“El misterio de la estrategia de oferta de Xi Jinping”

Un país, dos sistemas. En la actualidad, China es considerada como uno de los bastiones ideológicos de un paradigma que perduró por más de cuatro décadas en el mundo: el comunismo. Su sistema político sigue siendo dominado por el Partido Comunista Chino y sus políticas estatales son ley. Sin embargo, en el plano económico las transformaciones han venido con múltiples adaptaciones económico-políticas de un sistema que impera a nivel mundial: el capitalismo.

El discurso más reciente del presidente Xi Jinping, acerca de la necesidad de buscar una reforma a nivel mundial desde el lado de la oferta, hace recordar a la época donde desde ambas trincheras del Atlántico se percibían las voces inglesa y estadounidense proponiendo la búsqueda de una reforma global. Thatcher y Reagan encabezaron esa reforma hace algunas décadas; hoy en día, la reforma se promueve desde el Pacífico.

Las reformas desde el lado de la oferta en la economía china han ido en función de promover cambios estructurales, creando una base económica mucho más sólida y eficiente, que no dependa sólo de los estímulos económicos. En este sentido, desde el pronunciamiento del presidente chino en noviembre de 2015, los funcionarios han realizado labores de cabildeo para adoptar una doctrina en la cual las políticas económicas enfocadas en la oferta sean reformadas.

Al parecer, el objetivo del presidente Xi es revitalizar las reformas que fueron aprobadas por el Comité Central del Partido Comunista en 2013, un año después de que él asumiera el liderazgo de China. La labor de cabildeo ha ido en función de dar un papel "decisivo" a las fuerzas del mercado, con el Estado y el sector privado vistos como iguales.

En la lógica del crecimiento chino acelerado de las últimas décadas, la reforma del lado de la oferta constituye un llamado a la acción, un llamado a la reforma estructural de la oferta como nuevo motor del crecimiento económico en el contexto de desaceleración que la economía mundial está teniendo.

Pero, ¿qué significa esta reforma estructural de la oferta? El discurso del sector estatal y privado plantea una ruptura de la economía que en el pasado fue impulsada por el crédito. Jia Kang, investigador del ministerio de finanzas que cofundó la Academia China De la Economía de la Oferta, define a la ‘reforma desde el lado de la oferta’ como una oposición a la gestión de la demanda a corto plazo que a menudo ha caracterizado la política económica de China. Es decir, el impulso al consumo y la inversión con ayuda de ‘dinero barato’ y gran gasto por parte del gobierno.

Los resultados del viejo enfoque han sido, por una parte, un fuerte aumento de la deuda –alrededor del 250% del PIB-, por la otra, el declive de los rendimientos de la inversión. Suministradores de la oferta temen que se esté creando un creciente riesgo de estancamiento, o incluso una crisis económica total. Al respecto, opina Jia Kang, que el gobierno debería centrarse en sumplificar las regulaciones para hacer más productiva la mano de obra, la tierra y el capital. Algunos de sus colegas argumentan que sería más fácil hacer que las empresas privadas invirtieran en sectores actualmente reservados a corporaciones estatales.

Existen varias diferencias entre los proveedores de China y los que realizaron el programa de Reagan, pero no sucede lo mismo con su diagnóstico de los males de sus respectivas economías. Los estadounidenses creen que los cuellos de botella de la producción estaban alimentando la inflación y el crecimiento, pero sus contrapartes chinas se preocupan por lo contrario: la producción excesiva causa deflación y el crecimiento rápido es insostenible. En el discurso chino, someramente radical, se afirma que “la toma de analgésicos y las transfusiones de sangre ya no son suficientes –para resolver el problema económico-. Se necesita la determinación de llevar a cabo una cirugía profunda”.