Salir del necrocapitalismo: los derechos humanos frente al poder corporativo

Cita: 

Hernández, Juan y Pedro Ramiro, "Salir del necrocapitalismo: los derechos humanos frente al poder corporativo", Viento Sur, 27 de junio, https://vientosur.info/salir-del-necrocapitalismo-los-derechos-humanos-f...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Lunes, Junio 27, 2022
Tema: 
La descomposición de los derechos humanos por la lógica del necrocapitalismo
Idea principal: 

Juan Hernández Zubizarreta es doctor en derecho por la Universidad del País Vasco, se desempeña como profesor en esa misma universidad y es miembro del Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional.



Hay una gran distancia entre el discurso y la práctica del capitalismo verde que impulsa la Unión Europea. El discurso habla sobre transición ecológica, digitalización y una nueva economía, en la práctica el sistema se sostiene con la devaluación de la fuerza de trabajo, el extractivismo y el neocolonialismo.

El pacto verde está incluso en riesgo de morir por la necesidad de asegurar los suministros energéticos que requieren las empresas, primero están las ganancias y en ese contexto de las prioridades del sistema los derechos humanos lucen como un lujo.

Aunque gran parte del Estado de bienestar que se logró en Europa fue gracias a la depredación de los pueblos y territorios de todo el mundo para el representante español en la Comisión Europea, Josep Borrell, el mundo es una jungla y para que la Unión Europea siga siendo lo que era tienen que despertar y ver por sus intereses. Por esta razón pactó con Estados autoritarios para reforzar las fronteras y asegurar las necesidades de gas de las grandes empresas españolas.

Necrocapitalismo

Dentro del necrocapitalismo la muerte es el centro de la gestión económica y política. Las personas son solo una mercancía más y si no participan en la sociedad de consumo pueden ser desechadas. Una especie de guerra social de larga duración es la condición actual del modelo capitalista patriarcal.

Este sistema se caracteriza por la privatización de los servicios públicos, la eliminación de la asistencia social y en general de la exclusión de quienes no son útiles a la reproducción del capital. El capital y las empresas transnacionales alientan la eliminación de derechos sociales que entorpezcan la mercantilización a escala global.

Los derechos sociales incluyendo los relacionados al medio natural están sometidos a la oferta y demanda. La desigualdad es el elemento central de dominación.

Como las crisis económicas son una característica inseparable del capitalismo en el necrocapitalismo las guerras funcionan para contrarrestar las crisis y mantener las tasas de ganancia y acumulación. Las guerras a su vez abonan a las crisis energéticas, subida de precios y por ende a la pobreza y desigualdad.

Las causas de estos males residen en la propia lógica del sistema que busca un crecimiento ilimitado, financiarización insostenible, una emergencia en el cambio climático y un agotamiento de energía y materiales.

Derechos del poder corporativo

En el necrocapitalismo se prioriza al derecho corporativo sobre el derecho humano, que dentro de la lógica del sistema, son aspiraciones vacías. Hay un Estado de excepción permanente para que los derechos colectivos no interfieran con las tasas de ganancia.

Lo más importante en esta lógica es que el derecho privado está por encima del derecho internacional de los derechos humanos, el sistema juega a favor del poder corporativo a través del Estado.

Este sistema construye una asimetría jurídica útil para defender sus intereses. Por un lado un sistema sólido que blinda los derechos corporativos y por otro lado organismos débiles que vigilan el cumplimiento de sus obligaciones.

Descomposición de los derechos humanos

En la lógica de este sistema que prioriza la ganancia los contrapesos se van difuminando, se da prioridad a la seguridad jurídica de los contratos frente a garantizar los derechos de las personas y comunidades.

Los derechos humanos pasan por un proceso de modificación donde primero se desregulan, después se expropian y por último se destruyen, agudizando el autoritarismo y la violencia, dentro de esta destrucción de los derechos se crean nuevas categorías para diferenciar quienes son sujetos de derecho y quienes no.

Es por esto que el capital requiere de un autoritarismo y violencia creciente ya que el sistema no se alimenta de beneficios generados por la producción, si no del sometimiento.

Respecto a la construcción de la idea de quien es sujeto de derecho y quien no, se puede ver indicios de eso en varios países donde se han creado restricciones a quienes no pertenecen a la comunidad nacional, lo que crea la exclusión del extranjero pobre.

Dentro de estas prácticas de destrucción de los derechos también están las que atentan contra los derechos colectivos. Las principales son la apropiación de los bienes comunes, la explotación laboral, el trabajo infantil y el trabajo esclavo.

Radicalizar la democracia

En un contexto que lleva lo público a lo privado y lo constitucional a lo administrativo los derechos humanos se muestran vulnerables ante la impunidad de sus incumplimientos ya que la única consecuencia son las recomendaciones que hacen los comités encargados de su aplicación.

La mercantilización de la vida da paso a la extinción de los derechos humanos. El Estado policial sustituye al sistema de garantías que permite el neofacismo. Este neofacismo no busca destruir las instituciones democráticas, solo necesita transformarlas acorde a los intereses del capital.

Con los efectos recesivos de la pandemia y la crisis de energéticos impulsada por la guerra en Ucrania, la intervención Estatal ha sido clave para detener la quiebra del sistema económico. Con tal de garantizar la seguridad energética los planes de transformación y resiliencia van a ser modificados para alinearse a la estrategia RePowerEU para bajar aún más las restricciones ambientales y climáticas.

Se están destruyendo viejas estructuras para construir una nueva lógica de acumulación. Estamos en un contexto de rivalidades geopolíticas, conflictos bélicos, competencia económica, militarización del comercio y la necesidad de asegurar las ganancias está modificando los derechos humanos. Es un momento clave de transformación del sistema, el capitalismo no será eterno, la lógica del crecimiento infinito se muestra cada vez más insostenible. C

Nexo con el tema que estudiamos: 

En la lógica del necrocapitalismo, los derechos humanos, incluidos los que ven por la protección del medio ambiente, son lujos que no se pueden permitir porque la búsqueda de la ganancia es primero. De hecho, cualquier derecho que se interponga en esta lógica de acumulación pasará por un proceso de expropiación. Las instituciones encargadas de velar por estos derechos también han sido modificadas a razón de los intereses capitalistas, las que buscan el cumplimiento de las garantías individuales son frágiles y las que defienden el derecho corporativo son fuertes y eficientes.

El mejor ejemplo es el de las empresas Europeas con la crisis energética, a pesar de existir regulación en favor de las energías limpias y que combatir el cambio climático debería ser prioridad por la salud de las personas, el Estado parece que relajará las regulaciones ambientales poniendo los intereses económicos sobre cualquier otra cosa.