La nota señala que en la situación de la pandemia del coronavirus, las relaciones entre Estados Unidos y China se están volviendo más agresivas ya que los dos países están envueltos en una lucha de insultos. Algunos funcionarios chinos han estado difundiendo la teoría conspirativa que apunta al ejército estadounidense como el culpable de la crisis del covid-19 en China. Mientras que Trump ha llamado al coronavirus el "virus chino".

El 18 de marzo de 2020 China anunció la expulsión de casi todos los ciudadanos estadounidenses que trabajan para el New York Times, el Washington Post y el Wall Street Journal, la mayor expulsión de periodistas occidentales desde los tiempos de Mao. Y en enero de 2020, este país asiático ignoró las solicitudes de acceso a Wuhan por parte de expertos estadounidenses en control de enfermedades que querían evaluar las primeras etapas del brote. Como la epidemia se ha disipado, al menos temporalmente en China, los funcionarios están anunciando su manejo eficiente de la crisis, en contraste con la forma torpe de manejarla en Estados Unidos.

Trump y Xi Jinping tienen una larga historia de tensiones: la administración Trump se retiró del acuerdo de París, que habían firmado el presidente Obama y el presidente chino; Trump también lanzó una guerra comercial con China, investigó a espías chinos en Estados Unidos, influenció a sus aliados por medio de cabildos para prohibir las operaciones de Huawei y sus redes 5G. Por su parte, el presidente Xi ha seguido una política exterior cada vez más agresiva e intensificó la represión en China.

Cuando el covid-19 comenzó a extenderse más allá de China, los dos países suspendieron la guerra comercial, pero las tensiones han persistido en muchas otras áreas. El 18 de febrero de 2020, la administración Trump designó a cinco organizaciones de medios chinas como "misiones extranjeras" del gobierno chino. Al día siguiente, China anunció la expulsión de tres reporteros del Wall Street Journal, por un titular en el que llamaban a China el "verdadero hombre enfermo de Asia". Estados Unidos respondió imponiendo un límite de 100 ciudadanos chinos para trabajar en los medios Xinhua, CGTN, China Daily, China Radio International y el brazo de distribución de People’s Daily. En realidad, esta medida significó la expulsión de 60 personas.

La respuesta de China tendrá un impacto mayor en el periodismo, porque muchos de los mejores corresponsales internacionales en China serán afectados. En Hong Kong los reporteros también tienen prohibido trabajar. Este tipo de decisiones pueden ser una señal de que los líderes chinos están dispuestos a mantender políticas de franca hostilidad hacia Estados Unidos.

Como ejemplo, The Economist recuerda los dichos con respecto al origen del covid-19. Algunas teorías que circulaban en línea sugerían que el coronavirus era una arma biológica estadounidense producida por la CIA o el ejército y lanzado en Wuhan en octubre de 2019. Sin embargo, el 12 de marzo de 2020, Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China tuiteó que el ejército estadounidense podría ser quien llevó la epidemia a Wuhan. Por su parte, algunos funcionarios estadounidenses también han planteado una idea sin fundamento de que el covid-19 surgió en un laboratorio de investigación en Wuhan.

Trump dijo que la teoría de la conspiración era una de las razones por las que seguiría diciendo "virus chino" en vez de coronavirus. Si mueren más personas, las percepciones en China y Estados Unidos de quién es el culpable tendrán profundas consecuencias para una relación que cada vez se rompe más.