Opinion: Putin's historic oil misstep
Gurkov, Andrey [2020], "Opinion: Putin's historic oil misstep", Deutsche Welle, Bonn, 13 de marzo, https://p.dw.com/p/3ZO0h
Según la nota, Vladimir Putin ha tomado varios errores en su carrera política; los más graves son la anexión de Crimea, la guerra híbrida con Ucrania, la guerra en Siria, las reformas de pensiones en casa y la reescritura de la constitución rusa con la esperanza de asegurarle un papel como el gobernante de Rusia de por vida.
Sin embargo, otro paso en falso fue el colapso de los mercados mundiales de petróleo y la devaluación inmediata del rublo ruso; éstos son el resultado directo de la decisión de Rusia de retirarse del llamado acuerdo OPEP +, de las naciones exportadoras de petróleo, que tenía el objetivo de reducir la producción.
El guardián de la estabilidad desestabiliza los mercados mundiales
Putin, que se percibe como un garante de la estabilidad, ha elegido crear una situación de incertidumbre: en un momento en que la demanda mundial de energía está en un mínimo histórico debido a las preocupaciones sobre la escala de la pandemia de coronavirus, el presidente ruso ha desestabilizado aún más el mercado mundial del petróleo al comenzar una guerra de precios.
La OPEP es un cartel que intenta inflar artificialmente los precios, en detrimento de los consumidores; de esta manera, Rusia no recibió elogios exactamente cuando firmó originalmente el acuerdo con la organización, en 2016. Sin embargo, tampoco tiene sentido sabotear dicho acuerdo después de que lo haya aceptado.
Mal momento para romper con Arabia Saudita
La razón por la que el acuerdo terminó fue la negativa de Rusia a adherirse a la política propuesta por la OPEP, que planteaba la reducción de la producción de petróleo. Por lo tanto, los países productores de petróleo son libres de producir tanto como quieran a partir del 1 de abril de 2020.
El abandono del pacto explica por qué Arabia Saudita, uno de los miembros clave de la OPEP, ha reaccionado tan brutalmente: la semana pasada, el reino anunció que expandiría masivamente la producción a partir del 8 de marzo, al tiempo que ofrecería grandes descuentos a sus clientes, lo que es más importante para aquellos clientes en el mercado europeo, que es tan importante para los productores rusos.
Las compañías estadounidenses de petróleo shale molestan al Kremlin
Los inversores europeos observan algo que, al parecer, los rusos no: que un colapso del mercado mundial del petróleo sería extremadamente perjudicial, lo que eventualmente llevaría a una desestabilización macroeconómica, lo que afectaría negativamente el equilibrio de la economía global, la bancarrota de las empresas y aumentaría la probabilidad de impagos.
Sin embargo, en algunos casos eso es exactamente lo que rusia espera que pase: ya que Estados Unidos se ha convertido en un competidor cada vez más poderoso para las empresas rusas. Por lo tanto, Moscú agradecería el colapso de tales compañías. Otro efecto secundario favorable para los rusos es la tensión económica que tales perturbaciones traerían sobre el otro competidor principal de Rusia, Arabia Saudita.
Rusia subestima la amenaza de una recesión global
Rusia no parece tener en cuenta las consecuencias de una recesión económica mundial en la que el colapso de los competidores estadounidenses endeudados eventualmente desestabilizaría a los bancos que los financian. Se podría generar una reacción en cadena que podría volver a colocar al mundo en la misma posición en que se encontraba durante la crisis financiera mundial de 2008.
Cuando el rublo cayó como respuesta directa al anuncio de la política de Putin, probó que no es una decisión económica que traerá consecuencias positivas: el resultado es un aumento de la inflación, lo cual es negativo para una economía nacional que depende en gran medida de las importaciones.
La nota señala dos aspectos que están generando inestabilidad en el mundo globalizado: la pandemia del coronavirus y la posible crisis económica. En este caso, la salida de Rusia del acuerdo con la OPEP, incrementa el desbalance en el aspecto económico, basada en un cálculo que pretende beneficiar a Rusia; la decisión complejiza la actual situación.