A civil-military response to hybrid threats
Cusumano, Eugenio y Marian Corbe (editores) [2018], A civil-military response to hybrid threats, London, Palgrave Macmillan, 320 pp.
Eugenio Cusumano es profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Leiden (Países Bajos). Su investigación se centra en el papel de los agentes no estatales en las operaciones militares y las crisis humanitarias tanto en tierra como en mar.
Marian Corbe, oficial de las Fuerzas Armadas de Alemania, trabaja como asesor del Centro de Excelencia de Cooperación Cívico-Militar de la OTAN en La Haya. Aborda temas sobre la investigación académica en relación con las demandas militares en el área de la cooperación civil-militar.
La retórica respecto a las amenazas híbridas suele tomarse como convencionalismo alarmista o bien como concepto vago que refiere a fenómenos intrínsecos a la guerra y la política exterior. No obstante, la noción de “hibridez” tomó relevancia en la OTAN por su capacidad para aportar nuevas pistas sobre los fenómenos actuales y en consecuencia sobre los retos para la seguridad transatlántica. Uno de los logros del discurso de las amenazas híbridas es el renovado énfasis en la cooperación civil-militar.
Las amenazas híbridas son “aquellas amenazas planteadas por adversarios con la capacidad de emplear simultáneamente medios convencionales y no convencionales”, herramientas militares y no militares (ciberataques, interrupciones energéticas, guerra de información, combinación de tácticas insurgentes y terroristas), dirigidas a la sociedad en general. Los desafíos para la seguridad apelan a estrategias inclusivas que abarquen a las organizaciones militares, los ministerios de asuntos exteriores, las agencias de desarrollo, las instituciones internacionales, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado.
La correspondencia entre las amenazas híbridas y la cooperación cívico-militar no es ajena a los círculos de la OTAN quienes ven en las amenazas híbridas "el reflejo oscuro” de su enfoque integral. Ya que el enfoque integral adopta instrumentos militares y no militares en la gestión de conflictos.
En este libro participan expertos de centros de competencia especializados de la OTAN como el Centro de Excelencia de Cooperación Cívico-Militar (CCOE) y el Centro de Excelencia de Colaboración en Ciberdefensa (CCD), académicos de universidades civiles, oficiales militares de alto rango, funcionarios públicos y organizaciones humanitarias. Con estas perspectivas se ofrece una triple contribución al estudio de la cooperación cívico-militar y de las amenazas híbridas.
En primer lugar, reúne diferentes estudios de casos sobre la capacidad de recuperación de fuerzas de la OTAN mediante la cooperación entre civiles y militares, ante las diversificadas estrategias de desestabilización de la sociedad. En segundo lugar, con base en los estudios de casos examina los obstáculos institucionales y culturales para una eficaz cooperación que enfrente a esas amenazas. En tercer lugar, busca solucionar esos obstáculos y hacer más eficaces las respuestas a las amenazas híbridas.
Conceptos Clave
Un marco conceptual común es clave a la hora de entablar un diálogo significativo en torno a la seguridad entre académicos, oficiales militares, funcionarios públicos y trabajadores humanistas. No obstante, en nociones como las amenazas híbridas y la cooperación entre civiles y militares, no suele haber acuerdo entre profesionales y académicos. En este trabajo se deja a criterio de quienes colaboran, la elección de las conceptualizaciones que consideren óptimas, por tanto, las definiciones conceptuales que en la introducción se aportan no se mantienen en todo el volumen.
La insoportable vaguedad de lo hibrido
El Diccionario de Oxford describe la palabra “híbrido” como algo "de carácter mixto, que combina dos o más elementos diferentes, o compuesto de partes diferentes". Por ”guerra híbrida” se entiende la combinación de varios medios de combate, convencionales y no convencionales. Las ”amenazas híbridas”, según la OTAN, son aquellas amenazas planeadas por los “adversarios con la capacidad de emplear simultáneamente medios convencionales y no convencionales de manera adaptable para alcanzar sus objetivos".
La combinación de diferentes instrumentos de poder es consustancial a la política exterior, así como el uso simultáneo de herramientas convencionales y no convencionales se puede observar en todas las guerras contemporáneas. Si “lo híbrido” no es criterio clasificatorio para los distintos tipos de amenazas, su uso es redundante.
Dentro de las conceptualizaciones de “lo híbrido” suele destacarse su carácter ambiguo y denegatorio como razón general subyacente en el recurso de las estrategias híbridas. Las formas híbridas de acción suelen considerarse como violaciones, implícitas o explícitas a la ley de conflictos armados y al derecho internacional en general. Este énfasis da mayor precisión a la noción de hibridación, pero también le otorga una carga normativa. Así la coexistencia de elementos empíricos y normativos no reconocida y ambigua entorpece la comprensión objetiva del concepto y vuelve su valoración de carácter subjetivo.
Pese a las ambigüedades en la conceptualización de las amenazas híbridas, el concepto divulgado por la OTAN se ha logrado familiarizar con académicos, profesionales y la comunidad de lectores informados. Su uso contribuye al diálogo entre académicos, profesionales militares, y funcionarios públicos. Además, su carácter normativo sirve como una herramienta para fomentar propuestas de transformación para la OTAN que aumenten su eficacia. Es especialmente útil para promover el debate político y académico sobre la cooperación entre civiles y militares bajo un enfoque integral aplicado no sólo para las operaciones extraterritoriales sino para las habituales tareas de defensa colectiva.
Cooperación Civil-Militar: ¿un matrimonio de conveniencia?
