A message from the Billionaire's Club: Tax Us
Cohen, Patricia [2019], "A message from the Billionaire's Club: Tax Us", The New York Times, New York, 24 de junio, https://www.nytimes.com/2019/06/24/business/economy/wealth-tax-letter.html
A finales del mes de junio de 2019, 18 multimillonarios de 11 familias firmaron una carta en la que pidieron a los candidatos a la presidencia de Estados Unidos establecer un impuesto “moderado” sobre las fortunas de la décima parte más rica de los estadounidenses.
Los individuos que apoyaron a iniciativa se distinguen por realizar labores progresistas y por su participación en organizaciones políticas.
La carta hace eco de algunas propuestas demócratas como la de Alexandria Ocasio-Cortez, Bernie Sanders y Elizabeth Warren. Por ejemplo, el plan de la senadora Warren incluye un impuesto a la riqueza de los hogares con más de 50 millones de dólares en activos (acciones, bonos, yates, automóviles y arte). Esto implicaría gravar a alrededor de 75 mil familias y recaudar cerca de 2.75 billones de dólares en 10 años. En el fondo, estas propuestas cuestionan si el enorme poder económico y político de los multimillonarios son enemigos de los valores de la democracia estadounidense.
De hecho, los multimillonarios mencionaron en su carta que el impuesto a la riqueza fortalece la libertad y la democracia estadounidense y que debe considerarse algo patriótico, ya que el destino de ese dinero podría ser afrontar problemas sociales como el cuidado de los niños, la deuda educativa, el aumento en el consumo de opioides o la crisis ambiental.
En otras ocasiones, los multimillonarios han señalado la desigualdad de la política impositiva. Por ejemplo, en 2011 Warren Buffett, uno de los hombres más ricos a nivel mundial, escribió que la tasa efectiva de impuestos que pagaba era menor a la de otras 20 personas en su oficina. Tres años más tarde, Nick Hanauer, un empresario de Seattle, dirigió una carta a sus colegas zillionaires [1], señalando que existe un enorme distancia entre ellos y el 99% de la población estadounidense y que de no atacarse la enorme desigualdad, la ira de la población los alcanzará.
[1] Zillionaires viene de la raíz zillion que significa tropecientos, es decir, hace referencia a un número tan elevado que ya no puede especificarse.
1. Los firmantes de la carta son: George Soros y su hijo Alexander, Chris Hughes, Sean Eldridge, Liesel Pritzker Simmons e Ian Simmons, Regan Pritzker, Abigail Disney, Stephen M. Silberstein, Agnes Gund y su hija Catherine, Arnold S. Hiatt, Justin Rosenstein, Robert S. Bowditch Jr. y su esposa Louise, Nick Hanauer, Molly Munger y su esposo Stephen English. La última firma era “Anonymous”.
2. En un análisis reciente, la Fed encontró que desde hace tres décadas, la riqueza neta del 1% más rico de la población estadounidense creció 21 billones de dólares. En contraste, la riqueza del 50% de la población restante cayó en 900 mil millones de dólares.
3. Las encuestas revelan que casi 7 de cada 10 estadounidenses apoyan el aumento de los impuestos sobre las fortunas de los multimillonarios.
4. En su carta, los millonarios señalan que existen estimaciones que indican que en 2019, el 0.1% más rico de los estadounidenses pagará 3.2% de su riqueza en impuestos, en tanto el 99% restante pagará 7.2% por el mismo concepto.
La polarización es uno de los signos del capitalismo contemporáneo. El enorme número de ricos y fortunas son signos de un capitalismo que no encuentra límites en la apropiación de la riqueza social, particularmente, en la riqueza material. No sólo no hay regulación estatal en la actividad económica, sino que los gobiernos actúan como promotores para que los capitales encuentren espacios de valorización, ofreciendo mano de obra barata, sin prestaciones sociales ni espacios de organización o totalmente cooptada; sino que ha eliminado todo mecanismo de redistribución de la riqueza social: no existe más la seguridad social en la cual participaba el estado ni se utiliza la política fiscal como medida para reducir desigualdades.
Aunque la carta firmada por los multimillonarios reconoce esta última situación, no se trata de una propuesta de reflexión profunda, sino de un llamado al gobierno y a sus pares para gestionar la crisis de credibilidad que enfrentan las instituciones y los sistemas partidistas frente a los subordinados. Sólo garantizando la confianza o el convenciamiento de estos es que el sistema puede mantenerse intocado.