Prospectors, barons and suits. Multinationals move in to Colombia's emerald mountains. They offer steady jobs, but some miners would rather hunt stones on their own

Cita: 

The Economist [2018], "Prospectors, barons and suits. Multinationals move in to Colombia's emerald mountains. They offer steady jobs, but some miners would rather hunt stones on their own", The Economist, London, 6 de enero, https://www.economist.com/news/americas/21734032-they-offer-steady-jobs-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Enero 6, 2018
Tema: 
La entrada de mineras trasnacionales en Colombia para la extracción de esmeraldas
Idea principal: 

Muzo es un pueblo en la montaña al norte de Bogotá, Colombia, que ha atraído a los guaqueros (buscadores de tesoros y piedras preciosas que utilizan métodos arcaicos) desde antes de la colonia. La región es famosa y reconocida tanto por la calidad como por el tamaño de sus esmeraldas. De las 20 esmeraldas que se han vendido en subastas por más de 100 mil dólares el quilate, 19 provenían de esta región. Se dice que Víctor Carranza, un guaquero que posteriormente se convirtió en el zar de las esmeraldas en Colombia, encontró en 1999 en Muzo una esmeralda de 11 mil quilates que nunca ha sido vendida.

Las posibilidades de un guaquero de amasar una fortuna como la de Carranza nunca han sido muy altas, pero actualmente han prácticamente desaparecido. “Esto no se debe a que no haya más esmeraldas de 100 mil dólares el quilate en las montañas cercanas a Muzo, sino a que la búsqueda ha quedado a cargo de las compañías multinacionales. Estas ofrecen empleos regulares en lugar de tentadoras posibilidades de volverse rico”. Sin embargo, no todos los guaqueros pueden conseguir un empleo ahí, además que algunos prefieren la emoción de la cacería que ir a cobrar cheques mensualmente.

“Antes de la entrada de las corporaciones vino el caos”. Carranza empleó a un ejército propio para deshacerse de sus rivales por el control de las minas más productivas, en lo que se conoce como “guerras verdes” entre las décadas de 1960 y 1980. Unas 6 mil personas murieron. El negocio de las esmeraldas también fue usado por los traficantes de droga para el lavado de dinero. A quienes trabajaban en las minas de los barones de las esmeraldas no se les pagaban salarios, sino una parte del valor de las piedras preciosas que encontraban. Otros guaqueros buscaban pedacería de esmeraldas entre los desechos de las minas.

Las cosas se calmaron cuando los barones de las esmeraldas hicieron la paz en 1990. Las trasnacionales llegaron después, hacia finales de la década del 2000. Estas empresas, provenientes de diversas latitudes, trajeron maquinaria para ampliar las minas y hacerlas más productivas.

Los mineros que emplean las corporaciones trabajan jornadas regulares y reciben al menos el salario mínimo, que asciende a unos 270 dólares al mes. Esto representa una mejora sustancial en la vida de las personas, pues tienen ingresos estables y seguros. El alcalde de Muzo considera también que los cambios que traen consigo las transnacionales son indiscutiblemente para mejorar, no sólo en cuanto a los ingresos de los trabajadores sino también en sus costumbres, así como en la infraestructura y seguridad de la región.

A pesar de ello, muchos guaqueros siguen viviendo en chozas cerca de las galerías de las minas. Esto se debe en parte a que las transnacionales no generan suficientes empleos para ellos: aproximadamente 80% de la fuerza de trabajo de Muzo, incluyendo a los guaqueros, carece de empleo formal.

“Más verdes y más limpias que los barones de las esmeraldas, las compañías generan menos desechos para que los guaqueros puedan cernir” y encontrar piedras preciosas. Las galerías dentro de las montañas han sustituido a la minería a cielo abierto, lo que contribuye a dejar aún menos posibilidades para que los guaqueros encuentren esmeraldas. Ante esta situación, los guaqueros han protestado esporádicamente. Incluso han pedido que se obligue a las minas a dejar al menos un poco de escombros para que ellos puedan cernir con la esperanza de encontrar esmeraldas.

“En las montañas de las esmeraldas en Colombia, los días de los guaqueros han llegado a su fin”.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Más allá de lo anecdótica que puede resultar la situación de los guaqueros, es dable señalar una diferencia importante entre las mineras previamente asentadas en Colombia y las empresas transnacionales: las mejoras en la organización del trabajo y en los procesos productivos permiten tener una economía de materiales y un mejor manejo de los desechos, que se traducen en menos desperdicio, más ahorro y mayores ganancias. La maquinaria de la acumulación industrial desplaza mafias y cacicazgos, con mínimos beneficios para la población y los trabajadores.

En cuanto a los cambios en la subjetividad y la socialidad que traen consigo las corporaciones, resulta importante notar que estas son presentadas de forma providencial como pacificadoras y emisarias del progreso en los países con menor nivel de desarrollo capitalista, pues además de traer mejoras en infraestructura y seguridad, contribuyen a eliminar a sujetos que son considerados molestos remanentes del pasado, como los guaqueros o –en muchos casos– los indígenas y campesinos. El precio a pagar por semejantes beneficios es el despojo de saberes, riquezas y territorios.