The age of Merkron. Restarting the Franco-German engine. What Emmanuel Marcron could mean for Paris-Berlin relations

Cita: 

The Economist [2017], "The age of Merkron. Restarting the Franco-German engine. What Emmanuel Marcron could mean for Paris-Berlin relations", The Economist, London, 17 de junio, http://www.economist.com/news/briefing/21723392-what-emmanuel-marcron-co...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Junio 17, 2017
Tema: 
Las posibilidades de mejoramiento de la relación franco-germana ante la llegada de Emmanuel Macron al poder en Francia
Idea principal: 

Para Alemania, Emmanuel Macron era el candidato de ensueño en la elección de presidente en Francia. Donde sus rivales de extrema derecha y de extrema izquierda atacaban a Berlín, Macron lo defendía. Macron es visto con buenos ojos por los funcionarios alemanes. Además, muchos de los colaboradores más cercanos al actual presidente francés tienen “vínculos cercanos con Berlín”. Es por esto que los debilitados vínculos entre Francia y Alemania muestran ya nuevas señales de vida. Como señaló Angela Merkel en su primera conferencia de prensa conjunta el 15 de mayo, “en cada comienzo hay un poco de magia”.

Macron, por su parte, tiene también grandes planes para su relación con Alemania: busca crear un “nuevo acuerdo” entre los acreedores y los deudores de la zona euro haciendo eco de las llamadas de Berlín para avanzar en la integración de la Unión Europea. La propuesta de Macron incluiría un presupuesto, un parlamento e incluso un ministro de finanzas comunes. Por estas pretensiones, el semanario germano Der Spiegel ha dicho que Macron es un “amigo caro”.

Los políticos alemanes están divididos respecto de la relación con el nuevo presidente francés y sus intenciones. Los partidos de derecha y extrema derecha, e incluso la mayoría del partido de Merkel –incluido Wolfgang Shäuble, el ministro de finanzas alemán– se mantienen escépticos. Entre los que apoyan el fortalecimiento de la relación con Macron se cuentan los Verdes, el partido socialista, los socialdemócratas y los eurófilos. Merkel se ubica en algún lugar entre esas dos posiciones, al igual que la opinión pública.

Se espera que la cumbre franco-alemana de ministros programada para el 13 de julio genere proyectos en temas como educación y energía. No obstante, será hasta después de las elecciones de septiembre en Alemania –donde se espera que Merkel obtenga una sólida ventaja– que podrán generarse los acuerdos más importantes. En ese caso, el invierno de este año podría ser “un momento histórico, una oportunidad para abrir las puertas hacia una reforma real de la zona euro”.

De acuerdo con el Instituto Jacques Delors de Berlín, es probable que en un primer momento se tomen medidas para estabilizar el euro fortaleciendo el Mecanismo Europeo de Estabilidad e introduciendo algunas otras medidas en los esquemas nacionales de depósitos. Posteriormente, se buscará impulsar “una ola de reformas estructurales coordinadas, a los mercados laborales, por ejemplo, combinadas con un fondo de inversión conjunto”. Finalmente, en un tercer momento, se buscaría crear un fondo monetario, un presupuesto, un ministro de finanzas y un parlamento para la zona euro.

Es claro que Macron no puede actuar como si los alemanes no existieran y dejar de cooperar con ellos, pero es difícil imaginar que algún presidente pudiera hacerlo. Probablemente la mayor fortaleza de Macron en su relación con los alemanes sea que “Berlín es consciente de que Marine Le Pen está abajo, pero aún no está fuera”.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Con el ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, la Unión Europea se afianza como el principal bastión de defensa del liberalismo económico y político. No obstante, existen fuertes tensiones autoritarias y nacionalistas en el continente, que buscan echar abajo el proyecto de “una sola Europa” representado por la Unión Europea. La permanencia del proyecto liberal de la Unión Europea en el reciente jaloneo entre integración y separación depende en gran medida de la relación entre Alemania y Francia

Mientras la derecha mantiene un control estable de Alemania, Francia no atina a consolidar un proyecto y va dando tumbos de la derecha al centro derecha como es Macron. Ahora ambos liderazgos parecen sintonizarse en el proyecto histórico de aniquilar lo que queda del "estado de bienestar", particularmente en lo que toca a las relaciones laborales. Sin embargo, incluso la mayor explotación no parece tener la fuerza para salvar el retroceso del proyecto europeo, que se sitúa muy lejos de Estados Unidos y China.