1.5 °C degrowth scenarios suggest the need for new mitigation pathways

Cita: 

KeyBer, Lorenz y Manfred Lenzen (2021), "1.5 °C degrowth scenarios suggest the need fornew mitigation pathways", Nature Communications, 12:2676, https://doi.org/10.1038/s41467-021-22884-9

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
2021
Tema: 
El desacoplamiento entre energía-GDP que promete el desarrollo tecnológico es improbable, por lo que se proponen escenarios de decrecimiento.
Idea principal: 

Lorenz Tilmann Keyßer es candidato a doctor en Economía Ecológica en la Universidad de Lausana, Suiza y con interés en la justicia climática, el post-crecimiento y el decrecimiento, así como en la economía plural.

Manfred Lenzen es profesor de Investigación sobre Sostenibilidad en Análisis Integrado de la Sostenibilidad (ISA) en la Escuela de Física de la Universidad de Sídney. Tiene un doctorado en Física Nuclear y 15 años de experiencia en tecnologías de energías renovables.


Desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015 las emisiones siguen aumentando, mientras tanto, los Modelos de Evaluación Integrado (IAMs, por sus siglas en inglés) reportados por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) continúan considerando el crecimiento sostenido del producto interno bruto (GDP, por sus siglas en inglés), pues afirman que es necesario para mantener el bienestar de las sociedades humanas.

No obstante, el crecimiento del GDP está relacionado con el incremento en los retos de mitigación pues se asocia al aumento en el consumo de energía y materiales. En este sentido, alternativas de mitigación como las propuestas por el modelo de decrecimiento no son tomadas en cuenta por los IAMs del IPCC. Por tal motivo, en este artículo los autores abordan una comparación entre los escenarios que ofrece el decrecimiento y los de IAMs a través de un modelo cuantitativo de las emisiones por energía de combustibles fósiles.

Los IAMs hacen muchas suposiciones sobre el crecimiento poblacional y económico, así como de la distribución de los ingresos y el cambio tecnológico. Además, el reporte especial del IPCC (SR1.5) incluye un escenario de baja demanda energética (LED, por sus siglas en inglés) en el cual se incrementa significativamente la eficiencia energética y de uso de materiales a través de su desacoplamiento al crecimiento de GDP. No obstante, para alcanzar la meta de 1.5°C se requieren transformaciones energéticas, industriales de uso de suelo e infraestructura. Respecto a las tecnologías de emisiones negativas (NETs, por sus siglas en inglés), éstas asumen remociones de grandes cantidades de dióxido de carbono (dato crucial 1), no obstante, estas tecnologías se enfrentan a un alto grado de incertidumbre respecto a la sostenibilidad y viabilidad.

Cabe señalar que ninguno de los 222 escenarios del reporte especial del IPCC considera un descenso en la trayectoria del GDP, no obstante, existe evidencia empírica que resalta la relación entre el crecimiento del GDP y el aumento del uso de energía, materiales y combustibles fósiles. En este sentido, se define al decrecimiento como una “disminución de los flujos de energía y recursos a través de una economía basada en el GDP, asegurando el bienestar humano” (p. 2). Por tanto, es crucial tomar en cuenta aspectos de equidad intra e intergeneracional, para forjar una economía estructuralmente más justa y que abarque la redistribución de la riqueza del Norte Global hacia el Sur Global.

Con reformas políticas y cambios socioeconómicos es posible mantener una alta calidad de vida con una menor utilización de energía per capita. En este tenor, un primer acercamiento implica evidenciar la falta de escenarios de mitigación del cambio climático que describan el decrecimiento, por tal razón, en este artículo se evalúa el desempeño de los escenarios de decrecimiento en comparación con los IAMs del IPCC a través de indicadores de riesgo para sostenibilidad y viabilidad. En este último respecto, los autores distinguen entre viabilidad sociotécnica (desacoplamiento entre energía-GDP, velocidad y escala de la transición energética, y desarrollo de NETs) y viabilidad sociopolítica (incluyendo la económica).

Para realizar el análisis antes mencionado, se desplegó un modelo cuantitativo de la triada combustible-energía-emisiones, se buscó evitar los típicos errores de los modelos de evaluación integrada, de esta forma, los resultados mostraron que los escenarios de decrecimiento minimizan muchos riesgos clave para la sostenibilidad y viabilidad, pero continúan los retos respecto a la viabilidad política.

