High and dry. Tis the season for protests over unpaid wages in China. Workers are desperate to collect before Chinese New Year
The Economist [2017], "High and dry. Tis the season for protests over unpaid wages in China. Workers are desperate to collect before Chinese New Year", The Economist, London, 14 de diciembre, https://www.economist.com/news/china/21732577-workers-are-desperate-coll...
La temporada de diciembre y enero son los meses de mayores protestas por salarios no pagados en China. Una razón es la premura por querer solventar sus deudas antes del Festival de Primavera (febrero). Este año las inconformidades han aumentado y se espera que las disputas, si bien son estacionales, esta ocasión vayan más allá de lo normal. Tradicionalmente las peleas se concentran en la industria de la construcción aunque recientemente se han visto involucrados trabajadores de fábricas, servicios de negocios diversos e incluso de empresas de Internet.
En el sector de la construcción comúnmente se suele emplear numerosas cantidades de trabajadores migrantes del campo, la gran mayoría reciben únicamente gastos mensuales y promesas de pagos completos una vez terminado el trabajo, y tan solo una pequeña fracción trabaja con contratos adecuados (de acuerdo con Susan Finder, experta en el sistema legal chino con sede en Hong Kong). En caso de que los proyectos terminados no sean rentables o hayan tenido que destinar recursos a pagos por corrupción u otros, los últimos en ser remunerados son los trabajadores. En caso de querer dar con los responsables, las largas cadenas de subcontratación dificultan la labor, e incluso hay temores de que los deudores aprovechen la pausa estacional para empacar e irse de la ciudad.
De acuerdo con la organización sin fines de lucro China Labor Bulletin (http://www.clb.org.hk), situada en Hong Kong, sólo en los primeros 12 días de diciembre hubo al menos cuatro casos de trabajadores no remunerados que amenazaban con lanzarse desde grúas o edificios altos, así como otras 40 otras protestas sobre pago de salarios. Lo que buscan los trabajadores con sus amenazas es involucrar a las autoridades para lograr el pago de sus salarios.
Mientras tanto el gobierno habla constantemente de asegurar el pago a los migrantes como en años anteriores (Dato Crucial 1). Entre otras medidas estatales se señala que desde 2011 se castiga con encarcelamiento a los contratistas que retienen los salarios de forma irracional (aunque en la práctica es raro que ocurra), recientemente también el Ministerio de Trabajo anunció un grupo de medidas que mejorarán la aplicación de ley en materia de garantizar los salarios mensuales. Se añade que las soluciones dirigidas por el gobierno no sustituyen una mejor representación de los trabajadores. La Federación de Sindicatos de China tiene una influencia relativa en la ciudad pero generalmente es resulta ineficaz en los lugares de trabajo. Además, las autoridades parecen estar más preocupadas por evitar las protestas que resolver las causas que las originan (Dato Crucial 2).
1. En 2016 funcionarios públicos ayudaron a 3.7 millones de trabajadores a recuperar más de 5 mil millones de dólares en salarios no pagados.
2. El 12 de diciembre, el gabinete de China dijo que usaría una escala de tres niveles para evaluar el desempeño de los gobiernos provinciales para manejar los problemas salariales del próximo año. Aquellos que permitan cinco "incidentes masivos" que involucran a "más de 50" personas recibirán automáticamente la calificación más baja.
El poderío económico de China alcanzado por una fuerte planificación estatal en coordinación, control y restricción de las entidades económicas privadas, financieras y extranjeras, descansan sobre la labor y las pésimas condiciones de vida y de trabajo de millones de trabajadores chinos. Sin negar que muchos han alcanzado un relativo alto nivel de educación y de ingresos, gran parte de los trabajadores empleados y desempleados se reproduce en condiciones deplorables y miserables. La ventaja competitiva por los bajos costos de producción que ofrece el país asiático no solo se debe a los bajos salarios, sino a todas las facilidades legales y no legales que existen en la región sobre las pésimas condiciones laborales en general (contratación, despido, huelgas, sindicatos, o como lo ilustra el artículo, en largas cadenas de subcontratación con demora de pagos), que posibilitan la superexplotación sistemática de la fuerza de trabajo en China.
Desde el punto de vista de la transición hegemónica y de la bifurcación sistémica, es muy relevante conocer la situación de las clases trabajadoras en China, pues ellas pueden estabilizar o desestabilizar el sistema dependiendo del rumbo que tome su contestación colectiva y las formas que adopten sus prácticas organizativas.