Finding Truth Online Is Hard Enough
Hansen, Suzy [2019], "Finding Truth Online Is Hard Enough", The New York Times Magazine, New York, 11 de noviembre, https://www.nytimes.com/interactive/2019/11/13/magazine/internet-turkey....
El gobierno de Turquía ha censurado distintos artículos de wikipedia desde "vagina", "pene" y "elecciones presidenciales de Turquía en 2015", y de manera más reciente "terrorismo apoyado por el estado", "dictadores benevolentes" y "vínculos extranjeros en la guerra civil siria", debido a que se ha acusado al gobierno turco de haberse involucrado con el Estado Islámico. Las autoridades turcas se han apoyado en la ley 5651 para realizar estas prohibiciones en defensa del orden público y la seguridad nacional, también llamada ley de regulación de publicaciones de Internet y supresión de crímenes ligados a tales publicaciones, emitida en 2007, cuya primer víctima fue Youtube después de que varios usuarios reportaran insultos hacia Ataturk, ante lo que el código penal mediante el artículo 301 estipuló como crimen realizar insultos hacia Ataturk o Turquía.
Los regímenes militares en Turquía siempre han controlado la información dentro del país además de perseguir a quienes hayan desafiado este control, lo que ha provocado un profundo escepticismo en la población hacia todas las instituciones del estado. Los turcos están más preparados ante el caos del Internet y el régimen de un solo hombre por su experiencia; no obstante, en los últimos años estas prácticas han escalado en magnitud, y lo que en un momento fue ocultar información oficial se ha convertido en una represiva forma de proteger los intereses del presidente. No obstante a que mucho de ello es bien conocido, la represión ha causado muchos periodistas encarcelados, cientos que huyen del país o que otros abandonen la profesión, y salvo pequeños periódicos y sitios en línea ya no hay medios de comunicación independientes, lo que abre paso a un gran cantidad de noticias falsas, que se combinan con la habitual presencia de Erdogan en radio y televisión para dar las noticias, generando censura de distintas formas difíciles de comprender para quienes se encuentran fuera de Turquía.
Ello ha dejado a Internet como el único lugar para buscar la verdad, sin embargo, tras dos eventos en los que el Internet sirvió para propagar la disidencia: el primero, las protestas del parque Gezi en 2013 donde miles se manifestaron en contra de la destrucción ambiental y la violencia policial, y las grabaciones donde se mostraron negocios turbios de Erdogan y sus aliados en 2014; el gobierno ha optado por incrementar la opacidad y peligrosidad de este espacio e incluso en 2014 pidió a Facebook cerrar las cuentas implicadas. Desde el intento de golpe de estado en 2016 ciudadanos turcos son perseguidos o detenidos por la policía por un tweet, una publicación en Facebook, o por una broma que puede ser catalogada como insulto para el presidente. La Asociación de Libertad de Expresión de Turquía muestra en un reporte que alrededor de 250 mil sitios son inaccesibles sin una red virtual privada.
En el verano de 2019 Turquía brindó a su ministerio de radiodifusión la supervisión de toda la Internet incluyendo sitios como Netflix y sus variantes locales, siendo ahora motivo de alarma la homosexualidad, lo que provocó que periódicos a favor del gobierno señalen que la homosexualidad es promovida por distintas series como Narcos o Black Mirror; además dicha supervisión significa la necesidad de una licencia del ministerio para operar.
La censura llevada a cabo por el gobierno se especializa en ciertas áreas que lo ponen en peligro, búsquedas como economía fallida, muestras de apoyo hacia personas ligadas al terrorismo, reclamaciones sobre corrupción y todo lo que tenga que ver con la familia Erdogan. La censura ha provocado que los ciudadanos interesados en el destino de su país estén en una continua búsqueda de fuentes por la desaparición de los sitios, dinámica que sólo beneficia a quienes sepan otros idiomas o quienes tengan dinero para aprovechar las redes virtuales privadas para evadir la censura, y otros tienen que seguir las noticias en Twitter, Instagram, Facebook, Youtube o Periscope o incluso mediante grupos de WhatsApp donde de manera inconsciente se saturan con distintas fuentes.
Por otro lado el sitio web Eksi Sozluk, o como el autor lo llama el Wikipedia Turco, es un diccionario en línea que como dice su fundador Sedat Kapanoglu, a diferencia del sistema educativo turco cuyo libro de texto es la autoridad, quienes consumen la información son quienes la proveen. De manera habitual la censura de ciertos artículos funciona como una confirmación de la su propia veracidad, como ejemplo está el artículo prohibido de wikipedia sobre las elecciones presidenciales de 2015, que señala que el Partido de la justicia y el desarrollo (AK) no quiere que los turcos sepan su mala actuación en lo comicios de 2015, pero estas acciones le recuerdan a los ciudadanos los límites de su libertad personal, al estar expuestos todo el tiempo a ser castigados por sus publicaciones en redes sociales.
