Ending the debt addiction. A senseless subsidy. Most Western economies sweeten the cost of borrowing. That is a bad idea
The Economist [2015], “Ending the debt addiction. A senseless subsidy. Most Western economies sweeten the cost of borrowing. That is a bad idea”, The Economist, London, 16 de mayo, http://www.economist.com/news/briefing/21651220-most-western-economies-s...
Sin importar que el mundo está lleno de deudas los gobiernos hacen deducibles de impuestos los costos del endeudamiento, abaratan la deuda y fomentan a los prestatarios a seguir prestando. Los incentivos fiscales para la deuda se presentan de dos formas principales: 1) los pagos de intereses de las hipotecas son deducibles para propósitos de impuestos personales, y 2) a través de las empresas se pueden deducir los pagos de intereses a los tenedores de deuda de las ganancias gravables.
Actualmente las exenciones fiscales para la deuda se encuentran incrustadas en todas las economías, su incremento se muestra en: 1) el costo perdido en ingresos fiscales se elevó entre el 2 y 5% del PIB al año en el mundo rico justo antes de la crisis. En 2007 Gran Bretaña y la zona euro gastaron más en subsidios para la deuda que en defensa, 2) el valor de las rebajas de impuestos es grande en relación a los activos con los que se encuentran vinculados. En Estados Unidos el valor presente (el valor que tendría en el momento presente una cantidad que se percibirá o pagará en el futuro) equivale aproximadamente al 14% del valor de las acciones de los hogares y al 11% de los activos de las empresas, y 3) en los cálculos que hacen los prestatarios. Los pagos de intereses anuales sobre una hipoteca de 1 millón se pueden reducir en más de una cuarta parte como resultado de la deducción de intereses. Una empresa estadounidense grande normalmente paga una tasa de interés después de impuestos de 3% de la deuda, mientras que el costo de los fondos propios (basado en rendimiento anual que los accionistas esperan) es del 8% o más. Aproximadamente la mitad de esa brecha se explica por reducciones de impuestos.
Es un hecho que los subsidios a la deuda no generaron la crisis financiera, pero el sesgo en el sistema fiscal mundial sí la empeoró, provocando un aumento en el nivel general de la deuda y focos de angustia. La deuda, tiene importantes funciones sociales y económicas, pero en exceso perjudica al crecimiento de dos maneras: 1) la mayoría de las deudas no financian activos productivos y 2) crea fragilidad (al tener que hacer pagos fijos los hogares y las empresas son más sensibles a las crisis, recortando sus gastos e inversiones).
Un factor del sesgo hacia la deuda es la psicología humana utilizada para incentivar gastos cubiertos con deuda. Las desigualdades en ingreso y riqueza de algunas economías también la impulsan, hay menor propensión a gastar en los países ricos, por lo que entre más ganan más ahorran. Ese dinero requiere ser reciclado en el sistema financiero y se crean instrumentos para eso. Los países, así como la gente pobre son quienes requieren ese capital y la deuda es forma la de canalizar el dinero. El sector financiero también tiene sus propias distorsiones que fomentan a emitir deuda, por ejemplo bancos y agencias de vivienda como Fannie Mae y Freddie Mac (en Estados Unidos) tienen costos de endeudamiento artificialmente bajos debido al respaldo gubernamental.
¿Qué sucedería si se eliminaran las subvenciones? Se cree que a corto plazo podría causar algunas interrupciones y a largo plazo podría ser grande la amortización.
Existen dos enfoques alternativos. El primero equilibra la balanza entre deuda y capital hacia la baja: podría ser una rebaja de impuestos para los accionistas. El segundo enfoque equilibra el sistema subiendo de nivel: por medio de intereses tributables en las mismas condiciones que las ganancias de los accionistas, ampliando la base tributaria. Por otro lado, un sistema tributario neutral sería inclinar la balanza del mundo fuera de la deuda y dirigido a la equidad. Los pilares del sistema: prestatarios financieros, ahorradores e intermediarios financieros tendrían que funcionar de una forma distinta.
La deuda global actual es 286% del PIB.
Holanda durante la crisis financiera tuvo subsidios fiscales por un valor del 2% del PIB al año (más del doble del nivel en Estados Unidos).
Gráfica de los ingresos fiscales perdidos como resultado de intereses deducibles en Estados Unidos como porcentaje del PIB de: las empresas financieras, las no financieras y las hipotecas.
Gráfica de la deuda de Estados Unidos de 1920 a 2014: del gobierno, familias, corporaciones financieras y no financieras, así como de las entidades patrocinadas por el gobierno como porcentaje del PIB.
Gráfica de la deuda como porcentaje del PIB de las economías avanzadas y las emergentes en el periodo 2000-2014.
La deuda está en el centro de la acumulación de capital: "Debt is the magic ingredient that makes modern finance possible". El artículo muestra el papel del endeudamiento mostrando tanto los niveles insostenibles que se viven como las espirales que implica para el proceso económico en su conjunto. Los impuestos pueden ser una salida o al menos un freno al endeudamiento, pero las eventuales reformas quedarán con poco o nulo efecto si no se ataca también la convergencia entre deuda y especulación. De manera más profunda, los niveles de endeudamiento están relacionados con la acumulación sin límites que caracteriza al capitalismo. No es sólo el crecimiento y su calidad lo que debe ser frenado, sino la deuda como palanca de la producción capitalista.