Resultados

Resumen de escenarios

Los autores de este artículo estudiaron cuatro trayectorias con bajo desacoplamiento energía-GDP, diez trayectorias con desacoplamiento medio y cuatro trayectorias con alto desacoplamiento impulsadas por el desarrollo tecnológico. En el primer grupo, el GDP crece a la par de la curva final de demanda de energía, en los siguientes dos casos, el GDP crece a la misma tasa actual, con una disminución de la demanda de energía. Respecto a los escenarios del IPCC, el que más se le parece a la trayectoria de decrecimiento es el escenario de baja demanda energética (LED, por sus siglas en inglés), pues propone una fuerte reducción en el uso de material y energía. No obstante, los escenarios propuestos por los autores no dependen de la eficiencia energética, por tal motivo, los escenarios difieren en la velocidad y escala en la que las energías renovables remplazarán a los combustibles fósiles, así como la captura y almacenamiento de carbono y el desarrollo de NETs.

Resultados de los escenarios

Todos los escenarios están diseñados para operar dentro del presupuesto de carbono para una probabilidad de 50% de limitar el calentamiento global a 1.5°C para 2100. Cada uno logra este fin a través de diferentes niveles de consumo inicial y final de energía, así como distintas trayectorias de GDP y emisiones de dióxido de carbono. En este sentido, se siguen las mismas tres dimensiones de los escenarios del IPCC: el grado de desacoplamiento energía-GDP, la velocidad de expansión de las energías renovables y el nivel de desarrollo de NETs y captura y almacenamiento de carbono.

En el primer grupo de bajo desacoplamiento entre energía-GDP, los valores caen dentro del rango histórico del promedio por cada diez años de los últimos 30 años. En el grupo de desacoplamiento medio, se observa un desacoplamiento mayor de energía-GDP que los registros históricos, por su parte, es evidente que entre mayor desarrollo de NETs, menor es la expansión de las energías renovables. Finalmente, respecto al grupo de alto desacoplamiento GDP-energía, se concluye que es menor el consumo final de energía, menor el desarrollo de NETs y más lenta la expansión de energías renovables para alcanzar la meta 1.5°C.

Evaluación de escenarios: interpretación de indicadores de riesgo negativos

Al momento de escoger sus indicadores, los autores se enfocaron en la evaluación de la intensidad energética y la magnitud de las adiciones de energías renovables. Escogieron indicadores absolutos. De igual forma, consideraron el desarrollo de NETs, así como la evaluación de la viabilidad sociopolítica. Con base en lo anterior, en el dato crucial 2 se observa un mapa de riesgos que indica que un incremento en el desacoplamiento energía-GDP implica mayores riesgos para la viabilidad sociotécnica y sostenibilidad, de igual forma, representa una amenaza para la velocidad y escala en la transición energética y en el desarrollo de NETs.

Desacoplamiento energía-GDP

En el escenario de baja demanda energética, la eficiencia tecnológica conduce a una reducción de 53% en la demanda en el Norte Global y de 32% en el Sur Global para 2050. A pesar de que en este escenario LED no considera explícitamente el efecto en el crecimiento del GDP, algunos autores afirman que se trata de un escenario de decrecimiento pues tal grado de desacoplamiento resulta imposible. La afirmación anterior la respaldan diversos estudios, tales como el de “factor total de productividad”, el cual muestra que el crecimiento económico está fuertemente ligado al uso total de energía. En este sentido, ciertos resultados confirman que un desacoplamiento absoluto entre el uso de energía y el GDP es prácticamente imposible.

Hasta el momento, la digitalización ha conducido a un incremento neto del consumo de energía al impulsar la eficiencia energética y consecuentemente el crecimiento económico. En este sentido, el GDP no puede ser desacoplado del todo del uso de energía y recursos. De igual forma, el aumento del sector terciario en países industrializados ha generado aumentos en el consumo de energía y emisiones de dióxido de carbono. Con base en lo anterior, resulta evidente que depender de un alto grado de desacoplamiento resulta un riesgo para la viabilidad antes discutida.

En este tenor, los autores llegan a la conclusión de que los escenarios menos riesgosos para la viabilidad son aquellos que se encuentran en el grupo de bajo desacoplamiento, donde se encuentran sus propuestas de decrecimiento.

