Colombia está enfrentando una elección presidencial polarizada y caracterizada por el hartazgo de los votantes por la clase política de su país. El candidato de izquierda es Gustavo Petro simpatizante de Hugo Chávez y Rodolfo Hernández de derecha que no ha dado mayor propuesta que decir que expulsará a “los ladrones” que es como se refiere a los políticos actuales de su país.

Esta situación se está haciendo común en la región que parece ya no estar interesada en la reforma política gradual para volverse prospera. Esto es preocupante para todas las naciones pues América Latina podría ser clave en la resolución de problemáticas globales como el cambio climático, la seguridad alimentaria, la escasez de agua, además de ser importantes productores de litio y cobre, materias primas para la energía verde.

América Latina ha pasado de un círculo virtuoso a un círculo vicioso. Anteriormente con los altos precios de las materias primas los países de la región aumentaron sus ingresos cosa que les permitió aumentar el gasto social que se vio reflejado en un crecimiento de las clases medias y una baja en la pobreza.

Sin embargo, en los últimos años las cosas cambiaron con el estancamiento del crecimiento económico y la estabilización de los precios de las materias primas. Con el lento crecimiento económico ha llegado frustración a la población, particularmente a los más jóvenes y se ha aumentado la brecha de productividad con los países desarrollados.

La fragilidad de las democracias latinoamericanas muestra un potencial peligro para el resto del mundo. Actualmente su política esta caracterizada por partidos débiles, polarización y desacreditación de la clase política. Otros factores como las redes sociales y el crimen organizado afectan a la política de estos países.

También en una creciente parte de la población se está viendo con buenos ojos a gobiernos más autoritarios por su mano dura. Los ejemplos son Nicaragua, Venezuela y recientemente El Salvador que tiene al líder más popular de la zona por sus duras medidas en la guerra contra las pandillas. Además, los dos presidentes de los principales países de la zona (México y Brasil) se han mostrado en contra de los equilibrios.

China está avanzando en sus relaciones con los países de la región y se está convirtiendo en el principal socio económico de varios países. Esto podría implicar que América Latina se aleje de Estados Unidos y Europa y se convierta en una neocolonia de China.

Deteniendo la podredumbre
El camino fácil para los países latinoamericanos sería ignorar sus deficiencias políticas y económicas aprovechándose de una nueva subida en los precios de las materias primas provocada por el conflicto en Ucrania que mejoraría sus condiciones momentáneamente, pero para que su destino no sea peor deben reconstruir sus democracias de cero.