Trump Has Put the U.S. and China on the Cusp of a New Cold War

Cita: 

Landler, Mark [2018], "Trump Has Put the U.S. and China on the Cusp of a New Cold War", New York Times, 19 de septiembre, https://www.nytimes.com/2018/09/19/us/politics/trump-china-trade-war.html

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Miércoles, Septiembre 19, 2018
Tema: 
La guerra comercial entre China y Estados Unidos
Idea principal: 

Las dos mayores economías del mundo se encuentran en la etapa inicial de una nueva Guerra fría económica que podría durar más allá del fin de la administración Trump. Jack Ma, presidente de Alibaba Group -un grupo de empresas tecnológicas chinas-, advierte que este proceso durará mucho tiempo y que no hay soluciones en el corto plazo.

Donald Trump impuso aranceles a productos chinos por valor de 200 mil millones de dólares la tercera semana de septiembre del 2018 y amenazó con cobrar impuesto a casi todas las importaciones chinas en caso de que China decidiera tomar represalias. El gobierno de Beijing respondió con impuestos sobre los productos estadounidenses. Muchos miembros de la comunidad empresarial y política internacional creen que Estados Unidos está en una lucha comercial que será de larga duración, con consecuencias económicas profundas y en la que aún no es claro qué ganará (si es que gana algo).

China ha intentado mantenerse fuerte; sin embargo, su debilitamiento económico hace pensar a Donald Trump que es una señal clara de que al final el gobierno chino terminará cediendo. Este año, el crecimiento en inversión, la producción industrial, el gasto de consumidos y el crecimiento económico en China se han ido desacelerando. Se espera que la situación empeore con los efectos de los aranceles estadounidenses.

No obstante, no parece claro que ninguna de las partes esté pensando en dar marcha atrás. Los asesores de Trump aseguran que el presidente cree que Estados Unidos tiene la ventaja sobre China, ya que Estados Unidos tiene la capacidad de imponer aranceles a un mayor numero de productos chinos, pues Estados Unidos importa mucho más de China de lo que exporta al país asiático. Aunque los aranceles son impopulares entre algunos sectores empresariales y políticos, siguen siendo populares en la base de apoyo de Trump.

Mientras tanto, China considera que ceder ante los estadounidenses podría ser considerado como un signo de debilidad de Xi Jinping, frente a Donald Trump. Además, China no está dispuesta a renunciar a su proyecto Made in China 2025, un programa industrial para el dominio de la robótica, inteligencia artificial y otras industriales de alta tecnología, que hasta el momento han sido dominadas por Estados Unidos y Europa. Trump considera que Made in China 2025 debe detenerse. Aunque los chinos han expresado su voluntad de deshacerse del nombre del proyecto, han sido más cautos al aceptar límites en algunas de las características de las políticas industriales del país.

Dentro de la Casa Blanca, se discute entre quienes desean llegar a acuerdos con China y los que prefieren seguir ejerciendo presión para forzar cambios. Daniel M. Price, ex-asesor comercial del expresidente George W. Bush considera que la administración Trump ha hecho un buen trabajo al catalogar los abusos chinos: robo de propiedad intelectual, transferencia forzada de tecnología a compañías extranjeras y los acuerdos desfavorables de inversión conjunta. Pero, no ha tenido éxito al conformar una coalición para enfrentar a China en lugar de generar otras peleas comerciales con sus socios. Price considera esto un error ya que los problemas con las prácticas comerciales de China no son bilaterales sino que involucran también a antiguos aliados de Estados Unidos como Europa y Japón.

Steven Mnuchin, secretario del Departamento del tesoro, cree que Estados Unidos debe estar abierto a conversar con China, siempre y cuando este país esté dispuesto a abordar problemas estructurales. Otros funcionarios del gobierno de Trump, como Peter Navarro de la oficina de política comercial y manufacturera, consideran que invitar al dialogo a los chinos es un signo de debilidad.

La política agresiva de Donald Trump ha atraído críticas intensas de algunos sectores. Por ejemplo, Fred Smith, director ejecutivo de FedEx, considera que la política comercial actual puede ser dañina para todos. No obstante, Trump ha mostrado poca disposición para cambiar el rumbo. Y aunque hay diferencias entre los miembros de su equipo económico, existe un consenso relativo sobre la postura agresiva contra China. Trump ha seguido adelante con los aranceles.

Datos cruciales: 

1. Durante la semana del 19 de septiembre del 2018, Donald Trump impuso aranceles a productos chinos por valor de 200 mil millones de dólares.

2. Jack Ma, presidente de Alibaba Group, rechazó una promesa que había hecho en 2017 para la creación de 1 000 000 de empleos en Estados Unidos. Declaro ante el medio chino Xinhua, que la promesa se hizo bajo la idea de asociación amistosa entre Estados Unidos y China y que “el comercio no es un arma”.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La situación actual de competencia entre Estados Unidos y la República Popular de China se ha mostrado complicada ante una serie de tensiones económicas. Mientras que China se ha apegado a prácticas, que podrían ser consideradas desleales para los capitales estadounidenses, los estadounidenses han fortalecido una guerra comercial que va en ascenso y que dejara pocos ganadores. Estados Unidos persiste en un momento de debilidad relativa, mientras que China se afianza al papel de sucesor hegemónico que lo ha definido en los últimos años.