mayores inversiones locales (Dato crucial 4). Mientras tanto las industrias de mayor presión están experimentando una reinvención en sus modelos de negocios: la industria automotriz apuesta por una organización de integración vertical (ej. Tesla), las firmas electrónicas buscan mayor diversificación (Dato crucial 5) y las petroleras contratos de suministro a largo plazo.

The Economist advierte que el peligro de una mayor seguridad como estrategia estatal puede transformarse en un proteccionismo desenfrenado, lo que en el corto plazo tendría como resultado una mayor volatilidad y fragmentación que presionará en mayores incrementos en los precios.

El problema con pautas de paz

Para la revista, la adecuada resiliencia está en la diversificación, no en la concentración local. La estrategia debe demandar que las firmas diversifiquen sus proveedores en áreas hoy controladas por gobiernos autocráticos y dejar que el mercado se adapte con más liberalización para generar un nuevo balance entre eficiencia y seguridad.

Datos cruciales: 

1. Para 2022 los cuellos de botella han reducido al menos 1% el PIB global. La escasez de chips ha afectado la producción automotriz: el flujo de efectivo de los productores de autos ha caído cerca de 80% anualmente.

2. Las ventas de Apple podrían caer 8 mil millones de dólares (10%) este trimestre por las afectaciones del suministro de chips, según Tim Cook, actual director ejecutivo de la firma.

3. Desde 2016 para las 3 000 firmas más grandes a nivel global, la inversión en inventarios precautorios se ha incrementado de 6% a 9% del PIB mundial.

4. El patrón de la inversión multinacional se ha redireccionado: 69% está colocada en subsidiarias locales.

5. Los ensambladores de la industria electrónica de Taiwan han reducido la participación de sus activos en China, de 50% a 35% desde 2017, derivado de la demanda de sus clientes como Apple por una mayor diversificación en la industria.

6. Los cuellos de botella controlados por gobiernos autocráticos suman solo cerca de una décima parte del comercio global, basado en sus exportaciones de bienes en los cuales tienen una cuota de mercado de cerca del 10% y para los cuales es difícil encontrar sustitutos.

Nexo con el tema que estudiamos: 
El estancamiento crónico del capitalismo aumenta las tensiones entre países y corporaciones para el reparto de menores riquezas. Sus respuestas inmediatas apuestan por resguardar sus espacios de rentabilidad y asegurar eslabones estratégicos en sus actividades productivas. La revista mantiene en alto su enfoque liberal criticando las estrategias proteccionistas y enarbolando las ventajas del libre mercado y la diversificación para fortalecer las cadenas productivas globales.

Es notable que ante la tendencia proteccionista de las potencias globales, el argumento liberal persevera en la idea de la libertad de comercio e inversión, lo que es un contrasentido en relación a una escasez creciente de las riquezas naturales más solicitadas (como los energéticos) y ciertas tecnologías (como los chips). Durante la pandemia, China mostró cuál es el camino de las potencias, al requisar los equipos y materiales médicos para atender primero a sus necesidades.