Miners and aboriginals in Canada. I’ll see you in court. Indigenous groups are suing loggers, miners and pipeline-builders

Cita: 

The Economist [2016], "Miners and aboriginals in Canada. I’ll see you in court. Indigenous groups are suing loggers, miners and pipeline-builders", The Economist, London, 6 de febrero, http://www.economist.com/news/americas/21690096-indigenous-groups-are-su...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Febrero 6, 2016
Tema: 
Los juicios de los pueblos indígenas de Canadá frente a las empresas forestales y mineras
Idea principal: 

En 1849 los Ojibways, una población originaria de Canadá, utilizó un cañón para disparar en una mina de cobre que se había instalado sin su aprobación. "Hoy día, los grupos aborígenes de Canadá utilizan la presión pública, respaldada por la acción legal, para proteger sus tierras de la explotación de los forasteros".

Recientemente, el gobierno de Columbia Británica firmó un acuerdo con las compañías forestales, grupos ambientalistas y 26 comunidades aborígenes para proteger de la explotación forestal una región de la costa del Pacífico cuya extensión es mayor que la de Bélgica . El acuerdo, que permite la explotación y la minería en las zonas establecidas con los aborígenes, es resultado de una larga campaña de relaciones públicas.

Actualmente, están en proceso juicios muy diversos entre los pueblos originarios de Canadá y las empresas que explotan riquezas naturales, desde el fracking hasta algunos que buscan depósitos minerales en las aguas del Ártico. Los juicios tienden a ser muy caros y pueden durar años; además, el resultado de los litigios nunca está asegurado. Muchos proyectos –oleoductos, mineras, etcétera– han estado detenidos por largo tiempo debido a la oposición de los pueblos originarios. El precio puede ser muy elevado cuando estas disputas están irresueltas. Por ejemplo, el oleoducto Northern Gateway podría añadir 300 mil millones de dólares canadienses al PIB de ese país a lo largo de 30 años. Ante esto, "los aborígenes están encontrando formas de compartir los beneficios de esos proyectos a la vez que minimizan el daño que causan. Las cortes 'están acercándose más a lo que nosotros queremos', dijo Sayers [jefe de uno de los grupos de pueblos originarios en disputa]. 'Pero aún no están ahí'".

Nexo con el tema que estudiamos: 

Resulta relevante la estrategia relatada que detiene parcialmente los proyectos. Es preciso estudiar hasta dónde estas resistencias desarticulan o simplemente desvían y posponen las obras y el daño ambiental que provocan.

En la caracterización que desde el proyecto se hace del capitalismo del siglo XXI uno de los rasgos centrales que se ha esbozado es su tendencia ecocida. El carácter ecocida del capitalismo contemporáneo se evidencia por su miope aferramiento al patrón tecnoenergético fosilista y en particular por el recurso a formas de extracción de combustibles fósiles cada vez más nocivas, contaminantes y destructivas para el territorio y la biodiversidad.

Frente a los embates ecocidas del capital, una de las dimensiones más importantes de la lucha y la resistencia es la defensa de los territorios por parte de las comunidades. Al luchar por la defensa de sus territorios originarios, las comunidades no sólo defienden la porción de terreno en la cual han vivido por generaciones: resguardan también la diversidad de la vida que ahí se asienta, defienden su forma de relacionarse con la naturaleza y su forma de reproducir la vida, tanto material como simbólicamente. En estas prácticas de los pueblos originarios podemos encontrar muchas de las claves para hacer frente a la crisis civilizatoria en curso.