Battle-lines drawn. A full-blown trade war between America and China looks likely. As Donald Trump threatens further tariffs on Chinese imports, the prospect of a deal is receding

Cita: 

The Economist [2018], "Battle-lines drawn. A full-blown trade war between America and China looks likely. As Donald Trump threatens further tariffs on Chinese imports, the prospect of a deal is receding", The Economist, London, 23 de junio, https://www.economist.com/finance-and-economics/2018/06/23/a-full-blown-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Jueves, Junio 21, 2018
Tema: 
Posibles efectos en China y Estados Unidos por la guerra comercial que parece estar creciendo
Idea principal: 

El 15 de junio la administración de Trump decidió gravar con 25% dos listas de bienes importados desde China con valor de 50 mil millones de dólares. Con esta decisión, la guerra comercial parece ponerse más seria. Los aranceles a los productos de la primera lista entrarán en vigor el 16 de julio. Al darse a conocer la noticia, China respondió en represalia con su propia lista equivalente. En respuesta, Trump dio la orden a Robert Lighthizer, Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR), de elaborar una lista más de bienes con valor de 200 mil millones de dólares, con aranceles de 10%, y amenazó con otra más, con valor de 200 mil millones de dólares, si los chinos respondían nuevamente.

China contestó que la medida fue unilateral y violatoria de las reglas del comercio internacional, presentando una queja ante la Organización Mundial del Comercio. Trump sostiene que China comenzó el conflicto robando propiedad intelectual y con una política industrial injusta. Una vez impuesto los aranceles, los aciertos y errores, e incluso el rol de la OMC puede desaparecer.

La decisión de que los aranceles no fueran inmediatos era con el fin de poder solucionarlo antes, sin embargo no se vislumbra un acuerdo en lo inmediato. El 19 de junio, Peter Navarro, asesor de Trump, dijo que no había planes de negociación y que el tiempo entre el anuncio y aplicación de los aranceles era para que las autoridades aduaneras estadounidenses se prepararan.

El oficial del USTR incluso se tomó el tiempo para escoger la lista de acuerdo a qué productos podría ser menos dañino que se gravaran para los consumidores estadounidenses y cuáles más dañinos para los exportadores chinos. De los productos anunciados el 15 de junio, 95% del valor de las importaciones estadounidenses fueron bienes de capital o intermedios. Esto se hizo así con la finalidad de aligerar el impacto en los precios al consumidor y para que los costos de producción aumentaran sólo un poco. El USTR también ha tratado de garantizar que los importadores estadounidenses puedan encontrar proveedores alternativos. Según el Centro de Comercio Internacional, una agencia multilateral, China representa sólo 8% de las importaciones totales de Estados Unidos de los productos afectados.

No obstante, los aranceles sí afectarán a productores estadounidenses al agregarles costos que no tienen sus competidores, incluso para los productos en los que China representa una pequeña porción de las importaciones. Reconstruir las cadenas de suministro será complicado. El conglomerado GE pidió retirar 34 productos especializados de la lista por pasar por control de calidad y aprobación regulatoria; sin embargo, no fueron retirados.

Afectar a China también podría ser más complicado de lo que se espera. El objetivo de Trump es obstaculizar el desarrollo de industrias que China considera estratégicas en el proyecto “Made in China 2025”. Pero según Yang Liang de Syracuse University y Mary Lovely del Peterson Institute for International Economics, 55% de las exportaciones chinas de alta tecnología a Estados Unidos en 2013 provino de empresas cuya propiedad es totalmente extranjera. Los 3.6 mil millones de dólares importados de semiconductores de China provenían en su mayoría de subsidiarias de empresas estadounidenses.

Los primeros golpes chinos afectarán principalmente a los productores agrícolas de los estados que votaron por Trump. Una posible escalada en la guerra comercial podría afectar a más gente. En 2017, Estados Unidos importó 505 mil millones de dólares de bienes de China. Si se amplían los aranceles para cubrir las importaciones chinas por un valor de 250 mil millones de dólares, será imposible evitar que los aranceles impacten a productos de consumo como ropa y electrónicos. Los productos con pocos proveedores alternativos serán afectados y será más complicado para los importadores no transferir los mayores costos a consumidores.

El margen de acción de China es más estrecho que el de Estados Unidos. En 2017 importó 130 mil millones de dólares de bienes estadounidenses. Sin embargo, podría tomar otros rumbos como restringir el turismo y salida de estudiantes hacia Estados Unidos, o incluso encontrar pretextos regulatorios para obstaculizar las actividades en China de empresas estadounidenses. Según el Consejo Empresarial Estados Unidos-China, el gobierno chino ha discutido con sus empresas remplazar los productos estadounidenses que utilizan.

Para el gobierno de Trump, hacer menos atractivo invertir en China es uno de sus objetivos principales, no un simple "daño colateral". La guerra comercial tiene efectos negativos para ambos bandos. Todo indica que sea cual sea el rumbo y tiempo que adopte este conflicto, no habrá ganador.

Datos cruciales: 

1- El 15 de junio se confirmó gravar con 25% dos listas de bienes importados con valor de 50 mil millones de dólares por Estados Unidos de China.

2- Se planea otra lista con valor de 200 mil millones de dólares, con aranceles del 10% de importaciones Estados Unidos de China.

3- De la primera lista, 95% del valor de las importaciones estadounidenses fueron de capital o bienes intermedios.

4- Según el Centro de Comercio Internacional, una agencia multilateral, China representa solo 8% de las importaciones totales de Estados Unidos de los productos afectados.

5- Según Yang Liang de Syracuse University y Mary Lovely del Peterson Institute for International Economics, 55% de las exportaciones chinas de alta tecnología a Estados Unidos en 2013 provino de empresas de propiedad totalmente extranjera. Los 3.6 mil millones de dólares importados de semiconductores de China provienen en su mayoría de subsidiarias de empresas estadounidenses.

6- En 2017, Estados Unidos importó 505 mil millones de dólares de bienes de China.

7- China en 2017 importó 130 mil millones de dólares de bienes estadounidenses.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Existe una ambición de un sector de la clase capitalista estadounidense por cambiar el modelo económico del que no han podido beneficiarse. Sumado a esto, la amenaza china de convertirse en un posible sujeto hegemónico del otro lado del mundo hace más tensas las relaciones entre estas dos potencias, llevando el conflicto a la economía en una guerra comercial que puede tener mayor impacto en países periféricos por los movimientos en las cadenas de valor o en sectores de la población de esos países que pueden sufrir subidas de precios.

Aunque en el ámbito estrictamente comercial Estados Unidos tiene un margen más amplio para "castigar" a los productores chinos, China dispone de otros elementos que probablemente son más importantes para responder a los embates estadounidenses: el principal tenedor de deuda gubernamental estadounidense es China, el gobierno chino podría poner trabas a la operación e inversión de las empresas estadounidenses en su territorio, etc. El desenlace de esta guerra comercial es aún incierto.