Peter Phillips es un sociólogo estadounidense que desde 1994 se desempeña como catedrático de Sociología Política y Sociología del Poder en la Sonoma State University. De 1996 a 2010, dirigió el Project Censored; asimismo, de 2003 a 2017 fue presidente de la Media Freedom Foundation. En 1997, recibió el Premio Firecracker al mejor libro de política publicado en los Estados Unidos durante ese año.

William I. Robinson es un sociólogo estadounidense que actualmente se desempeña como catedrático en la Universidad de California, en Santa Bárbara. Sus objetos de estudio comprenden la economía política, la globalización, América Latina y el materialismo histórico.

Estamos en una crisis global en dónde la polarización social (Dato crucial 1), el peligro de enfrentamientos armados entre grandes potencias (Dato crucial 2), la degradación ecológica y el cambio climático (Dato crucial 3), nos han llevado a lo que algunos científicos afirman podría ser la sexta extinción masiva, la cuál destaca por ser inducida por el ser humano.

De acuerdo con la introducción al libro de Peter Phillips, la cual fue escrita por William Robinson, la crisis global que vivimos es resultado de las desigualdades que el capitalismo global ha provocado, desigualdades que se han vuelto insostenibles.

Según Robinson, a medida que aumenta la desigualdad y la riqueza comienza a concentrarse en un grupo reducido de personas, la demanda y el mercado global son incapaces de absorber la producción de la economía mundial; en estos casos, la clase capitalista transnacional (CCT), encuentra difícil reinvertir de forma rentable los miles de millones de dólares que han acumulado. Como respuesta a esta incapacidad de inversión, se ha optado por la especulación financiera, el hacer uso de presupuestos públicos, invertir en la guerra y la extensión de sistemas de control y de represión, para mantener la acumulación y contener potenciales rebeliones (p.13).

Los resultados de mantener todo bajo control y generar ganancias, ha ocasionado que a nivel social se comience a dar una insurgencia populista de derecha, hecho que no solo ha incitado la alza de movimientos neofascistas conformados por sectores empobrecidos de la clase obrera y media; sino que, ha suscitado que a la desigualdad se sumen conflictos sociales y crisis políticas.

Es por lo anterior, que el autor menciona que la única opción de supervivencia para la humanidad reside en que se lleve a cabo una reforma radical del sistema capitalista global. Sin embargo, para llevar a cabo esta reforma, es necesario comprender la manera en que se estructura el poder a nivel global, ya que solo así será posible implementar una redistribución de la riqueza y del poder.

Gracias al uso de herramientas de investigación y documentación sociológica, a lo largo de su libro, Phillips deja ver que la reforma al capitalismo global no radica meramente en la creación de gobiernos consensuados; sino que, se trata de una profunda cuestión política, económica y social, considerando que actualmente el poder corporativo transnacional se ha conformado en enormes redes que han comenzado a moldear la vida de todas las personas que habitamos el planeta.

La obtención de control por parte de las redes de poder corporativo transnacional, fue posible gracias a que las clases capitalistas nacionales que existían en un principio, evolucionaron y se integraron de forma transnacional, convirtiéndose en una clase capitalista internacional. Esta clase, hizo uso de la globalización para lograr una interpenetración de redes de poder a nivel nacional, lo que les permitió consolidar un poder político y económico a nivel global que hizo posible la concentración de una gran cantidad de capital financiero que después se utilizó, y se utiliza, para generar influencia política y control económico sobre Estados e instituciones transnacionales (p.14-16).

Como resultado de su investigación, Philips detectó que para 2019, 17 conglomerados financieros globales conformaron la red de capital comercial transnacional que movió los hilos de todo el planeta. Dentro de su red, los 17 conglomerados realizaron inversiones a capitales entrelazados a todo el planeta; es decir, invirtieron unos en los otros, lo que les ayudó para generar una gran cantidad de capital financiero internacional así como realizar enormes inversiones en el ámbito económico, en los medios de comunicación, en las industrias, el comercio y el complejo militar industrial global (Dato crucial 4).

Esta red de conglomerados conformaron, y conforman, una élite de poder que es responsable de generar políticas que promueven sus intereses: gestionar y proteger el capital global, así como recabar las deudas alrededor del mundo. Debido a su gran concentración de poder económico, esta élite tiene gran influencia sobre la creación de políticas globales; políticas, que se realizan en foros e instituciones en donde han posicionado a su miembros. Ejemplo de estas instituciones son el Foro Económico Mundial, el Grupo de los 30, el Consejo Atlántico, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el G20 y el Banco de Pagos Internacionales. Se debe resaltar, que estos conglomerados también tienen la capacidad de posicionar miembros dentro de los Estados.

El capitalismo y las élites han demostrado que tienen una gran capacidad de respuesta ante levantamientos que buscan su destrucción, como fue la experiencia del siglo XX, durante el cual se dio la lucha masiva de clases obreras y las luchas de descolonización alrededor del mundo. Como respuesta a estos movimientos, el capitalismo tuvo una transformación que dio paso a la globalización neoliberal, la cual significó el fin de las restricciones a los grandes capitalistas y por ende, el inicio de una acumulación desmedida y posteriormente la concentración de riqueza de las CCT.

No obstante, a pesar de que en el pasado los movimientos sociales dieron lugar a la contraofensiva del capitalismo, las desigualdades que ha provocado esta forma de vida ha resultado en el renacimiento de las luchas de resistencia y de los movimientos que buscan desafiar al sistema y a las élites globales. Renacimiento que al mismo tiempo ha ocasionado el ascenso de un estado policial cuya principal misión es la represión.

La crisis capitalista, junto con el ascenso de movimientos en su contra, han generado preocupación dentro de las élites transnacionales. Estas élites, han comenzado a reconocer que la desigualdad tiene un gran potencial para generar inestabilidad, la cual se ha convertido en una amenaza para el sistema y para su forma de vida, por lo que han empezado a abogar por una reforma que permita algún tipo de redistribución que eventualmente salve al capitalismo de sí mismo.

La aparición de esta élite con elementos reformistas, ha suscitado fuertes divisiones dentro del bloque de los gobernantes globales, puesto que algunos se oponen a la reforma del capitalismo global y otros la buscan con urgencia. La creciente división de la CCT, ha creado oportunidades para que los combatientes busquen alianzas políticas estratégicas entre los enemigos del capitalismo.

Para culminar su introducción, Williams manifiesta que es necesario reconocer que las principales reformas que ha vivido el sistema capitalista se han dado en momentos de crisis aguda, cuando las personas han exigido cambios radicales y las élites capitalistas han tenido que ceder con el objetivo de preservar el sistema. Nos encontramos en una de esas crisis, por lo que la experiencia dicta que la mejor forma de reformar al capitalismo, es luchar contra él.