Antonio Regalado es el editor de biomedicina para MIT Technology Review. Su línea de investigación es sobre sobre cómo la tecnología está cambiando la medicina y la investigación biomédica. Escribe sobre ciencia, tecnología y política en América Latina para Science y otras publicaciones. De 2000 a 2009, fue reportero de Wall Street Journal.

La compañía Renewal Bio de biotecnología con sede en Israel tiene la intención de crear versiones de personas en etapa embrionaria para recolectar tejidos para usar en tratamientos de trasplante. Busca avances recientes en tecnología de células madre y úteros artificiales bajo la investigación de Jacob Hanna, biólogo del Instituto de Ciencias Weizmann en Rehovot.

Hanna demostró que a partir de células madre de ratón, podía formar embriones de ratón de aspecto muy realista y mantenerlos creciendo en un útero mecánico durante varios días hasta que se desarrollen.

Hanna ya está trabajando para replicar la tecnología a partir de células humanas y espera producir eventualmente modelos artificiales de embriones humanos que sean el equivalente a un embarazo de 40 a 50 días. En esa etapa se forman los órganos básicos, así como pequeños miembros y dedos.

“Consideramos que el embrión es la mejor bioimpresora 3D”, dice Hanna. “Es la mejor entidad para hacer órganos y tejidos adecuados”. Los investigadores ya pueden imprimir o cultivar tejidos simples, como cartílago o hueso, pero ha resultado difícil fabricar tipos de células y órganos más complejos. Un embrión, sin embargo, comienza a construir el cuerpo de forma natural.

Las células sanguíneas embrionarias se pueden recolectar, multiplicar y transferir a una persona mayor para reiniciar el sistema inmunológico. Otro concepto es hacer crecer copias embrionarias de mujeres con infertilidad relacionada con la edad. Luego, los investigadores podrían recolectar las gónadas del embrión modelo, para producir óvulos jóvenes.

Este proyecto se financia con el capital de la empresa de riesgo NFX, cuya misión es "renovar a la humanidad". El plan técnico preciso de Renewal Bio permanece en secreto. “Es muy bajo en detalles por una razón. No queremos prometer demasiado y no queremos asustar a la gente”, dice Omri Amirav-Drory, socio de NFX.

Para crear la sucesión de avances, el laboratorio de Hanna ha estado combinando la ciencia avanzada de células madre con nuevos tipos de biorreactores. El especialista en células madre mostró por primera vez un “útero mecánico” en el que logró hacer crecer embriones de ratón naturales fuera de un ratón hembra. El sistema involucra frascos giratorios que mantienen a los embriones bañados en suero sanguíneo nutritivo y oxígeno.

En la nueva investigación Hanna usó el mismo útero mecánico, pero esta vez para hacer crecer embriones parecidos creados a partir de células madre. Muchos investigadores insisten en que, a pesar de las apariencias, estas estructuras tienen una relación limitada con los embriones reales y cero potencial para desarrollarse por completo.

Sin embargo, al agregar estos embriones de ratón sintéticos a la matriz mecánica, Hanna logró que crecieran más que nunca, hasta el punto en que los corazones comenzaron a latir, la sangre comenzó a moverse y allí comenzó un cerebro y una cola. Los análisis muestran que las versiones sintéticas son aproximadamente 95% similares a los embriones de ratón normales, según la combinación de tipos de células dentro de cada uno.

Aun así, las técnicas para cultivar embriones sintéticos siguen siendo ineficientes. Menos de 1 de cada 100 intentos de imitar un embrión de ratón tuvo éxito, e incluso los embriones modelo que se desarrollaron durante más tiempo eventualmente sufrieron anomalías, incluidos problemas cardíacos, tal vez porque no podían crecer más sin un suministro de sangre adecuado.

En un próximo conjunto de experimentos, Hanna está usando su propia sangre o células de la piel como punto de partida para hacer embriones humanos sintéticos. Significa que su laboratorio pronto podría estar nadando en cientos o miles de pequeños "mini-mis", todos clones genéticos de sí mismo.

A Hanna no le preocupa la idea. A pesar del sorprendente hecho de que es capaz de imitar los comienzos de los mamíferos en los tubos de ensayo, los ve como "entidades sin futuro": sin una placenta y un cordón umbilical conectado a una madre, ningún embrión sintético podría sobrevivir.

A medida que avanza esta tecnología, podría haber un debate sobre si los embriones sintéticos tienen algún derecho, o si pueden usarse éticamente como forraje para la ciencia y la medicina. Aunque Hanna no cree que un embrión artificial hecho de células madre cuente alguna vez como un ser humano, tiene un plan de contingencia para asegurarse de que no haya confusión. Es posible, por ejemplo, modificar genéticamente las células iniciales para que el embrión modelo resultante nunca se desarrolle por completo.

La nueva empresa, Renewal, comenzará a gastar dinero en mejorar las incubadoras, desarrollar sensores para rastrear los embrioides a medida que se desarrollan y encontrar formas de extender su tiempo de supervivencia en el laboratorio. Amirav-Drory dice que la empresa se encuentra en una etapa tan temprana que todavía está aprendiendo para qué podría usarse la tecnología y qué aplicaciones son las más prometedoras.