Aatish Bhatia es escritor y educador con un doctorado en física de la Universidad de Rutgers.

Francesca Paris es una periodista de datos que comenzó su carrera en la radio pública. Trabajó como productora para NPR en Washington y WBUR en Boston.

Margot Sanger-Katz es corresponsal de The New York Times, donde escribe sobre atención médica para The Upshot, el sitio del Times sobre política, economía y vida cotidiana.

La administración de Biden está caracterizada por un importante acuerdo de infraestructura bipartidista, un proyecto de ley de tecnología, un proyecto de ley de salud para veteranos, un proyecto de ley de seguridad de armas y un paquete de nuevas inversiones en clima y atención médica. Sin embargo, se ha quedado corto en algunos de sus objetivos legislativos.

The Upshot comparó cada línea de gastos e ingresos en los planes de empleos y familias del presupuesto 2022 con estimaciones de costos para los cinco grandes proyectos de ley de políticas aprobados por el Congreso en 2021. El análisis se centró en la legislación destinada a lograr cambios de política a largo plazo.

Cuatro de los cinco proyectos de ley principales (el proyecto de ley de infraestructura, CHIPS, la Ley PACT y la Ley de Comunidades más Seguras) eran bipartidistas. Pero la Ley de Reducción de la Inflación, que representa alrededor de un tercio del gasto, fue aprobada solo por los demócratas. Los subsidios de atención médica ampliados y la mayoría de los planes de reducción de emisiones de carbono se lograron mediante el voto de la línea del partido demócrata, al igual que la gran mayoría de los nuevos impuestos y recortes de gastos que ayudan a compensar los nuevos gastos.

La mayoría de las propuestas de políticas centradas en la equidad se redujeron en su totalidad. Los recortes incluyeron programas diseñados para reconectar comunidades divididas por carreteras; inversiones en viviendas de interés social; y financiamiento para colegios y universidades históricamente afroamericanos. Pero la Ley de Reducción de la Inflación incluyó fondos para priorizar desarrollos en comunidades de bajos ingresos.

Hay una inversión importante en la financiación de carreteras, puentes, aeropuertos y fabricación de chips informáticos, así como créditos fiscales que alentarán a las empresas a construir fábricas que produzcan tecnología como baterías y paneles solares. Estas fueron áreas con mucho apoyo bipartidista.

Biden quería dar mucho dinero directamente a las personas y los servicios sociales, pero la legislación financia principalmente corporaciones y proyectos de construcción. Gran parte del éxito legislativo fue en infraestructura y política industrial. Del gasto en servicios sociales que se aprobó, 60% fue para veteranos.

Parte del gasto corporativo beneficiará a las personas en forma de puestos de trabajo o menores costos de energía. Pero según los planes originales de la administración, aproximadamente la mitad del gasto propuesto se habría destinado directamente a los servicios sociales o a los hogares a través de créditos fiscales, seguro médico ampliado y subvenciones educativas.

Los demócratas no pudieron aprobar importantes aumentos de impuestos corporativos o impuestos más altos para los ricos como parte de la Ley de Reducción de la Inflación. En cambio, el Congreso creó algunas políticas fiscales nuevas y también encontró ahorros sustanciales de las políticas para reducir los precios de los medicamentos recetados en Medicare.

Las diferencias entre la agenda original de Biden y los gastos e ingresos que se aprobaron como ley muestran cuánto ha logrado el Congreso. El compromiso y otras restricciones políticas han reducido las ambiciones iniciales. Aquí se detalla lo que Biden quería y lo que obtuvo:

Los proyectos de ley incluían un gasto sustancial en resiliencia climática e incentivos para fabricar tecnologías bajas en carbono. La mayoría de los fondos provinieron de la Ley de Reducción de la Inflación de los Demócratas, que ayudará a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en aproximadamente 40% por debajo de los niveles de 2005 para 2030. Pero el proyecto de ley de infraestructura bipartidista también incluyó dinero para la carga de vehículos eléctricos, autobuses escolares de bajas emisiones y otros proyectos relacionados.

En infraestructura física, hubo importantes gastos nuevos en carreteras, puentes, agua, ferrocarriles, aeropuertos y banda ancha del proyecto de ley de infraestructura.

En vivienda y capacitación laboral, hubo reducciones significativas. El plan de la administración incluía decenas de miles de millones de dólares para viviendas asequibles. Finalmente, solo se aprobaron mil millones de dólares.

En el cuidado de la salud, el Congreso no amplió los beneficios de Medicare para incluir la cobertura dental, auditiva y de la vista, y no amplió la cobertura de seguro a los adultos pobres en los estados que no han ampliado Medicare. También perdió en su propuesta de 400 mil millones de dólares para ampliar el acceso a la atención médica en el hogar y reducir la dependencia de los hogares de ancianos para los estadounidenses.

Ante esto, el Congreso aprobó una legislación para hacer que la cobertura de medicamentos recetados en Medicare cubra más costos de medicamentos y para expandir temporalmente los subsidios. La Ley bipartidista de comunidades más seguras, incluyó nuevos gastos para servicios de salud mental en escuelas y centros de salud comunitarios. El Congreso también aprobó la Ley PACT, que amplió los beneficios de los veteranos, haciendo que más veteranos sean elegibles para recibir atención médica y beneficios por discapacidad.

Las políticas destinadas a apoyar a las familias y los cuidadores, se eliminó por completo. Los paquetes que se convirtieron en ley no incluían subsidios para guarderías, licencias pagadas o un crédito fiscal por hijos destinado a reducir la pobreza infantil. Los programas familiares fueron eliminados debido al tamaño total de lo que se convirtió en la Ley de Reducción de la Inflación.

Falta toda la agenda educativa, incluida la financiación de colegios comunitarios gratuitos y prekínder universal. Sin embargo, la administración tiene como objetivo lograr la condonación de la deuda estudiantil y reformar el pago de préstamos a través de la acción ejecutiva.

Originalmente, Biden propuso recaudar casi 3 mil millones de dólares a través de aumentos en la tasa de impuestos sobre las corporaciones y los estadounidenses ricos, además de cientos de miles de millones más mediante el aumento de la aplicación de las leyes fiscales por parte del Servicio de Impuestos Internos.

La administración no pudo ganar apoyo para una tasa impositiva corporativa del 28%, un aumento de los impuestos a los estadounidenses más ricos. En cambio, el Congreso aprobó un nuevo impuesto sobre las corporaciones que compran sus propias acciones y una nueva tasa impositiva mínima para las corporaciones que ganan más de mil millones de dólares al año.

El presidente también pidió políticas que reduzcan el gasto de Medicare en medicamentos recetados. Esas propuestas no se incluyeron como elementos de línea en su presupuesto, pero versiones de estas políticas se incluyeron en la Ley de Reducción de la Inflación y representan una parte sustancial de los ahorros.