Weather. Heatwaves and floods around the world may be a taste of years to come.

Cita: 

The Economist [2022], "Weather. Heatwaves and floods around the world may be a taste of years to come", The Economist, London, 10 de septiembre, https://www.economist.com/science-and-technology/2022/09/05/heatwaves-an...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Septiembre 10, 2022
Tema: 
Cambios extremos de temperatura
Idea principal: 

Las inundaciones de más de un metro en Pakistán han sumergido un tercio del país y ha dejado más de 1 100 muertos. No es la única parte del mundo que ha soportado un clima extremo en 2022.

Australia se vio afectada por una lluvia y un calor sin precedentes. Lluvias en Brasil provocaron deslizamientos de tierra e inundaciones que mataron a más de 100 personas. El este de África sufría su cuarto año consecutivo de sequía. Se registraron récords de temperatura en ciudades de toda Europa, y los ríos se secaron más que en cualquier otro momento durante 500 años. Una ola de calor en gran parte de China generó temperaturas que superaban 40°C.

Una de las fuentes más poderosas de la variabilidad climática natural es “El Niño-Oscilación del Sur” (ENSO, por sus siglas en inglés), un fenómeno en el que el clima alrededor de los trópicos se mueve hacia uno de dos estados extremos.

En un año sin los efectos ENSO, los vientos que soplan de este a oeste a través del Pacífico empujan el agua cálida cerca de la superficie en la misma dirección.

Cuando los vientos soplan más débiles de lo normal, el agua tibia permanece en el Pacífico central y oriental, provocando más precipitaciones en esa parte del mundo. A este evento se le conoce como “El Niño”. Cuando los vientos soplan con especial fuerza, se acumula más agua caliente de lo habitual en el Pacífico occidental, lo que provoca allí más precipitaciones, y sube más agua fría de las profundidades frente a la costa de América del Sur. Esto se conoce como “La Niña”.

“La Niña” trae consigo ciertos efectos estadísticamente predecibles, incluyendo sequías en Chile, el Medio Oriente y el Cuerno de África, y mayores tasas de lluvia en el oeste de África y el sur de Asia. Sin embargo, las fluctuaciones son lo suficientemente grandes como para afectar las temperaturas globales promedio. Debido a que evitan que el calor del océano pase a la atmósfera, “La Niña” tiende a hacer que el mundo sea más frío de lo que sería de otro modo.

Un planeta más caliente significa que hay más humedad en el aire, lo que genera lluvias más extremas y mayores riesgos de inundaciones, provocando lo que está pasando en Pakistán. Significa que las lluvias inducidas por “La Niña” pueden ser inusualmente mortales. El calentamiento global tiene un efecto indirecto, ya que las altas temperaturas experimentadas aceleraron el derretimiento de los glaciares y la sobrecarga de los ríos. También es posible que la contaminación del aire en el área también desempeñe un papel. El Proyecto de Atribución del Clima Mundial, una red global de modeladores climáticos, comenzó a trabajar recientemente para desentrañar los diversos factores que desataron esa catástrofe en Pakistán.

Aunque ENSO no opera aislado del calentamiento climático, la relación exacta entre los dos continúa desconcertando. Por lo general, opera en un ciclo de tres a siete años, con un fuerte fenómeno de “El Niño” que tiende a ser seguido por un equilibrio de “La Niña”. La triple caída de 2022 no solo no tiene explicación, dice Mat Collins de la Universidad de Exeter, sino que no es consistente con lo que los modelos climáticos sugieren que sucederá con el cambio climático.

Los modelos climáticos, sin embargo, están más de acuerdo en que las regiones afectadas por “La Niña” tenderán a expandirse con el tiempo. Por ejemplo, Angola, que se encuentra más allá del límite de la zona de inundación tradicional de “La Niña” en África, ha experimentado este año fuertes precipitaciones durante la temporada de “La Niña”.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La destrucción del ambiente y el cambio climático está empeorando las fuentes más poderosas de la variabilidad climática natural que podrían ser predecibles por modelos climáticos y que eran inusualmente mortales.