A multinational desert. Western firms have little to lose from a Middle Eastern war. With the exception of a few highly exposed companies in a handful of industries
The Economist [2020], "A multinational desert. Western firms have little to lose from a Middle Eastern war. With the exception of a few highly exposed companies in a handful of industries", The Economist, London, 11 de enero, https://www.economist.com/business/2020/01/09/western-firms-have-little-...
Las bolsas del mundo se estremecieron el 3 de enero de 2020, luego de que un misil estadounidense mató al general iraní Qassem Suleimani en Irak. Se volvieron a tambalear, luego de que Irán atacó bases estadounidenses en territorio iraquí. Estas tensiones geopolíticas afectan la economía y los negocios: el precio del petróleo aumentó casi 5% después del ataque estadounidense, incremento que afecta a las empresas que usan mucho petróleo, como las aerolíneas.
Aunque este es un potencial mercado y una región atractiva para empresas de sectores como energía, aeroespacial y defensa, Medio Oriente parece un gran desierto para las multinacionales. Además, las recurrentes sanciones estadounidenses a países de la región como Irán, reducen aún más la presencia de multinacionales occidentales.
La región apenas se registra en las declaraciones de ganancias y pérdidas de las multinacionales occidentales (ver Dato crucial 1). En cuanto al ámbito financiero, los grandes bancos estadounidenses tenían una actividad crediticia y comercial de 18 500 millones de dólares en la región, equivalente a 0.2% de sus activos, en 2018; mientras que los bancos europeos, se han retirado (ver Dato crucial 2). En contraste, los bancos chinos han expandido sus operaciones en el Golfo: en 2019 el Banco de China aumentó su presencia en Emiratos Árabes Unidos y en enero de 2020 obtuvo una licencia para abrir una sucursal en Arabia Saudita.
En el sector energético, la nota señala que a corto plazo, un aumento en el precio del petróleo generado por el conflicto entre Irán y Estados Unidos podría impulsar las ganancias de los productores de occidente geográficamente diversificados, mientras que a largo plazo, el análisis es más oscuro debido a la fuerte dependencia de los campos petroleros en Medio Oriente (ver Dato crucial 3). Las empresas de servicios también están profundamente vinculadas a la región. Por ejemplo, el contrato de Halliburton con Saudi Aramco en 2018 fue el más grande de su tipo en Medio Oriente.
Sin embargo, la situación es más tensa para Irak ya que ha aceptado el capital extranjero mientras se esfuerza por aumentar la producción de petróleo después de años de conflicto. Los proyectos que diversas trasnacionales tienen en el país están en riesgo si Estados Unidos impone nuevas sanciones (ver Dato crucial 4).
Las empresas no petroleras también observan el conflicto con cautela ya que LafargeHolcim, el mayor productor de cemento del mundo, tiene 44 plantas en la región que generaron 11% de sus ingresos en 2018. La empresa alemana Heidelberg Cement obtiene 19% de sus ventas de Medio Oriente y el Magreb, y General Electric vende maquinaria por un valor de 16 mil millones de dólares al año en la región, que representan 13% de las ventas totales del grupo.
Por su parte, las empresas aeronáuticas como Boeing y Airbus también pueden correr riesgos en este contexto geopolítico, ya que alrededor de 5% de la flota global de aerolíneas es operada por transportistas del Golfo. Emirates, Etihad y Qatar Airways se han convertido en importantes compradores de aviones de pasajeros en los últimos años; por lo que Airbus considera que la región recibirá 3 200 aviones nuevos en los próximos 20 años.
Sin embargo, la industria armamentística se beneficia de los conflictos bélicos y geopolíticos, ya que la venta de armas en Medio Oriente se duplicó en la última década. Por ejemplo, Arabia Saudita gastó 68 mil millones de dólares en armamento en 2018. La región recibió la mitad de las exportaciones de armas estadounidenses de 2014 a 2018 y también es un gran mercado para las empresas de defensa británicas, francesas y alemanas: Raytheon, Lockheed Martin, Bae y Dassault vieron cómo aumentaban los precios de sus acciones a medida que aumentaban las tensiones.
1. El Medio Oriente y África representaron 2.4% de los ingresos de las empresas estadounidenses que cotizaron en bolsa en 2019. Para las empresas europeas y japonesas fue 4.9% y 1.8%, respectivamente. Los consumidores de Medio Oriente compran relativamente pocos de los automóviles del mundo (2.3 millones de los 86 millones vendidos en todo el mundo en 2018). Los vendedores de artículos de lujo como Prada y L’Oréal realizan 3% de sus ventas en el Medio Oriente.
2. BNP Paribas, de Francia, vendió su sucursal egipcia en 2018 por 121 millones de euros (143 millones de dólares). HSBC declaró activos en el Medio Oriente por 58 500 millones de dólares.
3. En 2018, Medio Oriente y África representaron una cuarta parte de la producción mundial de Total, una empresa francesa. Mientras que ExxonMobil ha invertido alrededor de 6.5 mil millones de dólares en un gigante campo petrolero en EAU y para 2024 espera producir 1 millón de barriles de petróleo por día, lo que equivale aproximadamente a una cuarta parte de su producción total en 2018.
4. En 2009, BP y PetroChina ganaron un contrato con una empresa iraquí de propiedad estatal para aumentar la producción en el campo de Rumaila. Este campo produce 1.5 millones de barriles por día, un tercio del total de Irak. ExxonMobil, Eni y Chevron también tienen proyectos en el país.
5. Gráfica. Ganancias provenientes del Medio Oriente y el Magreb en 2018, por empresa (% en las ganancias totales): Heidelberg Cement, 4%, Occidental Petroleum, 3.4%, BAE Systems, 4.2%, Raytheon, 4%, General Electric, 16.3%, Airbus, 7.5%, Boeing, 9.7%y Lockheed Martin, 3.6%.
En el contexto del conflicto bélico que caracteriza a la región de Medio Oriente, por razones geopolíticas; es necesario analizar la lógica capitalista de las empresas, en el sentido de dilucidar si éstas se benefician de él o al contrario. Evidentemente, la guerra es una fuente de ganancias para los negocios armamentísticos que contribuyen a que la región sea tan volátil.