La economía mexicana en su laberinto neoliberal

Cita: 

Calva, José Luis [2019], "La economía mexicana en su laberinto neoliberal", El Trimestre Económico, LXXXVI (343): 579-622, julio-septiembre, https://doi.org/10.20430/ete.v86i343.921

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
Viernes, Julio 5, 2019
Tema: 
Un balance sobre los resultados de seis sexenios de neoliberalismo en México
Idea principal: 

José Luis Calva es investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.


El autor presenta un análisis económico del resultado de seis sexenios de políticas neoliberales en México, comparándolo con los resultados obtenidos décadas anteriores con la estrategia de crecimiento económico liderado por el Estado. Asimismo, realiza una comparación con el modelo adoptado por China y apunta las diferencias en el desempeño entre uno y otro país. Finaliza con un breve análisis de los orígenes del neoliberalismo en México y de su consolidación en la década de 1980.

Introducción

Durante 50 años, desde la década de 1930 hasta principios de la década de 1980 México tuvo una estrategia de crecimiento económico liderada por el Estado. Esta estrategia –heredada del contrato social de 1917– “exigía una amplia intervención del Estado para regular el comercio exterior, la inversión extranjera y el sistema financiero, y promover activamente el desarrollo del aparato productivo”. Esto a través principalmente de políticas de fomento económico general como la construcción de infraestructura, la creación una red de bancos nacionales de desarrollo y la formación de un sector energético nacional con empresas públicas como Pemex y CFE. Asimismo, se implementaron políticas de fomento sectorial para el desarrollo de ramas productivas prioritarias como la manufactura, las industrias estratégicas y fomento al sector agropecuario.

Además, se implementaron políticas de regulación de la inversión extrajera directa, con la intención de subordinarla a los interés nacionales de industrialización, y durante ese periodo las políticas macroeconómicas –monetaria, fiscal y cambiaria– fureon activas y se caracterizaron por un manejo prudente.

Este conjunto de políticas económicas llevó al país a tener una tasa media de crecimiento anual de 6.1% durante el periodo de 1932 a 1982. Sin embargo, en 1983, en el sexenio de Miguel de la Madrid, comenzó la implementación de la estrategia económica neoliberal, apegada al Consenso de Washington.

Este decálogo, recomendado por los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, proponía de manera general “la liberalización del comercio exterior, del sistema financiero y de la inversión extranjera; orientación de la economía hacia los mercados externos; privatización de las empresas públicas; desregulación de las actividades económicas; estricta disciplina fiscal y erradicación de los desequilibrios fiscales previos a través de la reducción de inversión y gastos públicos”.

Así y en contraste con la estrategia de desarrollo liderada por el Estado, la estrategia neoliberal comenzó a transferir a los agentes privados y al mercado las funciones económicas que anteriormente habían sido responsabilidad del Estado, pues se consideraba que de esta manera la asignación de recursos sería más eficiente y la tasa de crecimiento del producto –criterio con el cual sería medida la eficacia del modelo neoliberal– sería más elevada.

I. El crecimiento económico bajo la estrategia neoliberal

Los gobiernos neoliberales de México destacaron como discípulos ejemplares de la aplicación del decálogo del Consenso de Washington. En el sexenio de De la Madrid se inició una "apertura comercial unilateral y abrupta", con la cual se esperaba que los recursos productivos se dirigieran hacia las actividades en las cuales la economía mexicana tenía ventajas comparativas (actividades intensivas en mano de obra). Paralelamente, se desmantelaron los instrumentos de fomento económico general y sectorial, la economía se orientó hacia el exterior, se privatizaron las empresas públicas, se desregularon las actividades económicas y se reformó la constitución para otorgar autonomía al Banco de México.

A pesar de que, según Calva, los resultados de la estrategia neoliberal han sido "espectaculares" en cuanto a la exportación de mercancías –especialmente, en las exportaciones manufactureras–, esto no se reflejó en un mayor crecimiento del PIB. De hecho, el PIB sólo creció a una tasa de 2.3% anual, comparada con el 6.1% del periodo de 1935 a 1982. Esto se debe principalmente a que la industria exportadora se convirtió en una economía de enclave, desvinculada del resto de la economía nacional. Durante la estrategia neoliberal no se generaron encadenamientos productivos entre la industria de exportación y el mercado interno. El componente importado de las exportaciones se elevó a lo largo del periodo, lo que trajo como consecuencia una "maquilización" de la industria manufacturera de exportación. De esta manera se rompieron eslabones de cadenas productivas completas y las exportaciones manufactureras redujeron su influencia sobre la economía nacional.

