Sandra Weiss es una periodista alemana que colabora con Deutsche Welle abordando temas de América Latina.

Expertos advierten que el aumento de la militarización en México no ha mejorado la seguridad, y además pone en peligro la democracia.

En México, durante la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) las Fuerzas Armadas han adquirido más funciones. Para organizaciones no gubernamentales e investigadores el creciente protagonismo de los militares es preocupante.

Desde la desmilitarización a la alianza con el Ejercito

En la campaña presidencial AMLO prometió sacar a los militares de las calles. En 2018, antes de asumir la presidencia y después de una reunión con militares, el discurso cambió e incluso creó una Guardia Nacional altamente militarizada para que asumiera funciones de seguridad pública. Alejandro Madrazo, fundador del Programa de Política de Drogas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), dice que el cambio se debe a una alianza entre AMLO y el ejército.

A finales de agosto de 2022 AMLO anunció que la Marina, que actualmente controla las aduanas y el comercio marítimo, manejará los aeropuertos de Guaymas y Ciudad Obregón. Además, transfirió el mando de la Guardia Nacional a militares, aun cuando la constitución indica que la seguridad pública debe estar dirigida por civiles.

Transferencia récord de funciones a los militares

Desde que AMLO asumió la presidencia en diciembre de 2018 los militares han adquirido el control y administración de varios de los principales proyectos del gobierno, como el Tren Maya. De las más de doscientas funciones que tienen los militares, cien no tienen que ver con la seguridad pública o la defensa nacional. Además, más de la mitad de estas funciones se transfirieron durante la administración de AMLO.

Acumulación de recursos financieros

De acuerdo con el Inventario Nacional de lo militarizado, publicado por el CIDE y la organización México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), de 2006 a 2021 el presupuesto de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) aumentó 163%. En agosto de 2022 la Sedena es la quinta dependencia con más presupuesto, cuando asuma el mando de la Guardia Nacional será la segunda, además de es la institución con más aumento en su presupuesto.

Madrazo afirma que el aumento del presupuesto y las funciones militares corresponde a una estrategia que las fuerzas armadas han desarrollado desde el levantamiento zapatista en 1994. La investigación de Madrazo indica que el ejercito ha impulsado reformas para ampliar sus funciones, y que en los hechos desde el sexenio de Zedillo se ha otorgado más participación al ejército.

Debilitando la democracia, sin mejoras en seguridad.

La militarización del país contradice los acuerdos internacionales en materia de derechos humanos que México ha firmado, además debilita el Estado de Derecho y la democracia. Por otra parte, con las fuerzas armadas no hay transparencia del gasto de recursos, pues esta institución tiene el poder de clasificar sus gastos como reservados. Para Madrazo, hay un cogobierno cívico-militar.

La militarización no ha representado una mejora en la seguridad, por el contrario, las fuerzas armadas han estado ligadas a casos de violaciones de derechos humanos, como los impunes casos de asesinato en Tlatlaya y desaparición forzada en Ayotzinapa.

¿La táctica Avestruz?

Para Lisa Sánchez, de MUCD, la continuidad de la militarización como estrategia de combate al narcotráfico representa una táctica avestruz. Es decir que se incentiva el dar más funciones a los militares porque eso reduce las responsabilidades de la clase política.

A pesar de las opiniones de personas como Lisa Sánchez o Alejandro Madrazo, en la opinión pública la militarización no se ve como un problema. De hecho, la marina y el ejercito son las instituciones con los niveles más altos de confianza por parte de la población.