Introducción. Estado del poder 2016

Cita: 

Wainwright, Hilary [2016], “Introducción”, Nick Buxton y Deborah Eade (editores), Estado del poder 2016: democracia, soberanía y resistencia, Amsterdam, Transnational Institute, Fuhem-Ecosocial, pp. 1-15

Fuente: 
Libro electrónico
Fecha de publicación: 
2016
Tema: 
Las dificultades que encuentran los ciudadanos europeos dentro de un sistema democrático para hacer escuchar sus demandas en un contexto de capitalismo financiarizado
Idea principal: 

Hilary Wainwright es investigadora asociada del Transnational Institute (TNI) y redactora de Red Pepper. Investigadora adjunta del Centro Internacional sobre Estudios de Participación (ICPS) del departamento de Estudios de Paz de la Universidad de Bradford, Reino Unido.


Democracia y poder: la democracia ha muerto ¡viva la democracia!

Para la autora, la frase “¡Democracia real ya!” que se expresó durante las movilizaciones de las y los jóvenes europeos posterior a la crisis del 2008 es una crítica a la democracia donde supuestamente la dictadura era historia, el Apartheid inaceptable y la igualdad política formal era la norma. Donde el mercado era quien dirigía la economía (p.1).

Contra la tiranía financiera y corporativa

Uno de los objetivos de las movilizaciones en Europa era la búsqueda de castigo a los delitos cometidos por las corporaciones y regulaciones a la industria financiera; sin embargo, el poder político y financiero elitista han actuado para bloquear dichas acciones (p. 2).

El capitalismo global y financiero ha hecho impotentes a las instituciones de la democracia representativa ante las demandas de las sociedades (p. 2).

El problema del contrapoder y el poder de los oprimidos

Susan George plantea que los pobres son los “desempoderados”. Esta concepción surge en el contexto de la década de 1970, cuando, según la autora, existía en Europa y Norteamérica una democracia parlamentaria que era genuinamente capaz de conectar a la ciudadanía y sus agravios con el gobierno y donde los líderes eran receptivos a la protesta social (p. 3).

Sin embargo, en el contexto actual (2016) el sistema de representación democrático tiene fallas persistentes; por lo que Wainwright considera que es necesario volver al demos, tanto en la teoría como en la práctica (p. 4).

Existen grietas en las bases de la democracia liberal, las cuales no son necesariamente terminales; sin embargo, en un contexto de capitalismo financiarizado produce otras fallas a todos los niveles (p. 4).

Para la autora, el problema que existe en la democracia es que sólo se aplica al poder político, “entendido como separado del poder económico, el derecho universal al voto proporcionará solo una igualdad política formal, abstracta en una sociedad que es fundamentalmente desigual. Y cuanto más desigual es la sociedad, más vacía aparece la igualdad política formal y mayor el nivel de aversión a la política parlamentaria” (pp. 4-5).

Los desempoderados, “bajo la superficie de su conformidad, disponen de verdaderas palancas de poder; en primer lugar, el poder de rehusar y protestar, pero potencialmente el poder de, como mínimo, desarrollar alternativas” (p. 6).

El poder de los “desempoderados”

La autora cuestiona las fuentes de poder existentes que dispone la gente, fuentes que genera la dependencia de los poderos hacia la propia sociedad. Es así que, estas fuentes deben ser estudiadas en un contexto en el que los mecanismo e instituciones heredados, como la democracia, tienen fallos; donde la rendición de cuentas de los poderosos se han mostrado inútil (p. 6).

La búsqueda de nuevas fuentes de poder

De esta forma, una posible respuesta como solución a los fallos que presentan los mecanismos e instituciones, que obligan a los poderosos a rendir cuentas, “es endurecer el compromiso de nuestros representantes y más significativamente internacionalizar la democracia representativa” (p. 7).

Dos formas de poder

Para la autora existen dos formas de poder, el “poder desde arriba” o poder-como-dominación que implica una asimetría entre aquellos con poder y aquellos sobre los que se ejerce el poder. Por otra parte, existe el “poder para”, “poder para hacer o transformar” o “poder-como-capacidad-transformadora”. Este último fue “descubierto por los movimientos sociales a medida que iban más allá de la protesta a la propuesta de soluciones prácticas e innovadoras” (p. 8).

La diferencia entre estos dos tipos de poder reside en la búsqueda de formas apropiadas de organización política democrática y transformadora (p. 8).

Cambiar la naturaleza de la agencia política

A pesar de la gran diferencia que existe entre estos dos tipos de poder, estos no son necesariamente contrapuestos. Puesto que el poder-como-dominación puede ser un recurso o una fuente para facilitar el poder-como-capacidad-transformadora (p. 11).

Finalmente, para Wainwright es necesario dar apoyo político al ejercicio autónomo de la capacidad transformadora, lo que nos llevaría a cambios sociales profundos, puesto que los Gobiernos o ayuntamientos no son capaces.

Cápitulos relevantes para el proyecto: 

Capítulo 4. La tiranía de las finanzas globales. (Walden Bello).

Capítulo 5. La gobernanza de las múltiples partes interesadas: la ofensiva corporativa hacia una nueva forma de gobierno global. (Harris Gleckman).

Capítulo 6. Estudio de caso: Nutrición y alimentación: cómo el gobierno de y para la gente se convirtió en el gobierno de y para las multinacionales (Flavio Luiz Schieck Valente).

Nexo con el tema que estudiamos: 

Se trata de un texto que muestra las diferentes expresiones de descontento que surgen a partir de la crisis del 2008. Frente a ello, se abre el debate sobre las posibles alternativas que están surgiendo, cómo conceptualizarlas, cómo estudiarlas, cómo entenderlas. Este texto propone ciertas claves analíticas que buscan explicar las movilizaciones en Europa y las demandas de las y los jóvenes. La discusión sobre la vigencia o no de la democracia, así como las posibilidades de renovación es esencial para establecer la trayectoria del capitalismo, en tanto uno de sus callejones sin salida reside en la bancarrota del liberalismo y la democracia representativa.