Kirk Semple es un microbiólogo defensor del medio ambiente con más de 30 años de experiencia en investigación de temas relacionados con la contaminación. Sin embargo, en los últimos años ha trabajado cuestiones afines con la región de América Latina.

Kirk Semple hace un análisis acerca del aumento del poderío chino en el año 2020 en ciertas regiones del mundo. Él puntualiza que China ha ayudado a la región caribeña por medio de inversiones de empresas chinas, préstamos, donaciones y asesorías en el ámbito militar, de seguridad y de la salud (a propósito de la pandemia por el SARS-COV-2), por mencionar los principales ejemplos.

Pero, ¿qué beneficios tendría China de este tipo de apoyo hacia los países caribeños? De acuerdo con Semple, los mercados del Caribe son pequeños y la mayoría de los países carecen de reservas minerales. No obstante, para China esto representa un área de oportunidad, pues dicha región es un eslabón estratégico para el comercio y la logística, que puede ser útil en términos de seguridad en un conflicto militar, debido a la cercanía con Estados Unidos.

Igualmente, resulta relevante para el país asiático que las naciones tanto de América Latina como del Caribe no reconozcan a Taiwán como nación independiente, ya que es una zona importante para la economía china. Empero, el interés del país asiático, visto desde la región caribeña, igualmente ha traído ventajas, pues ha satisfecho algunas insuficiencias de infraestructura, economía y finanzas latentes en los últimos años, (ver Datos cruciales 1 y 2).

A pesar de dichas ganancias para ambas partes, China ha recibido críticas por sus acciones. Según Bernal, profesor en la Universidad de las Indias Orientales, los préstamos del país asiático han sido un instrumento para generar buena reputación en el Caribe y en América Latina, sin embargo, los países de estas regiones se han visto perjudicados por recibir ayuda que ellos no pidieron.

En concreto, China ha cooperado en materia de seguridad “brindando donativos de equipo a fuerzas policiales y militares”. Asimismo, en el aspecto cultural, ha difundido “programas de entendimiento cultural a través de su red de institutos Confucio”. Aunado a esto, la diplomacia de las mascarillas también ha jugado un papel importante en las contribuciones, puesto que la donación y venta de equipos de protección personal ha incrementado y el gobierno de China promete préstamos financieros para facilitar el acceso de las naciones caribeñas y latinoamericanas a la vacuna contra el SARS-COV-2.

Por otra parte, como resultado de dicha situación, el gobierno de Estados Unidos ha lanzado una ofensiva para impedir que China logre intensificar su área de influencia en el Caribe. En ese sentido, Donald Trump ha promovido el programa de desarrollo “Crecimiento en las Américas” en el año 2020, con el fin de prometer canalizar la inversión del sector privado en proyectos de infraestructura en el sector de energía de América Latina y el Caribe.

Del mismo modo, Estados Unidos se ha encargado de difamar la reputación de China mencionando, sin pruebas contundentes, que dicha nación es un aliado peligroso porque se dedica al espionaje y sus préstamos son abusivos. El embajador estadounidense en Jamaica, Donald Tapia, describe a China como un “dragón de dos cabezas”.

Sin embargo, el embajador de China en Kingston, Jamaica, respondió a estos comentarios diciendo que la razón de su relación con el Caribe estaba basada en "el respeto e igualdad”, agregando que Estados Unidos atacaba a China a la menor provocación y que las guerras siempre las comenzaba dicho país. Incluso, Semple puntualiza que China otorgó a Jamaica "préstamos y asesoría para construir kilómetros de nuevas carreteras".

En conclusión, el conflicto entre Estados Unidos y China ha llegado a tal grado que hasta América Latina y el Caribe se han visto involucrados en esta situación. Ambos países podrían traer beneficios para el Caribe y América Latina en distintos aspectos, pero como se trata de un enfrentamiento constante, esta región está viéndose obligada a apoyar a uno por encima del otro, menciona Pepe Zhang, asociado del Centro para América Latina Adrienne Arsht del Consejo Atlántico.

El embajador estadounidense en Jamaica, Donald Tapia, también advirtió en una publicación de Twitter que Huawei tiene un historial de espionaje, robo y apoyo a regímenes autoritarios, en el contexto de la instalación de las redes móviles de quinta generación hechas por Huawei y ZTE, dos empresas chinas.