An Invisible Cage: How China Is Policing the Future

Cita: 

Mozur, Paul, Muyi Xiao y John Liu [2022], "'An Invisible Cage': How China Is Policing the Future", The New York Times, New York, 25 de junio, https://www.nytimes.com/2022/06/25/technology/china-surveillance-police....

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Sábado, Junio 25, 2022
Tema: 
Control y vigilancia en China
Idea principal: 

Paul Mozur es corresponsal centrado en tecnología y geopolítica en Asia. Formó parte del equipo que ganó el Premio Pulitzer 2021 al servicio público por la cobertura de la pandemia de coronavirus.

Muyi Xiao es reportero del equipo de Investigaciones Visuales, que combina el periodismo tradicional con análisis forense digital avanzado. Ha estado cubriendo China durante la última década.

John Liu cubre noticias en China para The New York Times. Fue reportero de The Myanmar Times y escribió sobre Taiwán para medios internacionales. Se unió al Times en 2021.


Más de 1.4 mil millones de chinos son vigilados constantemente, grabados por cámaras que están en todas partes; sus teléfonos son rastreados, sus compras monitoreadas y sus chats en línea son censurados. Incluso su futuro está bajo vigilancia.

La tecnología recopila datos sobre las actividades diarias de las población china para encontrar patrones, con la promesa de "predecir crímenes o protestas antes de que sucedan". Se vigila primordialmente a las personas consideradas como posibles "incitadores", a los ojos del gobierno. También aquellas personas con un pasado criminal, las minorías étnicas, migrantes y aquellos con antecedentes de enfermedades mentales.

Este tipo de vigilancia digital puede advertir a la policía si una víctima de un fraude intenta viajar a Beijing a reclamar reparaciones del daño o puede alertar cada vez que una persona con antecedentes de enfermedad mental se acerca a una escuela.

Las nuevas tecnologías chinas, amplían aún más los límites de los controles sociales y políticos. Éstos se integran cada vez más en la vida de las personas. En China se justifica la vigilancia y se viola la privacidad en nombre de la prevención del crimen y el mantenimiento de la estabilidad social. No obstante, se corre el riesgo de "automatizar la discriminación sistémica y la represión política".

Cualquier amenaza a la estabilidad y el orden político debe de ser eliminada. Xi Jinping endureció y centralizó la seguridad, desencadenando políticas tecno-autoritarias para sofocar los disturbios étnicos y hacer cumplir las cuarentenas más severas del mundo.

Los detalles de estas tecnologías de seguridad emergentes se describen en documentos de investigación de la policía, patentes y presentaciones de contratistas de vigilancia, así como en cientos de documentos de contratación pública. Muchos de los documentos de adquisiciones fueron compartidos por ChinaFile, que ha recopilado sistemáticamente registros de sitios web gubernamentales.

La vigilancia se basa en parte en un software policial con datos de Estados Unidos y Europa, tecnología que ha codificado el racismo en decisiones como qué vecindarios están más vigilados y qué presos obtienen libertad condicional. Según el texto, China lo lleva al extremo, "aprovechando las reservas de datos de todo el país que permiten a la policía operar con opacidad e impunidad". Las autoridades chinas no exigen órdenes judiciales para recopilar información personal.

Incluso cuando el software no logra deducir el comportamiento humano, puede considerarse exitoso ya que la vigilancia en sí misma inhibe los disturbios y el crimen. “Esta es una jaula invisible de tecnología impuesta a la sociedad”, dijo Maya Wang, investigadora sobre China de Human Rights Watch.

Ningún lugar para esconderse

En 2017, el empresario Yin Qi tuvo una visión sobre un sistema informático que pudiera predecir delitos. Así, Qi fundó Megvii (una empresa de inteligencia artificial). Según Qi, su sistema de vigilancia podría darle a la policía un motor de búsqueda de delitos. Éste analizaría "enormes cantidades de imágenes de video para intuir patrones y advertir a las autoridades sobre comportamientos sospechosos". Las reuniones internas de Megvii muestran cómo los productos de la empresa emergente ensamblan "expedientes digitales completos para la policía".

