Feeding frenzy. Alibaba and Tencent have become China's most formidable investors. Their gorging is shaping the next shoal of startup
The Economist [2018], "Feeding frenzy. Alibaba and Tencent have become China's most formidable investors. Their gorging is shaping the next shoal of startup", The Economist, London, 4 de agosto, https://www.economist.com/business/2018/08/04/alibaba-and-tencent-have-b...
Los tres gigantes tecnológicos de China; Baidu, un buscador en línea, Alibaba y Tencent, un titán de las redes sociales y los juegos, conocidos colectivamente como BAT, son corporaciones que han invertido de forma directa o indirecta en 62 nuevas empresas contabilizadas como unicornios* en IT Juzi, una base de datos de empresas nuevas en Beijing. Cuando estas empresas lograron alcanzar la marca de 5 mil millones de dólares (mmdd), más de 80% ha tomado forma de inversión en BAT. En los últimos años, a pesar de que Alibaba y Tencent disminuyeron sus valuaciones, siguen siendo gigantes. No obstante, ambos gigantes han trasladado sus negocios a un mercado diversificado entre ellos; el transporte y entrega de comida, renta de automóviles y compartir bicicletas. Esta situación exhibió la articulación de una guerra de poder que se está desatando entre las empresas para conseguir consumidores. Así pues, se moldeó una estrategia y una apertura de mercado para las startups. No obstante, esto representa un riesgo de en China se esté desarrollando una especie de forma obligatoria de emprendimiento, impulsada por las estrategias de un duopolio.
Para las empresas de capital de riesgo en Estados Unidos, la historia puede sonar familiar. Fue en Estados Unidos donde surgió una “zona de muerte” en torno a los gigantes de la adquisición de tecnologías, como Amazon, Facebook y Google, que ofrecen productos y servicios por internet a los consumidores. Según McKinsey, una consultoría, los gigantes de Estados Unidos realizan solo 5% de todas las inversiones nacionales de capital de riesgo, mientras que el triunvirato de BAT representa casi la mitad de las inversiones en China.
Wen Feixiang, fundador de IT Juzi, afirma que para convertirse en un unicornio, una startup no tiene más remedio que unirse a unos de los dos bandos. Alibaba y Tencent están ofreciendo algo más que grandes cantidades de dinero. Sus plataformas se han vuelto más atractivas. WeChat, el servicio de mensajería instantánea de Tencent, cuenta con más mil millones de usuarios. Alibaba alberga a un millón de comerciantes, que representan el 94% de las transacciones móviles. Entre ellos, representan 94% de las transacciones móviles a través de WeChat Pay y Alipay, sus sistemas de pago rivales.
En Estados Unidos, los capitalistas de riesgo evitan respaldar a las nuevas empresas cuyos negocios se centran en la Internet del consumidor, porque Google y Facebook son dominantes allí. En China, ese aún no es el caso, y la primera ronda de financiación sigue siendo abundante. Muchas empresas de capital de riesgo intentan descarriar a las startups más brillantes, anticipando una salida generosa más tarde cuando los gigantes compren. Esta carrera ayuda a impulsar el espíritu empresarial, argumenta Gan Jie, un profesor y miembro de la junta de DJI, una compañía de aviones no tripulados que, a pesar de su valoración de 15 mmdd, no ha recibido inversiones de Alibaba ni de Tencent. Así este duopolio determina quién gana y quién pierde. Cuando Tencent invirtió 600 millones de dólares (mdd) el verano pasado en Mobike, una empresa de bicicletas compartidas, por ejemplo, Alibaba respondió con una participación de 700 mdd en un rival, Ofo.
Esta rivalidad también ha frustrado el camino de las startups. Ele.me, una plataforma de distribución de alimentos, se esperaba que se convirtiera en una empresa independiente valorada en 20 mmdd. No obstante, en 2015 se produjo una fusión entre Meituan y Dazhong Dianping, MeituanDianping como fue conocida, recaudó 3.3 mmdd en una ronda de financiamiento liderada por Tencent. Poco después, MeituanDianping recaudó 3.3 mmdd en una ronda de financiamiento liderada por Tencent, lo que le dio más influencia.
