Los fabricantes chinos de chips están innovando para sortear el embargo estadounidense

La guerra comercial de Estados Unidos contra China es tensa y con estrategias comerciales que parecen injustas. Con la salida de nuevos modelos de inteligencia artificial en China que compiten con los de Estados Unidos, este ha tomado medidas de prohibiciones comerciales para no exportar cierto hardware que requieren los nuevos modelos de lenguaje. En especial, esta guerra se da en el terreno de los microprocesadores, esenciales para poder procesar más información y de manera más eficiente (dato crucial 1). A pesar de que China no está muy por detrás en la innovación tecnológica, los líderes mundiales y con mejores tecnologías se encuentran en Estados Unidos. Las estrategias por parte de China para combatir estas medidas injustas en el comercio y con el fin de apuntalar su desarrollo tecnológico ha sido utilizar la ventaja en software y producción de mayores volúmenes, creando ventajas en tema de costos y no tanto de eficiencia en los recursos. Para China, la autosuficiencia en términos de tecnología les interesa más que la eficiencia como tal.

ASML, una empresa neerlandesa de procesadores, produce circuitos con la más avanzada tecnología, creados mediante el uso de luz ultravioleta extrema, con una onda de 13.5 nanómetros; mientras tanto, la tecnología china solamente utiliza sistemas de luz ultravioleta profunda, la cual es antigua. Solamente tres empresas a nivel mundial crean procesadores con los transistores más pequeños posibles, sin embargo, las opciones estadounidenses tiene prohibido exportar a China ese tipo de circuitos. Debido al embargo comercial estadounidense, ASML no puede vender la tecnología necesaria a China para poder mejorar sus propios microprocesadores. Algunos analistas comentan que las limitantes en la producción de microprocesadores impiden el despliegue de la producción a gran escala en China (dato crucial 2). Para China, el tema energético no es problema, por lo que la eficiencia no es relevante.

La estrategia óptima para China es poder cerrar poco a poco la brecha tecnológica con Estados Unidos en temas hardware y software. Además, empresas nacionales en China están prácticamente cambiando cómo se construye la infraestructura de la inteligencia artificial.

Chipping away

Otros cambios que se han tomado para poder combatir las desventajas ante las que se encuentra China y las limitaciones en el uso del hardware necesario en sus modelos de inteligencia artificial han sido cambios en la programación del lenguaje de los modelos. Por ejemplo, Deep Seek incluyó un nuevo formato de numeración, lo que, a pesar de que falte de precisión y no se utilicen amplias cantidades de números, este puede llegar a ser mucho más eficiente. Ante todo, China todavía depende de cierto hardware para poder uso de mayor cantidad de información, más allá del software, y esta necesidad es un factor del que se aprovecha Estados Unidos para prohibir exportaciones hacia al primero. Si la computación e inteligencia artificial son necesarias para la seguridad nacional en China, este no necesita ser el mejor, simplemente necesita tener componentes que sean lo suficientemente competitivos para salir adelante. Oficialmente, al menos, proyecta confianza.