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Carbon credits are failing to help woth climate change – here's why

Enviado por Paola García en Sáb, 11/08/2025 - 20:27
Cita: 

Macintosh, Andrew et al. [2025], "Carbon credits are failing to help with climate change — here's why", Nature, 14 de octubre, https://www.nature.com/articles/d41586-025-03313-z [1]

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Martes, Octubre 14, 2025
Revista descriptores: 
Combate y adaptación frente a la destrucción del ambiente [2]
Competencia mundial. Disputa hegemónica [3]
Destrucción del ambiente [4]
Estudios de caso: actividades - empresas [5]
Fronteras del capital [6]
Papel de las CTN en el colapso sistémico - Energía [7]
Tema: 
La realidad de los créditos de carbono
Idea principal: 

    Andrew Macintosh es un destacado académico en derecho y política ambiental en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Australiana


    Para cumplir con los objetivos propuestos en el Acuerdo de París es necesario reducir de manera significativa las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y transformar nuestros métodos tradicionales de obtención de energía, pasando de la combustión de combustibles fósiles a fuentes más renovables.

    Los créditos de carbono operan a través de proyectos que procuran evitar la emisión de (GEI) o reducir la presencia de estos gases en la atmósfera. Países y empresas comercializan estos créditos y cada crédito representa el equivalente a una tonelada de carbono. Lo que significa que, al comprar créditos de carbono, las empresas pueden compensar o “neutralizar” un porcentaje de las emisiones que generan.

    No obstante, existen diversas problemáticas a raíz de esta práctica. Medir con exactitud la reducción de CO2 atmosférico es complicado y tanto países como empresas han recurrido a esta alternativa sin tener un seguimiento profundo sobre la disminución sus emisiones.

    Además, algunos proyectos solo secuestran carbono por determinado tiempo, ya que este puede ser liberado a la atmósfera con el paso del tiempo.

    La baja calidad de algunos créditos y su bajo costo han ocasionado que muchas empresas los consideren como la opción rápida, en lugar de adoptar medidas más efectivas.

    No hay solución fácil

    El cálculo para identificar la reducción de los gases de efecto invernadero resulta complejo, ya que se requiere una comparación con el contexto específico en el que se busca reducir dichos gases para poder realizar las proyecciones precisas. Lo que crea un sesgo y provoca que los cálculos de reducción de las emisiones estén sobrestimados, para así generar nuevos créditos.

    Obtener mediciones exactas de las emisiones o reservas de carbono es difícil debido a las diversas variabilidades que existen en los ecosistemas, cada paisaje presenta condiciones ambientales diferentes que influyen en los resultados.

    Además, la deforestación y el cambio de uso de suelo contribuyen a la pérdida de las reservas de carbono. A pesar de las dificultades, para que los créditos de carbono sean efectivos se exige que los programas tengan una duración de 40 años, dado que los GEI tardan décadas en ser reabsorbidos. Por ello, es necesario mantener el secuestro de carbono durante largos periodos de tiempo.

    Incentivos mal alineados

    Las malas prácticas como la baja calidad o la falta de transparencia en la compraventa de los créditos de carbono, ocasiona que los compradores no puedan tomar una decisión informada. Con frecuencia, se prioriza el precio bajo sobre la calidad del crédito.

    El modelo de negocios de los créditos de carbono depende directamente de la cantidad de créditos que se otorguen, por lo que los administradores de los proyectos compiten por hallar compradores. Cuando se implementan mayores regulaciones o controles, los administradores suelen mostrar resistencia, ya que su manera de recibir los ingresos se ve afectada.

    Los créditos de carbono a menudo se utilizan para que las empresas eviten asumir la responsabilidad por sus emisiones de GEI, restando importancia al cumplimiento de las políticas climáticas.

    Lo que demuestra la ciencia

    Las investigaciones evidencian que solo pocos de los proyectos de compensación logran reducir de manera efectiva las emisiones de GEI (dato crucial 1).

    Los científicos han propuesto una transición que priorice los proyectos enfocados en evitar nuevas emisiones, en lugar de depender de los proyectos de compensación. Sin embargo, las tecnologías son limitadas para alcanzar este objetivo.

    El daño causado por las compensaciones

    El precio del carbono debería basarse en el costo marginal de reducir las emisiones, es decir, el costo en que se alcanza el punto en que es más barato reducir las emisiones que realizarlas; así se puede reflejar el esfuerzo que realmente se necesita para disminuir los gases emitidos a la atmósfera.

    Sin embargo, cuando los proyectos de compensación presentan bajo rendimiento, el precio del carbón disminuye, afectando los mecanismos de fijación y debilitando el sistema global en los precios.

    En consecuencia, para muchas empresas resulta más rentable comprar créditos de carbono baratos que cumplir con los impuestos ambientales.

