The challenge of the age. The world has to adapt to the climate change it will not avoid
The Economist [2022], "The challenge of the age. The world has to adapt to the climate change it will not avoid", The Economist, London, 5 de noviembre, https://www.economist.com/special-report/2022/11/01/the-world-has-to-ada...
Abu Ayman solía ser un agricultor iraquí dedicado al cultivo de dátiles y otras frutas. A causa del incremento de temperatura, el agua proveniente del río Shatt al-Arab y las lluvias de Anatolia comenzaron a escasear debido a la demanda de los locales.
También, el agua comenzó a salinizarse ya que se filtró con el agua proveniente del Golfo Pérsico. De esta manera, la escasez de palmeras que protejan sus cultivos y de agua dulce hizo que los cultivos de Ayman comenzaran a morir. Ahora se dedica a trabajar como vigilante (Dato crucial 2).
Muhammad Obaid, primo de Abu Ayman, quien se dedica a lo mismo, también atravesó por la misma situación. La diferencia es que Obaid sigue dedicándose al cultivo de sus frutas.
La primera razón es porque geográficamente, le lleva ventaja a Ayman. Sus plantaciones se encuentran cerca del Shatt al-Arab y eso le aventaja en poder acceder al agua cuando todavía no está salada. Además, las palmeras aún le resguardan en sus cultivos.
La segunda razón es que Obaid es subempleado y las ganancias que obtiene de su otro trabajo le han permitido acceder a agua fresca de riego cuando el agua dulce escasea. Eso le ha ayudado a mantener viva su plantación (Dato crucial 3).
Esta historia representa la adaptabilidad en tiempos del cambio climático. La adaptación dependerá de la localización geográfica y el rol del Estado para hacer frente a los efectos derivados del cambio climático y proteger a la población vulnerable en el corto plazo. En este caso, es un fallo para el Estado iraquí.
Aun así, en el largo plazo, nada le garantiza a Obaid que los efectos del cambio climático no sigan empeorando. Si el agua tiende a ser más salada, los periodos de escasez del producto vital harán más difícil su disponibilidad. Será cada vez más costoso mantener sus parcelas y tendrá que evaluar si tiene sentido financiero seguir con ese negocio.
1.- “Árido” no comienza a describir la pequeña porción de tierra de Abu Ayman en el sur de Iraq. El sol golpea fuerte, a veces elevando la temperatura por encima de 50℃. Solía ser una plantación de palmeras, pero no quedan árboles, solo hileras de troncos sin desmochar. De altura desigual e inclinados en ángulos extraños, parecen columnas en ruinas de algún gran templo antiguo, arrasado por una calamidad olvidada hace mucho tiempo.
2.- La temperatura media en Basora, la ciudad más cercana a Abu es 2.5℃ más caliente de lo que era en la década de 1980. En julio alcanzó 53.9℃, un recórd.
La gráfica nos muestra como en 50 años, el rango de temperaturas en la ciudad de Bason, Iraq se ha ido modificando paulatinamente. En 1970 se encontraba entre 25℃-33℃. En 2021 oscila entre 27℃-35℃. Un incremento aproximado de dos grados de temperatura.
3.- Muhammad Obaid y sus hermanos son dueños de una pequeña tienda de comestibles, por lo que pueden invertir las ganancias de ese negocio en su granja. Así pudieron pagar 150 dólares que necesitaban para revivir la plantación y 35 dólares por cada cisterna de agua. Sin ese dinero, su tierra sería tan estéril como la de Abu Ayman.
La adaptación frente al cambio climático es solo una medida para ganar tiempo. No es una solución para resolver el problema del incremento de temperatura y degradación ambiental. El Estado debe proveer a la población vulnerable con las subvenciones necesarias y no dejarlos caer en situación de pobreza.
El sector agrícola es pieza clave para mantener la autosuficiencia alimentaria no solo a nivel local sino de todo el mundo. El Estado por lo menos debe asegurar que este sector siga teniendo su ingreso de subsistencia.
