El retiro de tropas estadounidenses en otros países es una iniciativa tomada a partir de algunos escándalos relacionados con el abuso de poder, saqueos y violaciones a los derechos humanos, tal es el caso de Japón o Turquía, países que han demandado la salida de soldados norteamericanos.

Como bien se sabe, la potencia militar que posee Estados Unidos alrededor del mundo esta respaldada por las bases militares que instalan en diversos países justificándolas con un discurso pacifista (Ver datos cruciales 1), cuando la realidad muestra que sus ocupaciones en países como Bahrain y Turquía tienen relevancia estratégica en Medio Oriente. Sin embargo, tras los atentados del 11 de noviembre un sondeo reveló que 48% de los ciudadanos estadounidenses apoyaba la intervención de Estado Unidos en otros países con el objetivo de acabar con el terrorismo, hoy en día, 47% de los ciudadanos piensa lo mismo, aunque también opinan que ha ayudado a que el problema se agudice.

David Vine, profesor de antropología asociado a la American University dice que respecto a tropas estadounidenses en el extranjero, los ciudadanos estadounidenses son "completamente inconcientes", "muchas personas podrían pensar que la armada estadounidense es buena al igual que sus bases, donde sea que estén, debe ser algo bueno". En parte la ambivalencia de los estadounidenses puede ser causada por falsos supuestos acerca del costo de financiar al ejército mas poderoso del mundo, el mismo David Vine menciona que "algunos expertos dentro de la milicia" creen que las bases militares no representan un costo para Estados Unidos ya que los gobiernos de los países en los que instalan las bases de encargan en gran parte de ese costo. (Ver datos cruciales 2).

Dentro de las fuerzas armadas está comprobado que muchos reclutas utilizan la pertenencia al ejército para salir de sus vidas y viajar por el mundo, anteriormente, el ejército estadounidense tenían instrucciones detalladas de lo que se esperaba de ellos y como debían comportarse, ahora, zonas en Seoul son áreas conocidas por la prostitución, es decir, Estados Unidos está pagando las economías de áreas con bases armadas donde los soldados son clientes de clubs nocturnos y bares (los cuales son en parte causantes de los problemas).

En los últimos 15 o 20 años el pentágono ha intentado mejorar la relación entre las tropas en el extranjero y las comunidades locales, en primera instancia controlando los caprichos de los soldados, por ejemplo en 2006 un cargo antiprostitución fue adherido al Código Militar de Justicia de los Estados Unidos, en lugar de resolver el problema se empeoró y dentro de las comunidades de diversos países existe un rechazo a la ocupación territorial que hacen las tropas estadounidenses pues existen muchos casos de violaciones a los derechos humanos de su parte (Ver datos cruciales 3).

Te extraño, no te extraño

Casi 30 años después, el retiro de tropas estadounidenses de Alemania ha ido progresando: en 2010 el ejército anunció que fueron devueltos 23 sitios al gobierno alemán. En ese contexto, las antiguas bases militares se han convertido en la ciudad Bavaria de Schweinfurt, donde 12,000 soldados y sus familiares estaban instalados hasta su cierre en 2014, lo cual genera un doble sentimiento, las protestas sobre la ocupación militar pedían de manera contundente el retiro de las tropas estadounidenses, por otro lado, el modo de vida de dichos soldados llegó para quedarse, y existe un sentimiento de nostalgia en la ciudad de Schweinfurt que quiere construir un “hogar americano” por medio de viviendas y nombrando calles como California Strasse y Ohio Strasse.

Tanto en Turquía como en Okinawa la presencia militar estadounidense aun hoy es objeto de un gran sentimiento anti-estadounidense a pesar de que en 1946 fueron bien recibidos en el desembarco de Istambul, la ocupación militar no fue bien vista, como respuesta en la década de los años 60 “Go home Yankee” fue una especie de saludo para los soldados estadounidenses que desembarcaban, mientras que en la década de los años 70, en Alemania los grupos izquierdistas radicales emprendieron acciones como el secuestro de aviadores e ingenieros en forma de lucha para “librarse” del imperialismo estadounidense.

Varias de las muestras de rechazo a la ocupación militar han tenido ciertas influencias en el exterior como es el caso de Turquía y su oposición a la guerra de Irak y las propuestas de Estados Unidos de poner personal militar en la base naval Mersin. Otro ejemplo es la visita Barack Obama en 2009 a Turquía, multitudes enojadas le gritaron al unísono de “Yankee go home” y “Get out of our country”.

La situación en Turquía parece ser una de las más graves el sentimiento anti-estadounidense en el país es uno de los pocos sentimientos de unidad en un país poco democratizado y con poca estabilidad y las tropas estadounidenses tendrán que ser cuidadosas para no aumentar las tensiones internacionales. Mientras que por ejemplo en Okinawa, a pesar de las diferencias, Estados Unidos y Japón acordaron cerrar la base aérea de Futenma y construir bases en Henoko, una villa pesquera.

Ante las demostraciones de poderío militar de Corea del Norte con sus armas nucleares y las agresiones de China en el Mar del Sur de China, Japón ha querido fortalecer su posición militar, por ello el país confía que las fuerzas armadas de Estados Unidos son esenciales para desarrollar dicha posición y fuerza, por ello las intervenciones militares estadounidenses son bien vistas (Ver datos cruciales 4).