¡Rebeliones alimentarias! La crisis y el hambre por la justicia
Holt-Giménez, Eric y Raj Patel [2012], ¡Rebeliones alimentarias! La crisis y el hambre por la justicia , México, Universidad Autónoma de Zacatecas-Miguel Ángel Porrúa, 310 pp.
Eric Holt-Giménez es especialista en agroecología y economía política. Ha trabajado en proyectos sobre desarrollo agrícola sostenible. Desde 2006 es Director Ejecutivo del Institute for Food and Development Policy¸ mejor conocido como Food First. Tiene numerosas publicaciones acerca de la importancia de la agroecología y sobre el sistema alimentario mundial.
Raj Patel es economista, activista, académico y periodista inglés, enfoca su trabajo en el análisis y la investigación sobre las causas e impactos de la crisis alimentaria mundial. Es colaborador en Food First.
En este libro los autores profundizan sobre las causas del hambre y de la crisis alimentaria mundial, afirmando que resulta de la producción capitalista industrial, así como de los efectos que produce el sistema financiero al mercantilizar y especular con los alimentos.
Prólogo
En este apartado Walden Wello afirma sobre lo oportuno de este libro para entender cómo se generó la crisis alimentaria mundial, y por qué no fue casual que coincidiera con una multiplicidad de reacciones populares en los países subdesarrollados.
Esta obra permite comprender la vinculación de temas como el hambre y la crisis alimentaria que generó una alza inusitada de los precios de los alimentos (especialmente las commodities), en el contexto de una economía política de producción capitalista industrial que es dominada por las corporaciones, motivadas por la búsqueda de ganancias tanto en el sector productivo como en el financiero.
Además de ayudar a la comprensión de estos temas, abundar en otros factores como la Revolución Verde, la agricultura orientada a la exportación, el ajuste estructural, las semillas genéticamente modificadas, la especulación y la producción de agro-combustibles, permite entender lo estratégico del sector alimentario y por lo tanto el control y concentración del mismo.
Introducción a la crisis alimentaria mundial
Contrario a lo que afirman algunas instituciones oficiales internacionales, los autores proponen dejar de pensar la crisis alimentaria mundial como un hecho de causas “naturales”. Son las décadas de políticas agrícolas viciadas, de comercio injusto y de desarrollo insostenible lo que realmente la explica. Es por ello que mientras la crisis iniciada en 2006-2008 sume en graves problemas de hambre a más de la mitad de la población mundial y agudiza la crisis ambiental, simultáneamente enriquece a un grupo de inversionistas y corporaciones multinacionales.
El sistema agroindustrial produce una riqueza de más de 6 trillones de dólares (trillions en inglés) al año, a través de la firma creciente de acuerdos entre gobiernos y entes financieros. Son estas grandes corporaciones las principales responsables de la pobreza alimentaria en el mundo y de sus consecuencias ecológicas, al tener el poder y la tecnología para promover modelos de producción que terminan siendo dominantes en el mundo, un claro ejemplo es lo que sucede en la actualidad con la promoción de los agrocombustibles y los organismos genéticamente modificados. Es este sistema agroindustrial capitalista el principal responsable pero también el mayor ganador de la crisis financiera y alimentaria, una crisis que si se analiza objetivamente trae consigo importantes dilemas para el planeta. (p. 14)
“Están en una carrera contra el tiempo. La agricultura –especialmente la industrial con gran cantidad de insumos químicos y petróleo- emite entre 13 y 18 por ciento de los gases que contribuyen al efecto invernadero y usa entre 60 y 70 por ciento del agua dulce del planeta.” (p. 13)
El libro está dividido en dos partes. En la primera de ella los autores realizan un análisis de las causas que dan origen a la crisis alimentaria, en donde muestran mediante una serie de ejemplos la forma en que diversos campesinos del Sur e incluso los pobres del Norte, perdieron el control de sus sistemas alimentarios. Sin este despojo no es posible explicar por qué Estados Unidos y las grandes corporaciones terminaron concentrando el poder agroalimentario.
En la segunda parte analizan críticamente las soluciones que proponen a la crisis alimentaria las principales instituciones financieras, de cooperación y desarrollo, destacando las agendas encubiertas que existen detrás del trabajo de estos con las empresas y la diversidad de acuerdos que se dan al cobijo de los mismos.
Al mostrar la disputa que el problema alimentario produce tanto a nivel territorial, simbólico, político, económico y social, los autores retoman una serie de ejemplos para mostrar que a la par de crisis se han multiplicado las alternativas no capitalistas y agroecológicas de los pueblos en todo el mundo, como resistencia pero también como muestra de la existencia de un camino hacia la soberanía alimentaria.
Después de una amplia revisión de casos para ejemplificar la diversidad de opciones anticapitalistas de producir los alimentos, los autores muestran que la agricultura campesina es uno de los motores que posibilita la salida de la crisis actual; que el papel de las mujeres ha sido históricamente central en el tema del desarrollo y defensa de las semillas; y que no se puede hablar de una sola alternativa sino de muchas, tantas como la diversidad de usos y costumbres de los pueblos.
Finalmente, confirman que hay una colusión institucional, gubernamental y empresarial que pone en graves problemas a la población mundial: “Si no transformamos nuestros sistemas alimentarios para que sean más equitativos, democráticos y sostenibles, no podrán aguantar las olas de desastres ambientales y financieros que están golpeando al planeta". (p. 139)
“La tendencia hacia el control monopólico de nuestros sistemas alimentarios es particularmente visible en EUA, en donde unas pocas corporaciones transnacionales del complejo agroindustrial intermedian la relación entre tres millones de operadores de granjas y 300 millones de consumidores…” (p. 28)
“Las ganancias y la concentración del poder comercial en los países del Norte industrial reflejan la dependencia a las importaciones, el déficit alimentario y la pérdida de control de los sistemas alimentarios en los países del Sur. Hace cincuenta años, los países en vías de desarrollo tenían excedentes agrícolas anuales de US $1 mil millones. Actualmente, después de décadas de desarrollo y de la expansión internacional del complejo agroindustrial, el déficit alimentario de los países del Sur llegó a $11 mil millones al año. El gasto en importaciones de cereales de los Países de Bajos Ingresos y con Déficit de Alimentos llegó a más de $38 mil millones en 2007-2008. La FAO calcula que llegará a $50 mil millones en el 2030.” (p. 29)
“La cantidad de granos que se necesita para llenar un tanque de 25 galones con etanol una sola vez, alimenta a una persona por todo un año.” (p. 63)
Capítulo 1. Introducción a la crisis alimentaria mundial.
Capítulo 2. El hambre, las cosechas y las ganancias: los récords trágicos de la crisis alimentaria mundial.
Capítulo 3. Las causas originarias: cómo el complejo agroindustrial se devoró a los países del Sur.
Continuar profundizando en las causas de la crisis con la que da inicio la primera década del siglo XXI, entre las cuales dos de sus dimensiones más relevantes son la financiera y la alimentaria, permite comprender que en el seno de la fase actual del capitalismo se teje el poder de las grandes corporaciones, que con el apoyo estatal e institucional, hacen de los alimentos un sector estratégico cada vez más monopolizado, pero a su vez violento en términos de sus impactos sociales y ambientales.