A esto se añade que las actividades que producen para el mercado interno se enfrentaron a la competencia de mercancías importadas producidas en mejores condiciones tecnológicas como resultado de la abrupta apertura comercial. Calva considera que un agravante en ese sentido es la "casi crónica sobrevaluación del tipo de cambio".

El ritmo de crecimiento de la productividad del trabajo fue muy bajo como consecuencia del lento crecimiento de la inversión fija bruta, que dificultó el cambio tecnológico. Por otra parte, hubo un gran torrente de inversión extranjera directa; en lugar de generar una relación de complementariedad con el capital nacional, el capital extranjero lo desplazó, adquiriendo preponderantemente activos nacionales ya existentes y solo en menor proporción fundando nuevas empresas. Todo esto contribuye a explicar la baja tasa de crecimiento económico durante la estrategia neoliberal.

De esta manera el autor menciona que el "decepcionante desempeño de la economía mexicana bajo la ortodoxia neoliberal" se explica porque el modelo teórico simplificado en que se basa el "fundamentalismo de mercado" no se ajusta a la complejidad de la realidad económica de México ni a lo que sucede en el comercio internacional. Por esta razón, la prosperidad que ofrecían los tecnócratas neoliberales nunca llegó, ni si quiera durante la consolidación de las reformas neoliberales.

II. Efectos del neoliberalismo en la distribución del ingreso, el empleo y el bienestar social

Dado que el crecimiento económico fue muy lento, el segundo criterio para evaluar el éxito de las políticas neoliberales era el de la distribución del ingreso. Al examinar este aspecto, el autor concluye que hubo un grave deterioro en el bienestar de la mayoría de las familias mexicanas.

De hecho, se observó una severa degradación en la distribución funcional del ingreso, pues bajo la estrategia neoliberal la participación de los salarios en el ingreso nacional disponible (IND) descendió hasta 34.2% en el periodo de 1983 a 1989 y hasta 31.3% del IND en el periodo de 2010 a 2017; esto contrasta con lo sucedido durante el modelo económico liderado por el estado, cuando la participación de los salarios en el IND alcanzó su valor más alto: 41.6% en el periodo de 1970 a 1982. Esto se debió a dos factores.

En primer lugar, con el reducido crecimiento del PIB durante la estrategia neoliberal la generación de puestos de trabajo bien remunerados fue insuficiente frente al crecimiento de la población en edad de trabajar: según Calva, en el periodo 1983-2017, 28.3 millones de mexicanos no encontraron empleos remunerados. Este exceso de demanda de trabajo presionó los salarios a la baja. Aunado a esto, para 2018, 56.6% de la población económicamente activa –lo que representa 32 millones de mexicanos– se encontraban en el empleo informal. La precarización laboral y la desesperanza del desempleo encubierto han ocurrido a pesar de la válvula de escape de la emigración de trabajadores mexicanos al extranjero: de acuerdo con el Consejo Nacional de Población, durante el periodo de 1983 a 2018 el saldo migratorio de nuestro país fue negativo en 10 millones 940 mil personas, aproximadamente 304 mil por año.

En segundo lugar, se implementó una "política salarial pauperizadora", que utilizó los bajos incrementos salariales como factor de competitividad internacional y como ancla antiinflacionaria. Así en el periodo que va de 1983 a 2016, los salarios mínimos generales perdieron 69.8% de su poder de compra.

Durante la estrategia liderada por el estado la proporción de mexicanos que vivían debajo de la línea de pobreza disminuyó de 77.5% en 1963 hasta 48.5% en 1981. Sin embargo, durante el neoliberalismo el porcentaje de mexicanos en pobreza de ingresos pasó de 48.5% de la población en 1981 a 76% en 2014; en términos absolutos, el incremento fue de casi 60 millones de personas en situación de pobreza: en 1981, había 33.8 millones de pobres, mientras que en 2014 había 91 millones de personas en pobreza de ingresos. En contraste con estos datos, fue durante los años 90 que por primera vez que dos mexicanos aparecieron en la lista de billonarios de Forbes.

III. La trampa de la estrategia neoliberal en México y la estrategia heterodoxa de desarrollo de China

A pesar de que tanto China como México iniciaron casi al mismo tiempo la orientación de sus economías hacia el exterior, lo hicieron a partir de estrategias distintas, lo cual se ha visto reflejado en los resultados diametralmente opuestos que han alcanzado 30 años después. Por un lado, China comenzó su apertura al exterior con una estrategia liderada por el Estado, mientras que México siguió los dogmas del fundamentalismo de mercado y actuó de acuerdo con el decálogo neoliberal sin crítica alguna.