A medida que la ambición se encoge dentro de las nuevas empresas, la innovación sufre. Pocas startups están tratando de construir una plataforma de usuarios, porque esperan depender de las plataformas de TrCh en WeChat. Las nuevas empresas que se ganan el favor de Tencent o Alibaba esperan a través de redes logísticas, pasarelas de pago y soporte tecnológico, afirma The Economist. Gordon Orr, ex jefe de China para McKinsey, dice que los empresarios tienden a preferir un acuerdo de intercambio de datos cimentado con una participación accionaria que con uno sin él.
El gobierno chino, está encantado de que sus campeones nacionales en tecnología se estén apoderando de cientos de nuevas empresas. El hecho de poder manejar a un puñado de emprendedores privados establecidos con vínculos en el Partido Comunista es de larga data, pues hace que toda la industria tecnológica sea más fácil de controlar, ya sea a través de directivas de censura o dirigiendo sus conocimientos a los planes industriales del estado.
Así entonces, la rivalidad entre las dos empresas es clara. WeChat no permite que los usuarios envíen a sus amigos enlaces directos a Taobao, el principal sitio de compras de Alibaba. Liu Zihong, fundador de Royole, una startup independiente con un valor de $ 5 mil millones que hace exhibiciones, dice que, como regla general, "si te unes a un gigante, pierdes la oportunidad de trabajar con el otro".
Las startups han iniciado una de búsqueda de servicios donde los gigantes tecnológicos no tienen presencia o se muestran lentos para moverse. Pinduoduo, una aplicación de descuentos, construyó una plataforma de compras grupales en las cuidades más pobres de China. Tencent, actuó inmediatamente. Algunas plataformas han decidido evitar cualquier inversión de las BAT.
Muchos empresarios también acogen con agrado el reciente surgimiento de una nueva trinidad tecnológica: TMD, para Toutiao, una aplicación de agregación de noticias propiedad de Bytedance, Meituan y Didi Chuxing un servicio de transporte. "Nadie pensó que una compañía como Toutiao surgiría para rivalizar con Tencent y Baidu", dice Richard Peng, un ex jefe de inversiones de Tencent que ahora dirige Genesis Capital, una empresa de capital de riesgo con sede en China. El año pasado, Meituan estableció su propio fondo de inversión, abriendo un nuevo canal para las startups. Sin duda estará bajo observación del duopolio. Sin embargo, los dos gigantes, Alibaba y Tencent deberían estar en guardia por otra razón: habiendo fomentado la innovación durante tanto tiempo, ahora están en riesgo de socavarla, concluye The Economist.
* Un unicornio es una compañía de inicio con un valor de más de mil millones de dólares. Fuente: https://www.investopedia.com/terms/u/unicorn.asp
1)Tabla 1. Exhibe los capitales de riesgo por parte de los gigantes tecnológicos Alibaba y Tencent durante los últimos 9 años (2008-2017). Tencent tiene una cartera de 600 partes interesadas adquiridas en los últimos seis años, muchas de ellas sin previo aviso.
2)Cuando Tencent invirtió 600 millones de dólares el verano pasado en Mobike, una startup de bici compartida, por ejemplo, Alibaba contradijo con una participación de 700 millones de dólares en un rival, Ofo.
La guerra comercial ha sido una situación que se ha globalizado en los últimos años. En específico, China ha sido el país que se ha incorporado a un nivel regional, pues ha enfrentado una situación similar a Estados Unidos y la denominada “Zona de muerte”. En este caso, la guerra entre monopolios tecnológicos ha delimitado estrategias en favor de los capitales de riesgo, que buscan atrapar una mayor cantidad de consumidores a partir de los productos que ofrecen. En efecto, las startups se han convertido en un sujeto que se encuentra en medio de la disputa corporativa, representando el carácter innovador de los servicios y su posterior absorción hacia alguna de los gigantes tecnológicos. A partir de esta situación, podemos observar el incremento para las corporaciones que buscan acaparar la mayoría de los servicios que estén disponibles a través de las startups. La relación entre las corporaciones y las startups es un indicador clave de la hegemonía que intenta alcanzar el sistema capitalista.