Sin embargo hay momentos en los que se vuelve colectivo el reconocimiento de la verdad, después de la crisis financiera a principios de 2019 que elevó los precios de la comida, los turcos ya no tenían la capacidad de adquirir frutos y vegetales; debido a esto aparecieron videos de bajo presupuesto en donde se hizo patente la molestia de la población hacia el gobierno, en ellos que aparecían señoras de edad mayor quejándose por el precio de cebollas y jitomates, e increíblemente el resultado fue que en las elecciones el partido AK perdió Estambul después de 25 años, lo que asombró incluso a quienes vieron los videos, los cuales sirvieron para recordar que la Internet libre debe acercar el mundo a las personas.
La ignorancia debe prevalecer en tiempos de guerra, tal es la estrategia que Turquía ha tomado en dos eventos: en la guerra del sureste contra el Partido de los trabajadores de Kurdistán (PKK) en 2015, donde se apagó la conexión a Internet en algunos lugares de la región y sólo era posible conocer fragmentos de lo ocurrido en el conflicto; y en cuanto se efectuó la invasión de sitios a lo largo de la frontera Siria, alegando que el Supremo Consejo de Radio y Televisión turco no podía permitir la difusión de transmisiones que sirvieran a los propósitos del terrorismo y que provean a ciudadanos turcos de falsa información, en donde además la guerra de la información en Turquía alcanzó un nuevo nivel, al aplicarse medidas represivas sobre el PKK y todo aquel que apoyó los derechos de los kurdos.
De manera paralela a esto un nuevo sitio web en inglés llamado Duvar English aparecía en Turquía, y aprovechó a los periodistas, editores y columnistas que habían sido despedidos anteriormente, convirtiéndose en el último sitio web independiente, y escribiendo desde sus primeros días sobre los efectos de la censura. El columnista Mehves Evin, señaló lo que se había perdido iniciado el conflicto, ya que 186 turcos habían sido puestos en custodia y 28 fueron arrestados, mientras la oficina del fiscal general de Estambul y la dirección general de seguridad advirtieron que cualquier noticia o comentario sobre la operación del ejército turco que busque acabar con la paz y unidad será investigado por el código penal turco y la ley anti terrorismo, a lo que se suma que el ministro del interior anunció el patrullaje de ciber unidades en las redes sociales 24 horas al día.
Una sociedad que ha padecido la censura durante varios años como la turca no sólo pierde acceso a la información, sino que la pérdida más grande es la falta de conocimiento entre los miembros de la sociedad. Esto sucedió en Turquía frente a la guerra en Siria liderada por Erdogan ya que no había posibilidad de saber qué tanto era apoyada a lo largo del país, y se hizo evidente ante la sorpresa de muchos ante los resultados de las elecciones en Estambul. También el autor menciona otra pérdida a nivel internacional, sobre el reto de transmitir noticias e información a Occidente, ya que como lo menciona la columnista Ece Temelkuran, la razón no era que los turcos angloparlantes carecieran del vocabulario, sino que lo que para ellos era algo políticamente sencillo no tenía sentido para la audiencia occidental.
El autor concluye mencionando que expresiones de sentimiento como las de Ece Temelkuran son las que escucha continuamente en Turquía debido a que las noticias extranjeras se obsesionan con Erdogan y su autoritarismo, dejando a un lado la compleja situación del país, de su gobierno y de la oposición, señalando que sobre todo son los occidentales quienes están dispuestos atribuir las tendencias del gobernante hacia el resto de la población, siendo las personas quienes perseveran desde sus trincheras para proteger su verdad por lo que el caso de Duvar English es un ejemplo para Occidente de que a pesar de que los turcos son silenciados, el mundo no debe dejar de escuchar lo que ocurre en ese país.
1. En 2018 el gobierno turco envió 1105 órdenes judiciales a Twitter, mientras Rusia sólo envió 372 y Brasil 107, además de solicitar a Google la eliminación de contenido más de 9 000 veces en los últimos 10 años.
Turquía es uno de los ejemplos más patentes del autoritarismo extremo que caracteriza el capitalismo en decadencia. Incluso las actividades capitalistas que en otros contextos producen grandes ganancias, son frenadas y censuradas por el gobierno nacional. Así se configura un bloque de poder que, al menos en el mediano plazo, está en situación de proyectar su poder en los países vecinos, incluso en tensión con las grandes potencias. En ese sentido, Turquía es un elemento disruptivo de la geopolítica mundial.
En las relaciones entre Estado, empresas y sociedad la censura llevada a cabo por el gobierno de Erdogan genera una situación conflictiva tanto para la sociedad como para empresas como youtube que se han visto perjudicadas por estas medidas, ya que la libertad de estas empresas no empatan con la permitida por el Estado turco, y la dualidad del internet como tecnología civil con fines militares se hace evidente mediante el patrullaje realizado por ministerio del interior en Turquía las 24 horas del día.