How to Raise Trillions to Fight Climate Change, With or Without the U.S.
Enviado por Evelyn Uribe en Dom, 02/16/2025 - 21:04Sengupta, Somini y Lydia DePillis [2024], "How to Raise Trillions to Fight Climate Change, With or Without the U.S.", The New York Times, New York, 12 de noviembre, https://www.nytimes.com/2024/11/12/climate/climate-finance-cop29.html [1]
Somini Sengupta, es la reportera climática internacional del equipo climático del The New York Times.
Lydia De Pillis, es una periodista del The New York Times que cubre la economía estadounidense.
El financiamiento climático es el tema más polémico en las negociaciones internacionales de la COP29 en Bakú, Azerbaiyán. Los países buscan determinar cuánto dinero se necesita, de dónde vendrá y para qué se usará. Sin embargo, obtener compromisos financieros significativos se ha vuelto más difícil debido a guerras, la pandemia, la inflación y el agotamiento de las reservas de los países ricos, quienes se espera que ayuden a las naciones más pobres a enfrentar los riesgos climáticos. La elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos complica aún más la situación, ya que es probable que el país no contribuya, como ocurrió durante su primer mandato (dato crucial 1).
Ahora, en la COP29, se busca establecer un nuevo objetivo de financiamiento climático (dato crucial 2). Sin este compromiso, las economías emergentes podrían resistirse a acelerar la reducción de emisiones, lo que afectaría también a los países ricos.
Simon Stiell, líder de la agencia climática de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), enfatizó que el financiamiento climático no es caridad, sino un interés común de todas las naciones (dato crucial 3). Rajiv Shah, de la Fundación Rockefeller, instó a los países ricos a invertir a gran escala para apoyar transiciones climáticas que mejoren vidas y prevengan los peores efectos del cambio climático.
Gravar el problema
Se han propuesto diversas formas de impuestos para abordar las emisiones y la desigualdad económica. Una opción es un precio global al carbono, aunque no ha avanzado (dato crucial 4). El Fondo Monetario Internacional (FMI) respalda un impuesto al transporte marítimo y aéreo (dato crucial 5). António Guterres ha propuesto gravar las ganancias extraordinarias de las petroleras y gasíferas tras la invasión rusa de Ucrania (datoS cruciales 6 y 7).
Aliviar la deuda
Muchos países de ingresos bajos y medios enfrentan deudas tan altas que dificultan servicios esenciales como salud y educación, agravadas por la pandemia, la recesión y desastres climáticos. Para recuperarse, a menudo deben solicitar más préstamos.
Se han implementado algunas medidas de alivio, aunque a pequeña escala. Una opción permite posponer pagos tras un desastre climático; el Banco Mundial incluyó esta cláusula para 10 países, y San Vicente y las Granadinas la usamos tras un huracán. También se presiona al FMI para expandir este mecanismo.
Otra alternativa es el alivio de deuda a cambio de compromisos ambientales. Los bancos de desarrollo otorgan préstamos con mejores condiciones si el país invierte en conservación, como hizo Belice con arrecifes de coral. Aunque criticados por su impacto limitado, una coalición busca ampliar estos acuerdos para generar financiamiento climático (dato crucial 8).
Potenciar los bancos de desarrollo
El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional enfrentan presión para otorgar más financiamiento en subvenciones y préstamos de bajo interés, lo que requiere mayores aportes de países donantes. Actualmente, el Banco Mundial busca reponer su fondo para ayudar a las naciones más pobres, pero las contribuciones han disminuido en la última década, incluida la de Estados Unidos.
El Fondo Monetario Internacional dispone de los "derechos especiales de giro" (DEG), que los países pueden canjear por efectivo. Tras la pandemia, permitió que las naciones necesitadas accedieran a fondos no utilizados (dato crucial 9).
Fomentando la inversión privada
Los inversores privados financian casi tanto como los gobiernos y los bancos de desarrollo en proyectos climáticos, principalmente en energía rentable, según la Climate Policy Initiative Los expertos creen que podrían invertir más si los países reforman mercados y reducen subsidios a combustibles fósiles.
Otra fuente de financiamiento son las empresas que buscan compensar sus emisiones, ya sea por impuestos al carbono o compromisos voluntarios. Aunque estos mercados enfrentan desafíos, canalizan millas de millones de dólares anuales hacia países en desarrollo.
1.- En 2009, los países ricos prometieron movilizar 100 miles de millones de dólares anuales para 2020, pero cumplieron dos años tarde y 70% de esos fondos llegaron como préstamos, lo que generó frustración en países ya endeudados.
2.- Un grupo de expertos estima que se necesitan 1 billón de dólares al año (1% de la economía global) para apoyar la transición energética y la adaptación climática en países en desarrollo.
3.- Los países de bajos ingresos gastaron 847 miles de millones de dólares solo en pagos de intereses en 2023, superando los fondos recibidos para clima.
4.- Algunas naciones insulares apoyan un impuesto de 2% a los barcos que usan combustibles contaminantes.
5.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) respalda un impuesto al transporte marítimo y aéreo, que representa 3.5% de las emisiones globales.
6.- Otra propuesta desafiante es un impuesto de 2% a la riqueza de los multimillonarios, con una cuota mínima similar a la de las tasas corporativas globales.
7.- Brasil estima que esto podría generar hasta 250 miles de millones de dólares anuales, incluido el financiamiento climático.
8.- Una coalición busca ampliar estos acuerdos para generar 100 miles de millones de dólares en financiamiento climático.
9.- Se estima que estos recursos podrían aportar al menos 200 miles de millones de dólares anuales para resiliencia climática, aunque la junta del FMI aún no ha aprobado esta expansión.
La inversión privada en financiamiento climático está directamente ligada al combate y adaptación frente a la destrucción del ambiente, ya que financia proyectos energéticos sostenibles. Sin embargo, la falta de regulaciones y subsidios a combustibles fósiles sigue incentivando la destrucción del ambiente.
Las empresas transnacionales juegan un papel clave en la gobernanza mundial, pues pueden contribuir a la transición energética o perpetuar el daño ambiental según sus intereses.