    Compensaciones en los sistemas de fijación de precios del carbono

    A nivel global, las emisiones de CO2 están valuadas en un precio, a través de mecanismos como los impuestos al carbono o los sistemas de comercio de emisiones. Sin embargo, los precios establecidos son bajos para realmente generar un cambio (datos cruciales 2 y 3).

    Aunque en la mayoría de los países impone limites en el uso de las compensaciones, con el objetivo de garantizar que las empresas cumplan las obligaciones de mitigación, en la práctica se suele permitir que recurran a las compensaciones mucho más de lo establecido (datos cruciales 4 y 5).

    Esta flexibilidad está generando un obstáculo para una transición hacia la descarbonización.

    Un ejemplo es el caso de Australia, donde el gobierno no establece un límite en la compra de proyectos de compensación y el precio máximo de los créditos de carbono está en 43 dólares australianos, por debajo del valor recomendado internacionalmente. Como resultado las emisiones de GEI se han mantenido sin cambios desde el incio del programa (dato crucial 6).

    Los proyectos de compensación usualmente implementados son: reforestación inducida, evitar la deforestación y promover sumideros de metano.

    Actuar según la ciencia

    El objetivo principal para evitar la intensificación de los efectos de cambio climático es reducir la quema de combustibles fósiles. Centrar la conversación en los créditos de carbono, distrae atención del verdadero propósito, que es evitar generar nuevas emisiones de GEI.

    El artículo propone excluir las compensaciones de carbono de los sistemas de fijación de precios, de modo que estos reflejen las reducciones reales de emisiones.

    Asimismo, se plantea establecer topes de precio y mecanismos de pago directo a los gobiernos en caso de que no se cumplan los objetivos de reducciones de carbono. Esto permitirá generar transparencia y una transformación en la manera en la forma en la que se genera y consume energía.

    Finalmente, la prioridad de las empresas y las tecnologías debe centrarse en reducir el carbono acumulado en la atmósfera, cambiando la visión de los créditos de carbono como la manera de contribuir a reducir las emisiones de carbono ya existentes en la atmósfera; se trata de dejar de recurrir a la salida fácil para supuestamente compensar la producción de GEI.

Datos cruciales: 

    1) Se analizaron 2 300 proyectos de compensación, 1/5 parte del total de proyectos; se encontró que menos de 16% alcanzó la reducción esperada.

    2) Figura 1. Cobertura de los esquemas de fijación de precios al carbono.


    Los esquemas de precios al carbono que permiten las compensaciones, cubren la mayor parte de las emisiones reguladas, pero están asociadas a bajos precios por crédito.

    3) 27% de las emisiones cuentan con un precio del carbono, pero solo 3% de las emisiones globales tienen precios superiores al nivel mínimo, que son 60 dólares.

    4) En Corea del Sur, el uso de los proyectos de compensación está limitado a 10% de las emisiones totales de la entidad contratante; Vietnam permite 30% y países como Australia, México y Chile no cuentan con una restricción.

    5) Figura 2. El reto del precio del carbono.

    En la mayoría de los países está permitido utilizar compensaciones de carbono, por lo que el precio del carbono es menor comparado al precio de los países en donde no lo permiten.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Lejos de generar una solución efectiva, los créditos de carbono pueden contribuir a una mayor destrucción ambiental al permitir que se mantengan las emisiones bajo los proyectos de compensación. En este contexto se plantea la necesidad de un papel más activo y consciente de las CTN en materia de energía, para tener una transición energética adecuada, en medio de una disputa hegemónica por el control de los recursos.

Image icon Figura 1. Cobertura de los esquemas de fijación de precios al carbono..png [8]
Image icon Figura 2. El reto del precio del carbono..png [9]

Source URL (modified on 15 Diciembre 2025 - 12:20pm):https://let.iiec.unam.mx/node/5667

Links
[1] https://www.nature.com/articles/d41586-025-03313-z [2] https://let.iiec.unam.mx/taxonomy/term/76 [3] https://let.iiec.unam.mx/taxonomy/term/12 [4] https://let.iiec.unam.mx/descriptores-let/destrucci%C3%B3n-del-ambiente [5] https://let.iiec.unam.mx/taxonomy/term/16 [6] https://let.iiec.unam.mx/taxonomy/term/18 [7] https://let.iiec.unam.mx/taxonomy/term/100 [8] https://let.iiec.unam.mx/sites/let.iiec.unam.mx/files/Figura%201.%20Cobertura%20de%20los%20esquemas%20de%20fijaci%C3%B3n%20de%20precios%20al%20carbono..png [9] https://let.iiec.unam.mx/sites/let.iiec.unam.mx/files/Figura%202.%20El%20reto%20del%20precio%20del%20carbono..png