China en África: del beneficio mutuo a la hegemonía de Pekín
Moral, Pablo [2019], "China en África: del beneficio mutuo a la hegemonía de Pekín", El Orden Mundial, 1 de septiembre, https://elordenmundial.com/china-en-africa/
La relación entre China y África tiene su coyuntura en la época moderna partir de 1955, año en que se lleva a cabo la conferencia de Bandung —en el contexto del movimiento de los países no alineados— pero más de 60 años después, un panorama distinto transcurre con una China que aspira a convertirse en la primera economía del mundo, mientras África aún arrastra antiguos problemas pero con un crecimiento demográfico sostenido. A pesar de los beneficios fruto de la estrategia win-win propuesta por el país asiático, África pasa a ser parte de la cadena global china, sin embargo su presencia es en su expresión menos beneficiosa, al ser el sustituto del encarecimiento de la mano de obra china.
Aún con el crecimiento a principio de siglo de las inversiones en el sector inmobiliario y en infraestructuras, el desarrollo de este modelo acarrea la continua necesidad de energía y de materias primas que exceden la capacidad del gigante asiático, por lo que el dilema es que China necesita tanto proveedores como mercados que den continuidad al proceso de grandes inversiones. Por otro lado la clase media china exige una mayor cantidad de materias primas y energía en su cotidianidad debido a su crecimiento, por lo que el papel de África se convierte en un imperativo para las estrategias geopolíticas chinas a largo plazo, debido a que cumple con los dos requisitos para su desarrollo.
Para África, el acercamiento a china le deja dos escenarios distintos uno del otro, por una lado están los puertos, aeropuertos, carreteras, puentes, hospitales, colegios construidos y toda infraestructura hecha por capital chino que brinda beneficios y oportunidades a países africanos, sin embargo, por otro lado se encuentra la corrupción y la precariedad de las condiciones laborales, que son características del mismo proceso y del crecimiento chino. También África debe lidiar con el crecimiento de la demanda de trabajo, al mismo tiempo que se hace evidente la necesidad de una diversificación de las fuentes de riqueza, ya que todavía son dependientes al precio de las materias primas en el mercado y a las condiciones climáticas.
Otro aspecto son los préstamos chinos que son brindados a muchos países africanos, que a pesar del beneficio a corto plazo legan una deuda pública que difícilmente se podrá solventar, por lo que ésta práctica se convierte en sumisión política, incluso se advierte que la deuda podría pagarse a través de métodos distintos más benéficos para el dragón asiático pero que son controvertidos, como la cesión de infraestructuras estratégicas. Cuyo ejemplo es el puerto de Hambantota en Sri Lanka, por lo que la aplicación de este método se amolda a las necesidades geopolíticas chinas relacionadas al megaproyecto la nueva Ruta de la Seda, para el cual ya cuenta con una base militar en Yibuti.
La interdependencia que se genera entre ambas partes ha trascendido el ámbito económico, en el sector de la seguridad se han alcanzado avances como la creación del foro China-África de Defensa y Seguridad e incluso se muestran señales de softpower, a través de la entrada de los medios televisivos más importantes en China al mercado africano y con la expansión por un lado de 50 institutos confucio por todo el continente, así como la enseñanza de mandarín en el sistema educativo keniano.
El reconocimiento que se ha ganado Beijing en África es notable, ya que sólo la antigua Suazilandia continúa reconociendo a Taiwan, por ello concatenar el pasado africano con la obediencia política, el desequilibrio en la balanza de pagos a favor de Beijing y la opacidad sobre el respeto de los derechos humanos, es difícil no evocar una nueva forma de neocolonialismo, una dependencia más compleja que la padecida el siglo pasado debido a que se reproduce de manera más sutil, se lleva a cabo de forma consensuada y es menos paternalista, no obstante que es moralmente polémica, es económica y políticamente legal.
1. En 2009 China se convirtió en el primer socio comercial de África, desbancando a Estados Unidos.
2. China cuenta con una clase media en emergencia que para 2030 será el 35 por ciento de la población, aproximadamente 500 millones de personas.
3. La media de la población africana se encuentra en 19 años, y debido al crecimiento demográfico, en 30 años tendrá el doble de población, con un estimado de 10 millones de trabajadores que se incorporarán al mercado.
4. China cuenta con 10.000 empresas y 200.000 trabajadores connacionales en el continente africano, no obstante, esta cifra apenas y se acerca a la mitad del monto invertido en Asia o Europa.
5. En 2018 se llevó a cabo el primer Foto China-África de Seguridad y Defensa, el cual además reforzar la cooperación entre ambas partes, permite la formación de militares africanos en academias chinas.
6. En los últimos diez años el trafico aéreo entre China y África ha tenido un aumento de 630 por ciento.
7. Mapa 1. Muestra un mapa de África sobre los principales países importadores según cada país del continente, en donde China domina este rubro en la mayor parte del continente salvo 9 países que todavía dependen en este rubro de sus ex metropolis, y el caso aparte de Liberia cuyo mayor abastecedor es Corea del sur.
8. Mapa 2. Muestra la proporción sobre el valor de las exportaciones de África a China, en donde salvo ciertas excepciones la mayoría de las exportaciones se caracterizan por ser de riqueza mineral y por su poca diversificación.
9. Mapa 3. Muestra la inversión China en África, en específico los principales sectores en los que se enfocaron los préstamos de 2000 a 2017, en el que predomina la inversión en transportes y energía, y en menor grado la minería y las comunicaciones.
10. Mapa 4. Muestra la inversión China en África, enfocándose en los préstamos a los gobiernos africanos de 2000 a 2017, siendo Angola y Etiopía quienes obtuvieron préstamos por encima de los 10 mil millones de dólares, Kenia y Sudán cuyos préstamos rondan entre 5 mil y 10 mil millones de dólares, la gran mayoría de países adquirieron préstamos entre 5 mil millones de dólares y 500 millones y once países negociaron préstamos por debajo de los 500 millones de dólares.
11. Mapa 5. Muestra un mapa mundial en donde resalta en rojo la ruta seguida por el collar de perlas chino, dentro del megaproyecto Belt & Road, en la que el continente africano tiene la importancia de permitir la conexión con el mar mediterráneo y por ello china cuenta con dos bases militares sobre la ruta en África, una en Yibuti y otra en Sudán del Sur.
Para los dirigentes africanos la reproducción de la estrategia win-win es la norma, y casi dos tercios de la población africana ve la influencia china en su país como positiva. Lo que nos muestra el consenso que se establece en esta nueva forma de neocolonialismo. Desde la disputa hegemónica, este es el status quo optimo para las pretensiones del Partido Comunista Chino, en cuanto permite sostener su dinamismo, brinda socios estratégicos para el funcionamiento del megaproyecto Belt & Road y permite la transición hacia un país con una clase media más amplia.