Velocidad y escala de reemplazamiento de combustibles fósiles por energías renovables

Entre mayor es la velocidad de incremento de las energías renovables, mayor es el reto de la viabilidad, en este tenor, debido al innegable acoplamiento entre la energía-GDP, se define la tasa de retorno energético (EROI, por sus siglas en inglés) como una forma de medición del sistema económico-energético. De acuerdo con las proyecciones, se estima que el EROI de las energías renovables aumente con el tiempo, no obstante, existe debate al respecto pues hay gran incertidumbre sobre la capacidad de las energías renovables para satisfacer la creciente demanda de energía.

Por otro lado, no existe evidencia empírica que demuestre la posibilidad de un desacoplamiento absoluto del GDP y el uso de recursos materiales. En este sentido, la reducción del último es crucial para las acciones de mitigación climática, así como la reducción de los impactos medioambientales y la pérdida de biodiversidad. Sumado a lo anterior, se ha visto que las energías renovables tienen una huella material mayor que los combustibles fósiles, asimismo, la extracción de materiales trae consigo conflictos en las comunidades locales, especialmente en el Sur Global. En este sentido, el nivel al que se tiene que reducir la huella material no es compatible con el crecimiento del GDP (dato crucial 3). Con base en lo anterior, se concluye que el exceso de confianza en la transición energética implica un riesgo sustancial para la viabilidad y sostenibilidad, pues depende en gran medida del desarrollo de NETs, así como de la demanda de energía.

Tecnologías de emisiones negativas

El desarrollo masivo de NETs implica numerosos riesgos para la sostenibilidad y viabilidad. Debido a que son pocas las tecnologías que se han desarrollado a gran escala, los modelos basados en ellas muestran un alto grado de incertidumbre. Se presume que el EROI de las tecnologías BECCS es extremadamente bajo, pues están altamente asociadas al cambio de uso de suelo, por lo cual se prevé sea detonante de la transgresión de límites planetarios como la biodiversidad.

Con base en lo anterior, algunos autores concluyen que las acciones de mitigación no deberían centrarse en las NETs, pues no serán una solución a gran escala. En contraparte, los escenarios de decrecimiento se basan en la disminución de la velocidad y la escala de las energías renovables, así como en el menor desacoplamiento posible entre energía-GDP.

Equidad

La equidad es vital para la sostenibilidad (dato crucial 4), e incluir la equidad en las agendas de mitigación climática, las acciones que deben adoptar los países de altos ingresos se vuelven más desafiantes que las consideradas por IAMs, lo cual implica un necesario decrecimiento en el Norte Global. En este sentido, los autores de este articulo presentan un escenario de la distribución del uso de energía entre el Norte y el Sur Global (dato crucial 5). Tener en consideración la justicia ambiental justifica cuestionarse el exceso de confianza en el desarrollo de NETs, así como la velocidad y la escala de la transición energética, lo cual fortalece la postura del decrecimiento.

Viabilidad política y económica

Una transición hacia el decrecimiento se enfrenta a grandes obstáculos políticos, “abandonar el crecimiento económico parece imposible ya que implica cambios significativos en los actuales sistemas socioeconómicos capitalistas para superar sus imperativos de crecimiento” (p. 9). No obstante, la viabilidad política es más factible que la viabilidad socio-técnica, pues el cambio social es complejo, no lineal e impredecible.

Por otro lado, debido a que la viabilidad política depende en gran medida de los movimientos sociales, el paradigma del decrecimiento implica modificar las estrategias para el cambio enfocándose principalmente en los movimientos sociales ascendentes.

Muchos IAMs tienen una perspectiva de minimización de costos utilizando el GDP como unidad de medida, por lo cual solo se implementan medidas de mitigación con los menores costos. Desde esta perspectiva, el decrecimiento resulta ser económicamente ineficiente y parece ser más costoso que las medidas tecnológicas. No obstante, el GDP no es un constructo neutral, nos debemos preguntar a costa de quiénes ocurre, quiénes se benefician, las contribuciones de quiénes son consideradas y excluidas y finalmente, quiénes toman las decisiones.

