Europe Is Sacrificing Its Ancient Forests for Energy

Cita: 

Hurtes, Sarah y Weiyi Cai [2022], "Europe Is Sacrificing Its Ancient Forests for Energy", The New York Times, New York, 7 de septiembre, https://www.nytimes.com/interactive/2022/09/07/world/europe/eu-logging-w...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Miércoles, Septiembre 7, 2022
Tema: 
La producción de energía mediante la quema de madera es sumamente contaminante y destruye los bosques europeos.
Idea principal: 

Sarah Hurtes se integró al departamento de investigaciones internacionales en The New York Times en 2022. Antes de unirse al Times fue periodista independiente. Asistió a la escuela de periodismo en la Columbia University, en dicha universidad ganó un premio por su investigación sobre los efectos de productos químicos en bebés.

Weiyi Cai es una periodista de origen chino, que desde 2019 colabora con The New York Times.


En la primera década del siglo XXI la Unión Europea empezó a subsidiar la quema de madera. El objetivo era impulsar las energías renovables y disminuir el uso de gas y carbón para la producción energética. Los desechos de madera comprimida (pellets) se vendieron como una forma de transformar los residuos de la madera en energía limpia. Con los subsidios, el mercado energético de la madera creció, y la madera se convirtió en la principal fuente de energía renovable de Europa.

Las naciones europeas pueden considerar la energía proveniente de la quema de madera como parte de su contribución al cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones de dióxido de carbono. Pero, de acuerdo con la agencia de investigación de la Unión Europea (U.E.), la quema de madera emite más dióxido de carbono que la producción energética con combustibles fósiles.

De acuerdo con David Gehl, miembro del grupo de investigación y defensa climática Enviromental Investigation Agency (EIA), la producción de energía por medio de los pellets de madera está provocando la destrucción de los últimos bosques primarios [1] de Europa (Dato Crucial 2). Además, la U.E. es la región que, por mucho, consume más pellets (Dato Crucial 3).

A principios de septiembre de 2022, el parlamento europeo votó una ley que podría haber eliminado los subsidios a la industria energética de la madera, además de prohibir que las naciones europeas contaran este tipo de producción energética como parte de su contribución al cumplimiento de los objetivos en materia de energías limpias.

Desde la perspectiva de algunos gobiernos europeos, el escenario no es el adecuado para limitar la producción energética de la madera, pues el suministro de gas y petróleo proporcionado por Rusia está disminuyendo. En particular, son los países nórdicos y de Europa Central los que no quieren que se eliminen los subsidios de la madera.

La disyuntiva entre la eliminación o continuidad de la madera como fuente de energía es parte del desafío entre la necesidad de estabilidad tanto económica como energética, y un apremiante cambio climático. Para combatir el cambio climático la U.E. exigió que los países miembros cumplieran los objetivos en materia de energía renovable; el problema es que la producción energética por medio de la quema de madera es muy contaminante pero califica como energía renovable pues se considera que los árboles pueden volver a crecer.

En 2018 cientos de científicos manifestaron que, aunque los árboles pueden volver a crecer, un bosque que apenas está en desarrollo tarda décadas en absorber el dióxido de carbono generado por la quema de madera.

Expertos de la EIA, en colaboración con conservacionistas forestales, monitorearon algunos de los bosques más antiguos de Europa. En su investigación observaron que árboles talados en parques naturales y áreas de conservación fueron transportados hasta aserraderos. También vincularon a los madereros con empresas que venden pellets, y descubrieron que el saqueo de bosques primarios para hacer pellets se ha vuelto una práctica muy extendida en Europa.

La tala de árboles en bosques protegidos no está prohibida en Europa, pero los gobiernos deben realizar evaluaciones ambientales y garantizar la conservación del lugar. Pero, de acuerdo con la European Court of Auditors muchos de los bosques supuestamente protegidos están en mal estado de conservación.

Reporteros del The New York Times recorrieron bosques de Rumania (Dato crucial 4) y encontraron varias zonas arrasadas por la tala de árboles.

Además, observaron que los árboles extraídos de los bosques rumanos ingresaron a aserraderos de la compañía Ameco, que es una de las mayores productoras de pellets en Rumanía (Datos Cruciales 5 y 6) .

Los pellets se suelen promocionar como una fuente de energía limpia, pero los científicos calculan que la quema de madera libera más gases de efecto invernadero que combustibles fósiles como el petróleo o el carbón. Además, el problema no se limita a la emisión de gases de efecto invernadero. De acuerdo con el ingeniero forestal Dan Catalin Turiga, la tala de árboles antiguos y los caminos que abren los madereros afectan severamente ecosistemas que tardaron siglos en formarse, y la reforestación no restaura la biodiversidad dañada.

Los dueños de los bosques ya sean particulares o estatales, deben sustituir los árboles talados con árboles nuevos; pero no siempre se cumple. Los periodistas del Times encontraron áreas que hace varios años se registraron como taladas y en las que nunca hubo reforestación. Además, hay un subregistro de la explotación maderera, pues se han encontrado casos de camiones que transportan madera y no son registrados, o el peso que se registra es alterado.

Desde la perspectiva de grupos comerciales como Bioenergy Europe, la explotación sostenible de madera es importante para que Europa transite a fuentes de energía renovable. Asimismo, sostienen que dejar de considerar la madera como una fuente de energía limpia aleja a muchos países del cumplimiento de los objetivos en materia de energías renovables (Dato Crucial 7).

Aunque la propuesta que se votó en el parlamento respalde un cambio, los detalles se resuelven en negociaciones con los gobiernos nacionales.

Notas

[1] Un bosque primario refiere a una zona forestal con un muy elevado nivel de conservación en la que el impacto de la intervención humana es mínima.

Datos cruciales: 

1.- Bosques de Finlandia y Estonia que en algún momento se consideraron clave en la absorción del dióxido de carbono, ahora sufren tanta tala que los científicos los consideran emisores de carbono. En agosto de 2022 el gobierno de Hungría eliminó sus reglas de conservación para permitir el aumento de la tala de los bosques primarios.

2.- La industria energética de la madera es tan grande que una investigación oficial de la Union Europea no pudo localizar el origen de 120 millones de toneladas métricas de madera usadas en Europa durante 2019.

3.-

4.- Los bosques de Rumania representan dos tercios de los bosques primarios de la Union Europea.

5.- Ameco es de los mayores productores de pellets en Rumanía, y sus propios documentos reportan el ingreso de cientos de camiones cargados de tronco de árboles provenientes de bosques ecológicamente sensibles.

6.- Según datos de la Agencia de Investigación Medioambiental, la mayoría de las principales fábricas de pellets en Rumanía reciben troncos de bosques protegidos. Se calcula que un tercio de la madera que reciben las fábricas proviene de áreas protegidas. Además, la agencia rastreó el traslado de troncos desde bosques ecológicamente importantes, hasta diez fábricas de pellets y tres centrales eléctricas en Rumania, Bulgaria, Eslovaquia y Polonia.

7.- Italia es el mayor consumidor de pellets en Europa y más de un tercio de su energía renovable proviene de la quema de materia vegetal.

8.- Los precios del gas natural se multiplicaron por diez durante 2021, y muchas personas que viven en Europa temen no poder calentar sus hogares en el invierno de 2022.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La nota reporta la forma en que la reglamentación para las energías renovables es útil a empresas como Ameco, además del impulsó estatal por una forma de emitir gases de efecto invernadero en nombre de la transición energética, que provoca una profunda devastación ecológica en tanto depreda bosques y emite más contaminantes que combustibles fósiles como el petróleo.