All the working ladies. Women alone are driving a recovery in workforce participation. Rising wages for low-skilled workers are tempting women, but not men, into the labour force

Cita: 

The Economist [2017], "All the working ladies. Women alone are driving a recovery in workforce participation. Rising wages for low-skilled workers are tempting women, but not men, into the labour force", The Economist, London, 19 de agosto, https://www.economist.com/news/united-states/21726741-rising-wages-low-s...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Agosto 19, 2017
Tema: 
Panorama del mercado laboral estadounidense: ¿Mejora o empeora?
Idea principal: 

De acuerdo con cifras oficiales, el desempleo en Estados Unidos es bajo –solo 4.3% en julio–, sin embargo la cifra no incluye aquellos desempleados por elección o porque han dejado de buscar trabajo. El porcentaje de personas ocupadas con edades entre los 25 y los 54 años es de 79% (inferior al nivel que existe en Francia). En los últimos dos años en la medida en que el mercado laboral se ha ido recuperando, los estadounidenses entre 25 y 54 años se han incorporado en mayores cantidades al mercado laboral (Dato Crucial 1). Este incremento implica principalmente por mujeres.

El progreso tecnológico y el comercio han acabado con los empleos de los hombres menos calificados (Dato Crucial 2). Las tasas de empleo de las mujeres también han sido muy decepcionantes (Dato Crucial 3). A pesar de lo anterior las mujeres calificadas tienen un mercado laboral cada vez más prometedor, con mayores oportunidades para acceder a los altos puestos de mando (Dato Crucial 4). Sin embargo, las mujeres no calificadas son las protagonistas del incremento de las mujeres en la población ocupada (Dato Crucial 1, 5 y 6).

La explicación que da la revista sobre el incremento de la participación de los trabajadores menos calificados es que el mercado laboral está entrando en sus etapas finales de recuperación después de la crisis financiera (Dato Crucial 7). Sin embargo el hecho de que sean las mujeres las más sobresalientes es un tema que ha derivado en múltiples explicaciones:

1) Un punto de vita señala que las vacantes poco calificadas se han concentrado en la industria de servicios, la cual resulta poco atractiva para los hombres (actividades de la salud y atención a enfermos). En contraste los trabajos tradicionalmente masculinos han sido difíciles de obtener (por ejemplo la construcción). Existe una correlación entre el número de mujeres como porcentaje de la fuerza de trabajo que emplea una industria y cuántos empleos no calificados han sido creados recientemente. Por otro lado existe un leve incremento de los hombres en trabajos poco calificados fuera del rango de los trabajos tradicionalmente masculinos (Dato Crucial 9).

2) Una explicación más completa indica que las opciones del mercado de trabajo para las mujeres depende más de los salarios (que en el caso de los hombres). Por lo tanto el reciente incremento de los salarios puede haber tentado más a las mujeres que a los hombres a ingresar al mercado de trabajo. Sin embargo, la brecha en la sensibilidad a los salarios se ha reducido drásticamente en las últimas décadas. Y, en cualquier caso, este argumento no puede explicar el tamaño de la disparidad entre géneros.

Para The Economist cualquiera que sea la causa, la evidencia señala que muchas mujeres no calificadas están tentadas a trabajar, mientras que gran parte de los hombres parecen estar siendo repudiados por la economía moderna (tanto trabajadores industriales como jóvenes) (Dato Crucial 10).

Finalmente se señala que pese a las recientes tendencias en la incorporación de las mujeres al mercado laboral estadounidense, el hecho no ha cambiado: los hombres siguen siendo mayoría en términos absolutos.

Datos cruciales: 

1. Gráfica 1. Tasa de participación de la fuerza de trabajo en Estados Unidos (porcentaje respecto la PEA), 2007-2017. La gráfica muestra una cima arriba de 83% en 2008 para caer hasta su punto mínimo en 2015 por debajo de 81%, durante 2016-2017 ha retomado crecimiento acercándose a 82%, dicho repunte ha sido impulsado principalmente por mujeres trabajadoras (Dato Crucial 5).

2. Más de uno de cada cinco hombres en edad de trabajar con un diploma de escuela media superior no trabaja, en comparación con menos de cada uno de 11 hombres con una licenciatura.

3. En 1990 la participación de la fuerza de trabajo femenina en Estados Unidos era la sexta más alta entre 22 países ricos, para el año 2010 había caído al puesto 17 (datos de Francine Blau y Lawrence Kahn).

4. En 2010 las mujeres trabajadoras en Estados Unidos tenían la misma probabilidad que los hombres de ser gerentes. También había más probabilidades de ser profesionales en comparación con los hombres.

5. Las mujeres entre los 20 y 30 años son responsables de casi 40% del crecimiento de la fuerza de trabajo desde que la participación de la PEA tocó fondo en agosto de 2015 (Dato Crucial 1).

6. Gráfica 2. Población económicamente activa de Estados Unidos, crecimiento superior al crecimiento de la población desde agosto 2015, por sexo y edad (25-34; 35-44; 45-54). De manera general se muestra que la incorporación de trabajadoras ha sido mayor que la de los trabajadores en los últimos dos años, más notoriamente después de 2016 predominando las mujeres entre 25 a 34 y de 45 a 54 años de edad.

7. Los salarios medios están ahora creciendo en más de 4% anual entre los empleados de tiempo completo con solo un diploma de preparatoria en comparación con 2.9% para aquellos con una licenciatura.

8. Gráfica 3. Relación entre la participación de la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo en Estados Unidos, 2016 (porcentaje) y el crecimiento del empleo (miles de empleos). La imagen muestra que las actividades con mayor creación de empleo y participación femenina en éstas, son: servicios de educación y salud.

9. Las actividades de tiempo libre y el turismo tiene una división de género casi igual. Creó 287 000 empleos no administrativos en el último año y los salarios aumentaron 3.5%.

10. La tasa de participación de hombre entre 25 y 34 años apenas está por arriba de su mínimo histórico; para mujeres de la misma edad es tan alta como a principios de 2001.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La feminización del empleo es otro signo de la creciente polarización del capitalismo en Estados Unidos. Más allá de las explicaciones dadas por The Economist, las estadísticas y los ejemplos apuntan a que existe una mayor explotación y pago de menores salarios al incorporar mujeres a la fuerza laboral, lo cual estimula las ganancias de las empresas. Esta feminización de la fuerza laboral es también signo de la dislocación del capitalismo: las condiciones del llamado Tercer Mundo se instalan en las metrópolis. Sin embargo, no debemos perder de vista que esta degradación funciona en forma contradictoria: ante la falta de trabajos, el "lograr" emplearse da acceso al consumo y constituye una "tentación" para los trabajadores más precarizados, en este caso, las mujeres...