En términos generales el modelo chino consistió en abrir gradual y selectivamente su comercio exterior, no se privatizaron a toda costa sus empresas públicas, se elevó la eficiencia de sus empresas estratégicas otorgándoles autonomía financiera, tampoco se liberalizó abruptamente el sistema bancario, se promovió selectivamente la inversión extranjera directa hacia ramas específicas y en cuanto a las políticas macroeconómicas estas se orientaron al crecimiento económico sostenido (no a la estabilidad de precios, como en el caso de México). Calva subraya la importancia del tipo de cambio subvaluado de China como un elemento que ha contribuido a elevar la competitividad de sus productos en los mercados internacionales.

Así, el PIB de China se elevó (en dólares ajustados a paridad de poder adquisitivo de 2015) 1 912.9% durante el periodo de 1983 a 2018, a una tasa media anual de 8.7%. Este crecimiento económico también se vio reflejado en una elevación acelerada de bienestar social: los salarios medios reales se incrementaron 1 258.9% durante el periodo de 1983 a 2017. Asimismo, se ha observado una drástica disminución de la pobreza. En 1981, 99.3% de la población de tenía ingresos por persona al día menores de 3.2 dólares; en 2002, 57.70% de la población aún se encontraba en ese nivel de pobreza, y en 2015 sólo 6.96% de la población se situó en ese nivel.

Para el autor la diferencia fundamental entre lo hecho por China y lo que ocurrió en México, fue que el país asiático siguió una estrategia de desarrollo en la que determinó su propio ritmo de cambio, se aseguró que al crecer los beneficios se distribuyeran con equidad y rechazó los dogmas básicos del Consenso de Washington.

IV. Los orígenes del neoliberalismo en México y su ascenso al poder político

De acuerdo con el autor, desde la década de 1930 comenzó a formarse en México una escuela de pensamiento económico neoliberal, justo al mismo tiempo que se consolidaba la estrategia de desarrollo económico liderada por el Estado. “Las reformas cardenistas afectaron poderosos intereses de terratenientes, banqueros, inversionistas extranjeros y magnates del comercio, dando pie al surgimiento del proyecto oligárquico neoliberal alternativo al desarrollismo cardenista.”

Durante la década de 1940, Ludwig Von Mises, uno de los principales intelectuales del neoliberalismo internacional comenzó a asesorar a los neoliberales mexicanos y se creó el Instituto Tecnológico Mexicano (más tarde ITAM), una escuela que serviría para preparar a jóvenes políticos mexicanos con la ideología del libre mercado. Así el liberalismo económico comenzó a convertirse en la ideología dominante de las élites económicas del país, que décadas más tarde se convertirían también en parte de la élite estatal.

A partir de la crisis de deuda externa que estalló en 1982, ocasionada por fallos en el manejo de las políticas macroeconómicas en los dos sexenios anteriores, la tecnocracia neoliberal comenzó su ascenso en México. Aunque la crisis de deuda se pudo haber solucionado rectificando los errores de manejo macroeconómico y reconstruyendo la economía nacional recurriendo a una renegociación de la deuda externa, con el arribó al poder de Miguel de la Madrid se aprovecharon las circunstancias de la crisis de la deuda para “realizar un viraje de 180 grados, de la industrialización liderada por el Estado hacia una estrategia basada en los dogmas del fundamentalismo de mercado”.

De esta manera, para el autor, algunos de los protagonistas que se vieron beneficiados con la instauración de políticas neoliberales fueron las corporaciones transnacionales, que intensificaban su carrera por mover su industria a países subdesarrollados, buscando beneficios que ya no obtenían en sus lugares de origen como por ejemplo la reducción de los costos de producción a través del pago de salarios más bajos. Asimismo, otros protagonistas de la instauración del neoliberalismo fueron los bancos multinacionales y el sector financiero, quienes clamaban por la liberalización económica internacional. Un último protagonista fue la clase política, con ejemplos paradigmáticos como Ronald Reagan y Margaret Thatcher, quienes cooptados por las corporaciones y los megabancos transnacionales hicieron suyo el programa neoliberal. Así comenzó la era de la globalización neoliberal.

Finalmente, las políticas neoliberales se consolidaron después de la presión de los organismos internacionales, principalmente del Banco Mundial, quienes prácticamente obligaron a México a solicitar préstamos con el fin de renegociar la deuda externa. Los préstamos se otorgaron con la condición de que México emprendería las reformas estructurales que terminaron por entregar las empresas públicas a la privatización y el libre mercado. El resultado de la adopción del "dogma neoliberal" han sido "seis sexenios perdidos para el desarrollo".