Finalmente, las comparaciones monetarias no son las únicas válidas, en este sentido, una comparación más acertada debería monetizar toda la variedad de impactos ecológicos y sociales en diferentes ecosistemas y grupos de personas. La pregunta crucial es: ¿cómo lograr que la disminución del GDP sea socialmente sostenible salvaguardando las necesidades humanas y las funciones sociales? Siguiendo la línea de la pregunta anterior, las investigaciones sugieren que es posible lograr una alta calidad de vida con un menor uso de energía y disminución del GDP. No obstante, se requieren cambios socioeconómicos sustanciales negociados democráticamente.

Discusión

En resumen, los escenarios de decrecimiento de 1.5°C presentan el menor riesgo relativo para la viabilidad y sostenibilidad sociotécnica en comparación con el SR1.5 del IPCC, pues son los únicos que se centran en el bajo desacoplamiento energía-GDP, así como en la baja transición energética y desarrollo de NETs.

Los resultados de los autores contrastan con los escenarios IAMs que se basan completamente en las soluciones tecnológicas, sin embargo, sus resultados se enfrentan a ciertas limitaciones. Por ejemplo, el presupuesto de carbono utilizado de 50% de probabilidad de no superar 1.5°C de calentamiento puede resultar muy bajo con base en el principio precautorio (dato crucial 6). Asimismo, los autores no consideran las emisiones de metano ni los óxidos nitrosos, que en caso de ser consideradas aumentarían los desafíos. En este sentido, confiar solamente en las tecnologías es muy riesgoso, por lo que la mejor opción es complementar estas medidas con reducción de emisiones a través de cambios sociales.

Por otro lado, los autores consideran que se requiere una mayor variedad de indicadores para tener un panorama más amplio de la viabilidad. Sin embargo, sostienen que las investigaciones deben abordar escenarios de decrecimiento, pues mantenerlos al margen limita el cambio social. En este sentido, los modeladores tienen la responsabilidad de evaluar toda la gama de posibles escenarios futuros, incluso aquellos que se consideran políticamente inviables.

El modelo cuantitativo de los autores, aunque limitado, destaca la transparencia y facilita los modelos actualmente excluidos por los IAMs del IPCC, no obstante, este modelo niega al sector monetario y las conexiones entre la energía, la disponibilidad de materiales y crecimiento económico, así como los requerimientos de energía y material para los estándares de calidad de vida.

En este sentido, esta aproximación resulta ser el primer paso para comenzar a explorar los escenarios de decrecimiento y requiere de modelos más complejos. Por otro lado, las sociedades dentro de estos escenarios funcionarían de forma distinta por lo que los parámetros y estructuras de los modelos basados en datos pasados ya no serían válidos. Por su parte, el GDP resulta ser un indicador inadecuado para medir el bienestar social. De igual forma, muchas de las propuestas de decrecimiento están basadas en trabajo no remunerado como la asistencia social y compromiso con la comunidad. Finalmente, se debe tener mayor pluralidad de perspectivas económicas más allá del enfoque neoclásico de los modelos IAMs, pues se les da demasiado peso a los escenarios de mitigación en el marco del desarrollo tecnológico.

Datos cruciales: 

1. Las tecnologías de emisiones negativas (NETs, por sus siglas en inglés) asumen remociones de dióxido de carbono de entre mil y diez mil millones de toneladas (GtCO2) para el 2100 a través de Bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS, por sus siglas en inglés).

2.

3. Para ser más sostenible, la huella material tiene que disminuir aproximadamente 50 mil millones de toneladas por año, situación poco probable.

4. Con el aumento de los ingresos de los segmentos más pobres de la población a más de 2.97 dólares se prevé que se utilice 66% del presupuesto de carbono para 2°C, mientras que sólo una minoría global y acomodada es responsable actual e históricamente de la mayor parte de las emisiones de carbono.

5.

6. Incrementar la probabilidad de superar 1.5°C a 66% disminuye el presupuesto de carbono 160 gigatoneladas, mientras que si se incluyen los sistemas de retroalimentación terrestres lo disminuye 100 gigatoneladas más.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Los actuales escenarios de mitigación y adaptación frente al cambio climático responden a la lógica imperante de crecimiento económico. Se han instaurado formas que logren justificar esta lógica como es el caso de la relación directa que se ha determinado entre el crecimiento económico y el aumento en el bienestar de las sociedades. No obstante, es evidente que el desacoplamiento del crecimiento económico con la utilización de energía y materiales es imposible, por lo que considerar escenarios que operen bajo paradigmas distintos, como es el decrecimiento, parecen ser una opción más viable en términos de justicia climática.