En la línea fronteriza establecida de facto entre India y China cerca del Himalaya, el 17 de junio pasado, 20 soldados indios murieron tras enfrentamientos con tropas chinas; desde entonces Narendra Modi, el primer ministro de India, ha enfrentado presiones políticas para devolver el golpe a China.

La primer medida contra China anunciada por el gobierno indio fue prohibir 59 aplicaciones que se consideran vinculadas a China, destacando particularmente la famosa aplicación de videos TikTok. Esta medida anunciada oficialmente de carácter defensiva, tiene como objetivo proteger a los ciudadanos de una posible extracción de datos por parte de China.

Si se toma en cuenta que más de 600 millones de usuarios provenientes de India han descargado TikTok, la anterior no es una medida menor. El primer ministro indio ha declarado que “ha hecho algo para que todos vean la venganza a los soldados asesinados”, aunque también ha apagado un pasatiempo asombrosamente popular de la noche a la mañana.

Muchos expertos en el tema han catalogado esta medida como débil debido a que India se encuentra en una clara desventaja frente a China en un conflicto que, Jabin Jacob de la Universidad Shiv Nadar en Delhi describe como “una guerra fría emergente entre los gigantes asiáticos” a consecuencia de la falta de definición de una frontera formal y acordada entre India y China. En los últimos años, China ha intensificado su presencia en estas áreas áridas y de gran altitud, creando posiciones reforzadas y puntos estratégicos ubicados justamente donde India considera su territorio.

La posición que China le deja a India no es sencilla, el reforzamiento de estos puntos estratégicos y la creación por parte de los soldados chinos de un mapa gigante de China, anexando los territorios recién conquistados. India podría imitar las tácticas de China y crear sus propias nuevas posiciones avanzadas, pero esos movimientos de ojo por ojo podrían simplemente continuar a un costo creciente durante muchos años, con presupuestos más grandes y una infraestructura superior de China que la coloca en una mejor posición. De ahí la estrategia de India de intentar dañar a China de otras formas.

La prohibición de aplicaciones populares representa un pinchazo para una economía que es casi cinco veces mayor que la de India. Es cierto que India es con diferencia el mayor mercado extranjero de TikTok, pero las ganancias de la aplicación en India son relativamente insignificantes. Jacob explica que la prohibición de aplicaciones se entiende mejor como parte de un rechazo más estratégicamente considerado contra la creciente influencia de China que por golpear netamente su economía.

Incluso antes de las recientes tensiones fronterizas, India había comenzado a levantar silenciosamente barreras al capital chino. Ejemplo de esto son las nuevas reglas impuestas en abril de 2020 las cuales requieren que el gobierno central indio revise todas las inversiones directas de las empresas chinas. En mayo, las autoridades comenzaron a reflexionar sobre una supervisión más estricta de las operaciones vinculadas a China en los mercados de acciones y bonos. Desde los problemas de junio, los funcionarios de aduanas indios han estado examinando los envíos de China mucho más de cerca.

Por otro lado, Prafulla Ketkar, editor de una revista considerada portavoz del grupo nacionalista hindú más grande de la India, ve el comienzo de una "guerra santa" contra un "monstruo expansionista". Aunque eso está por verse, ya que la economía india depende en gran parte del capital chino, por lo que iniciar una guerra “fría” a través de la prohibición de aplicaciones chinas podría devenir en un declive acelerado de India.