En 2022, la policía de Tianjin compró un software creado por Hikvision, que puede predecir protestas. El sistema recopila datos sobre las personas que "intentan presentar quejas sobre funcionarios locales ante autoridades superiores". El sistema se enfoca en predecir la probabilidad de que estas personas viajen a Beijing: “[l]os funcionarios locales quieren evitar tales viajes para evitar la vergüenza política o la exposición de irregularidades. Y el gobierno central no quiere que grupos de ciudadanos descontentos se reúnan en la capital”, apunta el artículo.

Un caso que ejemplifica lo anterior es el de Zekun Wang, quien buscó reparación por un fraude inmobiliario. Según Wang, las autoridades en 2017 interceptaron a otros peticionarios antes de que pudieran comprar boletos para ir a Beijing. Eso indica que las autoridades monitorearon sus redes sociales.

El sistema Hikvision es uno de los más sofisticados: éste analiza la probabilidad de que las personas realicen una petición en función de sus relaciones sociales y familiares, viajes pasados y situaciones personales. Crea un perfil de cada uno, con campos para que los oficiales describan el temperamento del manifestante.

Prejuicio automático

Cuando la policía de Zhouning compró un nuevo conjunto de 439 cámaras en 2018, algunos colgaban sobre intersecciones y otros cerca de escuelas. Nueve se instalaron cerca de las casas de personas con enfermedades mentales.

Quienes se consideran amenazas a la estabilidad social son los "enfermos mentales, delincuentes convictos, fugitivos, consumidores de drogas, peticionarios, presuntos terroristas". A esta categoría entran también los "trabajadores migrantes, jóvenes sin trabajo, minorías étnicas, extranjeros y personas infectadas con VIH".

La policía puede basar las alarmas en parámetros específicos, incluido dónde aparece una persona en la lista negra, si se reúne con otras personas en la lista negra y la frecuencia de ciertas actividades.

En 2020, la policía compró un software que podía buscar a personas clave que se registraran en un mismo lugar o lugares cercanos.

En Yangshuo, las autoridades tienen un sistema para alertarlos si un extranjero sin permiso pretende quedarse más tiempo de lo permitido por su visa.

En Shanghái, se usó un software para identificar a quienes excedieron el uso normal de agua y electricidad. Lo anterior indica "patrones de consumo sospechosos" posiblemente realizados por migrantes que prefieren vivir juntos para ahorrar dinero.

Para la policía de China le es útil perfilar a la gente: “[a] través de la aplicación, pintamos una imagen de las personas y les damos etiquetas con diferentes atributos”, dijo Li Wei, investigador de la universidad de policía nacional de China, en 2016.

Hacia el tecno-totalitarismo

Zhang Yuqiao solicitó una compensación por la tortura injustificada de su familia durante la Revolución Cultural. Desde entonces, se convirtió en uno de los objetivo de la policía. Yuqiao usa tácticas para eludir la vigilancia.

Cuando viajó a Beijing en enero de 2022, apagó su teléfono y pagó el transporte en efectivo para minimizar su huella digital. Compró boletos de tren al destino equivocado y contrató conductores privados para sortear los puntos de control donde su tarjeta de identificación activaría una alarma. Cada vez que apaga su teléfono, los oficiales se presentan en su casa para verificar que no se haya ido a Beijing.

Pero los altos miembros de la burocracia china gozan de privilegios ante la vigilancia continua: algunos documentos analizados por The Times hacen referencia a una “lista roja” de personas muy importantes (VIP, por sus siglas en inglés). El sistema de vigilancia debe ignorarlas.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Las empresas tecnológicas chinas con grandes avances y tecnologías que se pueden considerar como militares, han sido capaces de mermar cualquier movimiento de la sociedad china con esta jaula invisible impuesta por el gobierno. Además de que las mismas aumentan la gran desigualdad que hay entre los gobernantes y el pueblo.