For American Military, Coronavirus Is an Enemy to Be Fought

Cita: 

Philipps, Dave [2020], "For American Military, Coronavirus Is an Enemy to Be Fought", The New York Times, New York, 29 de febrero, https://www.nytimes.com/2020/02/29/us/american-military-coronavirus.html

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Sábado, Febrero 29, 2020
Tema: 
Respuesta de los ejércitos a la expansión del coronavirus.
Idea principal: 

Un comandante militar estadounidense en Corea del Sur informó que un soldado de la guarnición en Daegu y un trabajador civil del ejército estadounidense dieron positivo en la prueba de coronavirus, siendo este el primer caso de un militar enfermo por este virus.

La estrategia principal es cerrar los edificios y las oficinas que el soldado infectado utilizó. Otras medidas son las siguientes: se desinfectará cualquier lugar donde haya estado el soldado y se le aplicará cuarentena a las personas con las que haya tenido contacto; en las entradas se detectará a cualquiera (tropas o civiles) que tenga fiebre; se recomienda que los trabajadores civiles se queden en sus casas; se cerraran las escuelas, los campos de golf y el boliche y se cancelarán los eventos sociales.

Aunque los estadounidenses civiles perciben la amenaza del coronavirus distante para los militares es un peligro latente, ya que Estados Unidos tiene más de 75 000 soldados en países que están experimentando brotes, como Corea del Sur, Japón, Italia y Bahrein.

Varias bases estadounidenses se encuentran cerca de las ciudades donde se propaga el virus, sin olvidar que las tropas están entrelazadas con las comunidades locales, ya que emplean a numerosos trabajadores civiles y albergan a muchas tropas fuera de la base.

Así, el primer recurso de Estados Unidos es recurrir a la capacidad y recursos de los militares. Por ejemplo, cuando se evacuó a los estadounidenses infectados de un crucero en Japón, éstos fueron puestos en cuarentena en dos bases aéreas. De esta manera, los altos mandos militares han enfatizado que para cumplir con los objetivos mencionados por el Secretario de defensa Mark Esper (la protección de los ciudadanos estadounidenses y de los miembros del servicio como sus familias), es necesario que las tropas estén sanas.

Aunque los militares estadounidenses tomaron varias medidas defensivas contra la propagación (como la reducción de algunas operaciones), el ejército depende del movimiento constante de personas y materiales entre países, por lo que la protección de la fuerza militar puede afectar los entrenamientos. Por ejemplo, los pasos destinados a contener el virus comprometen la preparación de los ejércitos, lo cual ya sucede en Corea del Sur, porque ha reportado más de 1 700 casos de covid-19, por lo que se cancelarán los ejercicios militares conjuntos anuales.

La nota señala que históricamente los ejércitos han sido amenazados por la propagación de enfermedades como la fiebre tifoidea, el cólera y la gripe que podrían destruir las filas de las tropas en lugares cerrados. El doctor Jonathan Woodson, quien fue subsecretario de defensa para asuntos de salud y coordinó la respuesta militar estadounidense al brote de ébola en 2015, mencionó que es necesario encontrar un equilibrio y que a menudo se debate si se deberían reducir las operaciones militares, como se ha hecho al suspender el ejercicio principal en Corea del Sur, ya que el dinero y las personas invertidos en ellas están de por medio.

Asimismo se señala que el aparato militar está mejor posicionado que la población civil para responder a un brote global: las fuerzas armadas están formadas por población joven y saludable con atención médica universal; las bases pueden limitar fácilmente el acceso; los comandantes tienen mucha más autoridad que los líderes civiles para imponer cuarentenas y vacunas, cerrar instalaciones y ordenar a las tropas que se mantengan alejadas de las reuniones públicas.

Sin embargo, Carol R. Byerly, ex historiadora de la Oficina del cirujano general del ejército señala que el ejército tiene grandes recursos y capacidad para vigilar, pero las necesidades de los militares también pueden hacer que los soldados sean más vulnerables. Así, ejemplificó lo anterior, señalando que durante la Primera Guerra Mundial, la mortal pandemia de gripe de 1918 se agravó por la movilización de decenas de miles de jóvenes que se concentraron en cuarteles de entrenamiento del ejército (ver Dato crucial 1).

Frente al brote de coronavirus, el ejército estadounidense comenzó a ejecutar un plan que desarrolló en 2005 para combatir una pandemia: proporcionar un plan para ayudar con la evacuación y la cuarentena de pacientes, ayudar con suministros o atención médica a la clase obrera para mantener en funcionamiento la infraestructura crítica de la nación. Además, se han impuesto más restricciones, ya que los niveles de amenaza establecidos en los planes militares se han elevado en las últimas semanas.

Por lo que en varios países, incluido Bahrein, las escuelas militares han cerrado y los estudiantes cambiaron a clases en línea. En Italia, un puesto del ejército en el norte del país, los teatros, gimnasios, guarderías y capillas han sido cerrados. A las tropas en Corea del Sur se les dijo que cortaran toda actividad no esencial fuera de la base.

En cuestiones marítimas, a algunos barcos de la armada estadounidense se les ordenó permanecer en el mar al menos 14 días como salvaguardia y a las tropas estacionadas en el Medio Oriente y Asia Central se les dijo que ya no podían tomar días de asueto.

Datos cruciales: 

1. En 1918, funcionarios militares de salud apelaron al presidente Woodrow Wilson para que dejara de enviar tropas a Francia; sin embargo, los generales que buscaban enviar más soldados para las trincheras ganaron la discusión. Finalmente, el Departamento de guerra luego estimó que 35 000 soldados estadounidenses murieron de influenza antes de llegar a Europa.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Esta nota es interesante porque señala las estrategias que los ejércitos, especialmente el estadounidense, toman ante la expansión del coronavirus. Es relevante analizar el tipo de respuesta que los altos mandos de las bases militares que se encuentran en los brotes del Covid-19 pueden tomar: replegarse o continuar con las actividades de forma más restrictiva y cuidadosa.