Las interpretaciones de la cooperación cívico-militar aportada por los académicos, los profesionales civiles y los oficiales militares suelen abordar comprensiones diferentes de lo que implica dicha cooperación y de cómo debe llevarse a cabo.
Se identificaron tres tipos de relaciones civil-militar, relacionadas y distintas. Cada una es de vital importancia: 1) las relaciones entre civiles y militares; 2) la interacción entre civiles y militares (CMI) y 3) la cooperación entre civiles y militares (CIMIC).
Estas relaciones comprenden la voluntad política para enfrentar los problemas de seguridad, la mentalidad militar fundamental para dar una respuesta eficaz y su aplicación práctica basada en un enfoque global. Es necesaria la sinergia entre estos tres elementos para combatir las amenazas híbridas.
Las relaciones cívico-militares refieren al papel que desempeñan las organizaciones militares en la política. Su estudio se enfoca en el control civil de los militares y el control democrático sobre el uso de la fuerza. A nivel de las instituciones gubernamentales esta relación es de subordinación militar, pero a nivel operacional es menos jerárquica y más compleja.
La OTAN introdujo el concepto de CMI en 2014, definido como: "grupo de actividades, fundadas en la comunicación, la planificación y la coordinación, que todos los órganos militares de la OTAN comparten y llevan a cabo con los agentes no militares internacionales y locales".
La cooperación cívico-militar (CIMIC) es una "función conjunta que comprende un conjunto de capacidades integrales para apoyar el logro de los objetivos de la misión". La CIMIC está a cargo de especialistas encargados de la vinculación con agentes civiles y analizar el entorno civil para las operaciones militares.
Estructura del Libro
Este volumen está estructurado en tres partes. La primera parte, explica los conceptos clave (amenazas híbridas y cooperación cívico-militares) desde las perspectivas académicas, militares y jurídicas. Sebastian Rinelli e Isabelle Duyvesteyn en el capítulo 2, desarrollan el vínculo entre estos dos conceptos claves, su genealógica, sus usos y cambios de significado. En el capítulo 3, Joerg Warstat y Koen van der West del CCOE, trabajan la génesis y aplicación de la doctrina CIMIC de la OTAN. El capítulo 4, Sascha-Dominik Bachmann y Andrés B. Muñoz Mosquera, examina el uso deliberado de la ambigüedad en las estrategias hibridas para crear confusión en cuanto a la fuente de derecho y evadir el orden jurídico internacional, dificultando la atribución de responsabilidades políticas y jurídicas a determinados actores.
La segunda parte del volumen aborda a los actores clave en el binomio cívico-militar. Marian Corbe en el capítulo 5, expone el papel de los Centros de Excelencia acreditados por la OTAN (COE). Organizaciones militares, de carácter multinacional que por su diversidad de especialidades y estructura organizativa flexible pueden ser un medio de la Alianza para enfrentar retos multidimensionales, propagar doctrinas y formar en temas de contrataque a los desafíos no tradicionales.
El capítulo 6, de Eugenio Cusumano, aborda la creciente dependencia de la OTAN, para la provisión de logística y seguridad armada, proveniente de las Empresas Militares y de Seguridad Privadas (EMSP), así como la problemática coordinación entre las organizaciones militares y las EMSP.
En el capítulo 7, Silvia Colona argumenta la necesidad de que los principios humanitarios de “neutralidad, imparcialidad e independencia” dirijan la relación de los actores humanitarios con las organizaciones militares, y sean centrales en la formación de una coordinación eficaz de carácter civil-militar.
Francesco Giumelli, Eugenio Cusumano y Matteo Besana, analizan, en el capítulo 8, las respuestas de la Unión Europea a las amenazas híbridas en cuanto a las comunicaciones estratégicas y las sanciones. Ambas requieren la cooperación entre agentes militares, civiles, sector público y privado.
La tercera parte integra estudios de casos como una perspectiva global de las amenazas híbridas y la contribución de la cooperación entre civiles y militares para hacerles frente. En el capítulo 9, Sebastiaan Rietjens, examina la actual “Misión Integrada Multidimensional de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí”, desde 2013.
El capítulo 10, de Nick Pounds, Iyad El Alam y Rudolf Keijzer, aborda el papel de los militares para contribuir a la capacidad de recuperación de los Estado mediante el enfoque integral. Para ello examina la Misión de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en el Afganistán y la sección de la CIMIC de las Fuerzas Armadas del Líbano.
Henry Roigas, en el capítulo 11, mediante el estudio de las operaciones cibernéticas insertas en el conflicto en Ucrania, propone que estas no fueron cruciales en el conflicto. Sin embargo, aun cuando el dominio cibernético no reemplaza el conflicto armado, es indispensable generar defensa cibernética eficiente, para la cual son sustanciales las alianzas público-privado así como la CIMIT.
En el capítulo 12, James Rogers analiza las posibilidades de desestabilizar a miembros de la OTAN como Estonia, Letonia y Lituania, mediante amenazas híbridas.
Por último, de Andrew Gawthorpe, argumenta que el CIMIC ayuda a entender las amenazas híbridas en Asia Oriental. En el capítulo 13 desarrolla la experiencia histórica de la guerra de Vietnam, donde Estados Unidos desplegó la cooperación civil-militar a una escala sin precedentes, también compara las amenazas híbridas en las regiones euroatlántica, de Asia y el Pacífico y advierte sobre la necesidad del CIMIC ante las amenazas que podrían contraer los esfuerzos de China para promover sus intereses en la controversia fronteriza y marítima.
El libro que se introduce, aporta una evaluación general de las “amenazas híbridas” y la “cooperación civil-militar” desde el punto de vista de la OTAN, lo cual permite ver los análisis de la guerra desde los actores militares y civiles.