Paul Krugman es un economista liberal estadounidense, profesor de la Universidad de Princeton y columnista del diario The New York Times y de la revista Fortune. En 2018 se le otorgó el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas Alfred Nobel. Entre sus publicaciones se encuentra ¡Detengamos esta crisis ya! (2012), El retorno de la economía de la depresión y la crisis actual (2008) y El gran engaño (2003).

Las acciones de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, en la guerra comercial ante China, no tienen sentido, señala el economista estadounidense Paul Krugman. La postura de Donald Trump es una serie de demandas incomprensibles, una sobreestimación del daño que se puede infligir al país asiático y una subestimación de las consecuencias. Mientras que Estados Unidos ha establecido aranceles a casi todas las importaciones provenientes de China, los chinos aún no han desplegado la totalidad de sus herramientas para contrarrestar las acciones de Trump.

Krugman plantea que los chinos no han atacado con todo en esta guerra comercial porque le están dando una lección de economía a Trump. No obstante, no hay señales de que el mensaje haya sido recibido por el destinatario y esto seguirá escalando como guerra comercial y monetaria. Por ejemplo, Trump se ha quejado del dólar fuerte, como desventaja competitiva, frente al yuan devaluado mientras al mismo tiempo aplaudió en Twitter la gran cantidad de dinero de China que llegaba a Estados Unidos, pero ¿qué pasa cuando grandes cantidades de dinero llegan a Estados Unidos? El valor de la moneda aumenta, mientras que las salidas de dinero de China devalúan el yuan.

Es difícil saber si China cederá ante las demandas de Trump ya que las demandas no son claras. Aunque el mercado estadounidense es importante para los chinos y la guerra comercial tendrá repercusiones mayores sobre ellos, la economía china es menos dependiente del mercado estadounidense que otras naciones y Pekín está bien posicionado para contrarrestar los efectos. China podría generar sus propias afectaciones a través del mercado de soya o depreciando el yuan. Mientras tanto, Trump no tiene una postura clara, sus alianzas con el mundo no son sólidas y su posición actual es mucho más débil de lo que se imagina. La pequeña devaluación del yuan acontecida hace poco es quizás un intento de darle una lección.