Making the money available. Public money must pave the way for private investment in climate-change adaptation

Cita: 

The Economist [2022], "Making the money available. Public money must pave the way for private investment in climate-change adaptation", The Economist, London, 5 de noviembre, https://www.economist.com/special-report/2022/11/01/public-money-must-pa...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Noviembre 5, 2022
Tema: 
La adaptabilidad climática debe ser atractiva para la inversión privada
Idea principal: 

Macky Shall, presidente de Senegal, dice que, mediante impuestos a las empresas de los países ricos éstos deberían compensar a los países en desarrollo por las pérdidas y daños causados por el cambio climático. De hecho, el acuerdo de París de 2015 obliga a los países ricos a otorgar financiación climática a los países pobres. El problema es que es poco probable que esta financiación llegue por medio de impuestos a las empresas.

Es poco el financiamiento climático global. Además, los países ricos se niegan a pagar compensaciones por las pérdidas y daños climáticos, no quieren incrementar los impuestos para combatir el cambio climático en sus propios países y mucho menos para combatirlo en el extranjero (Dato Crucial 1 y 2). Debido a este problemático escenario, otra propuesta es la de atraer al capital privado para que invierta en adaptación climática.

El sector privado ya está invirtiendo en combustibles no fósiles en países en desarrollo, pero las inversiones en la adaptabilidad climática son marginales. Un estudio reciente muestra que del total de inversiones en adaptabilidad las del sector privado representan una mínima parte (Dato Crucial 3). La falta de mayores inversiones por parte del sector privado no se debe a la falta de beneficios, la adaptación climática atrae diversos beneficios sociales, económicos y medioambientales, el problema es que estos beneficios no siempre se presentan de una forma que interese los inversores privados.

Un planteamiento indirecto

La adaptación climática es una buena inversión en la medida que prevenir los daños causados por desastres climáticos es menos costoso que reemplazar o reparar la infraestructura dañada. El problema es que para los banqueros es difícil reclamar un flujo de ingresos de esta naturaleza.

Los seguros para desastres climáticos son una solución parcial, pues si bien ayudan a campesinos y gobiernos a hacer frente a las adversidades y desastres naturales del cambio climático, no dejan de contener varios problemas. Por una parte, obtener recursos para la adaptación después de ocurridos los desastres no es la mejor estrategia. Además, el seguro funciona mejor contra riesgos estables y cuantificables, pero los riesgos del cambio climático siguen una trayectoria ascendente. Y, finalmente, se corre el riesgo de que con el seguro las personas no hagan nada por adaptarse ante el cambio climático.

Pero con algunas modificaciones los seguros pueden ofrecer una propuesta adecuada para la adaptación ante el cambio climático. Las aseguradoras podrían exigir a quienes busquen obtener un seguro que realicen ciertas acciones como impermeabilizar sus casas o usar determinados métodos agrícolas. Incluso los gobiernos podrían subvencionar seguros de la misma forma.

Otra forma de hacer que el capital privado invierta en la adaptabilidad climática es combinar formas de inversión convencionales con proyectos de adaptación. Por ejemplo, obligar a que las nuevas infraestructuras sean más resistentes ante el cambio climático. De hecho, Kristalina Georgieva, directora del Fondo monetario internacional, sigue esta lógica y dice que los proyectos de adaptación climática suelen implicar muchos beneficios adicionales que son más fáciles de financiar. Según Georgieva la forma más rápida de obtener fondos para la adaptabilidad es que donantes y agencias de desarrollo subvencionen estos proyectos, provocando que la inversión sea más atractiva. Por ejemplo, los prestamistas podrían comprar acciones en proyectos de adaptación y esto daría a las financieras privadas más confianza para otorgar préstamos.

Además, los bonos verdes, usados para financiar proyectos con beneficios medioambientales pueden tener más impacto en la adaptación, pues en la actualidad solamente una mínima parte de este tipo de financiamiento se usa en proyectos de adaptabilidad climática (Dato Crucial 4).

A pesar de todas estas iniciativas, muchas personas de los países en desarrollo insisten, con razón, que el problema fundamental es la falta de voluntad de los países más ricos. Esto ha provocado que algunos activistas climáticos lleven a los tribunales demandas contra gobiernos y empresas para que paguen por las adaptaciones que deben llevar a cabo quienes sufren las consecuencias del cambio climático. Es poco probable que estas demandas obtengan el dinero suficiente para financiar los proyectos de adaptabilidad, pero pueden representar un estímulo útil (Dato Crucial 5). Actualmente los países ricos no quieren cumplir sus compromisos con los países lejanos, pero si los escenarios empiezan a empeorar más cerca de ellos puede que el problema climático les importe más.

Datos cruciales: 

1.- En el Acuerdo de Paris de 2015 los países ricos prometieron a los países pobres 100 000 millones de dólares anuales para financiamiento climático, pero nunca han cumplido este compromiso. Y en 2021 acordaron que 40% de ese financiamiento debe ir a la adaptación climática para 2025.

2.-

3.- Solamente 1.6% del dinero gastado en adaptaciones climáticas entre 2017 y 2018 provino del sector privado, aunque este porcentaje no toma en cuenta las adaptaciones de las empresas en sus propias operaciones.

4.- Desde 2007 se han emitido 1 500 billones de dólares en bonos verdes, de ese total solamente 16% se ha destinado a la adaptación climática.

5.- Saúl Luciano Lliuya, habitante de Perú en el pueblo andino Huaraz, demandó a la empresa alemana RWE por generar las emisiones de gases de efecto invernadero que provocaron un aumento en la temperatura y que están provocando la formación de un lago debido al derretimiento de un glaciar en Huaraz. Según las cifras elaboradas por una organización no gubernamental, RWE es responsable de 0.5% de esas emisiones, por lo que se espera que esta empresa pague una proporción similar del plan de geoingeniería para proteger a Huaraz de una inundación. El fallo de la corte se dará en 2023.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Para la perspectiva liberal el cambio climático exige que nos adaptemos y pensemos las formas de seguir creciendo y obteniendo ganancias pese a las crudas realidades de la destrucción ambiental. En esta nota se enuncia claramente que los países ricos no quieren pagar por sus responsabilidades climáticas, y por tanto se presentan propuestas para hacer atractiva la inversión en proyectos de adaptabilidad climática.