Las agencias rusas de inteligencia o ¿quién mantiene a Vladimir Putin en el poder?
Bushuev, Mikhail [2020], "Las agencias rusas de inteligencia o ¿quién mantiene a Vladimir Putin en el poder?", Deutsche Welle, Bonn, 29 de diciembre, https://p.dw.com/p/3nKwa
Mikhail Bushuev es un periodista ruso que estudió en la Universidad Federal del Sur, en Rostov. Actualmente trabaja en Deutsche Welle.
El 20 de agosto de 2020, el principal opositor del régimen de Vladimir Putin, Alexei Navalny, fue envenenado en la ciudad de Tomsk en Rusia, para después ser trasladado de emergencia a un hospital de Berlín. De acuerdo con las investigaciones conjuntas de las plataformas de investigación Bellingcat, The Insider y otros medios de comunicación, el envenenamiento se adjudica al Servicio Secreto ruso.
A partir de los acontecimientos del 20 de agosto, el servicio de inteligencia nacional de Rusia, FSB (Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa) ha sido calificado como criminal y poco profesional; esto se debe a que el fallido atentado contra Navalny es un fracaso de la agencia rusa más poderosa en su propio suelo, operación que además dejo rastros claros de los culpables del intento de homicidio.
Lo anterior, ha puesto es cuestión las relaciones del Kremlin con la FSB; sin embargo, el experto en inteligencia británico Mark Galeotti, no prevé que el régimen tome medidas en contra de la agencia, ya que la FSB es fundamental para que el gobierno de Putin permanezca en el poder.
El papel de la FSB como aliado de Putin, es una muestra de la importancia que tienen los servicios de inteligencia para el Kremlin, ya que gracias a ellos Rusia ha sido capaz de realizar operaciones internacionales que tuvieron como objetivo proteger los intereses rusos. Ejemplo de lo anterior fue el ciberataque “Sunburst” a cargo de la SWR (Servicio de Inteligencia Extranjera) y, el envenenamiento de Serguei y Yulia Skriba a cargo de GRU (Departamento Central de Inteligencia).
A pesar de la utilidad que tienen las agencias rusas en el extranjero, el actuar de éstas en suelo nacional ha resultado más efectivo; por ello, la FSB se posiciona como el servicio más valioso para el Kremlin. Conocida como la “policía política” de Rusia, el objetivo de la FSB es proteger la “estabilidad política” del régimen de Putin y para lograrlo, la represión selectiva en casa y la intimidación a la población políticamente activa, son prácticas comunes y eficientes de esta agencia.
Desde los escándalos que han rodeado a los servicios de inteligencia rusos, se ha dado una tendencia a subestimarlos; no obstante, el Ministerio de Defensa Ruso y el FSB cuentan con el personal más calificado que han tenido. Lo previo, se debe a que existe una gran cantidad de población joven, profesional en las tecnologías de información, que tienen que decidir entre hacer el servicio militar o incorporarse al ciberejército ruso.
Finalmente, Moscú no ve los escándalos de sus agencias como un problema, sino que el gobierno se está beneficiando de ellos. Esto se explica ya que el Kremlin ha ganado una reputación como uno de los regímenes más duros, por lo que no tienen trabas en imponer su política y, utilizan su mala fama como una forma de disuasión.
El artículo presenta un caso que demuestra la forma en que la guerra se ha transformado. Lo anterior, es debido a que la utilización de agencias especiales para la protección y la búsqueda de intereses nacionales, es una forma de guerra que deja de lado los conflictos armados a gran escala y, que utiliza el anonimato para la persecución de los objetivos nacionales en una constante disputa por la hegemonía. Asimismo, el caso particular del envenenamiento a Navalny, es una prueba de la forma en que los sujetos de la guerra también han sido parte de la transformación. Esto, es porque actualmente los enemigos no se limitan a los Estados, sino que la población civil, en especial aquella que no concuerda con los regímenes, se ha convertido en un nuevo adversario, convirtiendo a los nuevos conflictos en guerras de todos contra todos.