One Site, 95 Tons of Methane an Hour

Cita: 

Fountain, Henry [2022], "One Site, 95 Tons of Methane an Hour", The New York Times, New York, 14 de junio,https://www.nytimes.com/2022/06/14/climate/methane-emissions-russia-coal...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Martes, Junio 14, 2022
Tema: 
La mina de carbón más grande de Rusia emite grandes cantidades de metano
Idea principal: 

Henry Fountain es un reportero centrado en las temáticas del cambio climático, entre las cuales destaca la adaptación social y la innovación tecnológica. Actualmente, escribe columnas semanales para el periódico estadunidense The New York Times.


En enero de 2022, un satélite de teledetección captó una cantidad récord de emisiones de gas metano, en un solo espacio: la mina de carbón llamada Raspadskya, la más grande de su tipo en Rusia, (Dato crucial 1).

El descubrimiento fue realizado por un satélite manejado por GHGSat, que es una empresa dedicada al seguimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero. La compañía advirtió que, si ese flujo de metano fuera continuo, la mina estaría emitiendo anualmente el equivalente a la suma de las cantidades producidas por 5 centrales eléctricas de tamaño promedio.

Brody Wight, integrante de la GHGSat, exhibe la alta probabilidad de que las emisiones de metano de la mina rusa no fueran accidentales. Esto se debe a que las minas de carbón tienen compartimentos naturales abundantes en metano entre las grietas del carbón, (Dato crucial 2). Para evitar incidentes, la concentración de ese gas debe ventilarse dentro de la mina y hacia afuera, insertándose así en la atmósfera.

El grave peligro que representan tales lanzamientos de gas, radica en la enorme capacidad del metano para calentar el planeta, (Dato crucial 3). Por ello, disminuir su emisión resulta clave para limitar el calentamiento global del siglo XXI. Cabe destacar que Rusia figura entre los países que todavía no se han comprometido a reducir 30% de sus emisiones de metano para 2030, como sí lo hicieron 100 países en la COP26 llevada a cabo en Reino Unido a finales de 2021.

Finalmente, otro aspecto a destacar es el reto para medir con precisión las emisiones de sitios industriales específicos. Anteriormente, esto podía lograrse sólo con aparatos terrestres o transportados por aviones y, entonces, pocos lugares eran estudiados. En la actualidad, los satélites son capaces de vigilar áreas más amplias. Sin embargo, pueden detectar volúmenes de gases y no su procedencia exacta, (Dato crucial 4).

Datos cruciales: 

1. En Raspadskya se observaron 13 columnas de gas. Se calculó que el flujo total de éstas fue de 87 toneladas métricas, o 95 toneladas estadunidenses, de metano por hora. A modo de comparación: la tasa más alta registrada en el Cañon de Aliso -una instalación de almacenamiento de gas natural ubicada al sur de California, Estados Unidos- tuvo una fuga mayor durante casi 4 meses en 2015 y 2016, lo cual expulsó cerca de 60 toneladas métricas de metano por hora. Así, la mina de carbón rusa supera el récord en flujo de metano.

2. Durante el año 2010, en la mina de carbón más grande de Rusia, una acumulación de metano en sus inmediaciones provocó una explosión que mató a 66 personas.

3. A lo largo de dos décadas, el metano provoca 80 veces mayor calentamiento que la misma cantidad (en el mismo tiempo) de dióxido de carbono.

4. Los satélites como el que captó las emisiones de Raspadskya tienen una mayor resolución. Ésta permite acercarse a la escala de la infraestructura de las instalaciones, lo cual posibilita el reconocimiento de las partes del edificio de donde provienen las emisiones.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Las ciencias y tecnologías de hoy permiten rastrear emisiones de gases de efecto invernadero con nitidez, encima, en un momento en el cual nunca habían sido tan altas y crecientes. No obstante, para comprender cómo se insertan en el (re)funcionamiento normal del capital, hace falta más que señalar de su procedencia geográfica e inclusive sus destinos sectoriales.

Comprender el carácter imprescindible del patrón tecno-energético fósil para la acumulación infinita del capital nos acerca mejor a sus modalidades de (in)operación, independientemente de las fronteras nacionales y transnacionales en las que se localiza.

Las responsabilidades y compromisos sociales no pueden perder de vista el recetario que sigue el sistema-mundo capitalista, como tampoco los sujetos hegemónicos de los que requiere para hacerlo. El banquete continúa apropiado y concentrado por pocos, mientras el resto del mundo arde en llamas e inanición.