Datos cruciales: 

El PIB real de México creció 6.1% anual en el periodo de 1935 a 1982, mientras que en el periodo de 1983 a 2018 sólo creció 2.3% anual.

El PIB per cápita real creció a un ritmo de 3.2% anual de 1935 a 1982 y de 0.7% anual de 1983 a 2018.

Durante le era del desarrollo estabilizador se llegó a que 74.1% de las importaciones estuvieran sujetas a licencias de importación. Durante los primeros años de la liberalización comercial ese porcentaje cayó a 22.1%.

Las exportaciones manufactureras pasaron de 0.9% del PIB en 1965 a 3.6% del producto en 1981, saltaron a 10.2% en 1993 y a 32.5% del PIB en 2018.

Héctor Vázquez Tercero encontró que el componente importado de las exportaciones manufactureras de la industria no maquiladora pasó de 15.3% en 1985, a 38.6% en 1990, a 41.1% en 1995 y a 47.2% en 1999

En el sector primario, las tasas medias de crecimiento anual de la productividad laboral fueron de 0.7% bajo la estrategia neoliberal (1983-2018) y de 2.6% bajo la estrategia de desarrollo económico liderado por el Estado (1935-1982). En el sector industrial las tasas medias de crecimiento anual de la productividad del trabajo fueron de 0.6% bajo la estrategia neoliberal (1983-2018), contra 3.1% anual bajo la estrategia de desarrollo liderado por el Estado (1935-1982). Sólo en el sector servicios, las tasas anuales de crecimiento de la productividad laboral han sido similares: 1.26% bajo el neoliberalismo y 1.21% bajo la estrategia económica previa.

El coeficiente de inversión fija bruta cayó a 18.6% del PIB en el sexenio 1984-1989, apenas subió a 19.5% del PIB en el sexenio 1995-2000, alcanzando su punto más alto de 22.2% del PIB en el sexenio 2007-2012, para descender a 22% del PIB durante el último sexenio 2013-2018.

La inversión pública federal se redujo de 10.4% del PIB en 1982 a 4.9% del PIB en 1988 y a 2.7% del PIB en 2018.

Bajo la estrategia neoliberal la participación de los salarios en el ingreso nacional disponible (IND) descendió hasta 34.2% en el periodo de 1983 a 1989 y hasta 31.3% del IND en el periodo de 2010 a 2017. La participación máxima de los salarios respecto del IND en el modelo económico liderado por el estado llegó a 41.6% en el periodo de 1970 a 1982.

Los asalariados de México tuvieron una pérdida acumulada de 2 032 584 millones de dólares (31 334 309 millones de pesos) en su participación en la riqueza producida durante los 35 años que van de 1983 a 2017.

En el periodo 2005-2017, en el conjunto de la economía mexicana sólo se crearon 6.2 millones de puestos de trabajo remunerados, o sea 478 000 por año, pero durante ese periodo cada año se requerían poco menos de 1.4 millones de nuevos empleos remunerados para los jóvenes.

Durante el periodo entre 1983 y 2016 los salarios mínimos generales perdieron 69.8% de su poder de compra.

Bajo la estrategia neoliberal, el número de mexicanos en pobreza de ingresos aumentó en más de 50 millones, al pasar de 48.5% de la población en 1981 a 76% de la población en 2014. O 33.9 millones de mexicanos pobres en 1981 y 91 millones en 2014.

En 1982 la economía mexicana era más grande que la China: el PIB de México ascendía a 1 084 333 millones de dólares estadunidenses, mientras que el PIB de China ascendía a 872 265 mdd. 36 años después, el PIB de China alcanzó 24 008 728 mdd ppp de 2015, mientras que el PIB de México apenas ascendió a 2 442 491 mdd ppp de 2015.

El PIB de China (en dólares ppp de 2015) creció 1 912.9% durante el periodo de 1983 a 2018, a una tasa media de 8.7% anual.

En China los salarios medios reales se incrementaron 1 258.9% durante el periodo de 1983 a 2017.

Trabajo de Fuentes: 

Vázquez Tercero, H. [2000], "Medición flujo neto de divisas en la balanza comercial de México", Revista Comercio Exterior, octubre, 890-894.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Para el capitalismo una de las formas de medir el “progreso” es a través del crecimiento económico, esta también fue la medida utilizada para medir el éxito del neoliberalismo en México, que se suponía iba a entregar grandes resultados en ese rubro. Sin embargo, como argumenta el autor, aun en su propia medida, el neoliberalismo no fue benéfico para el país, y en cambio dejó a una población pauperizada y a un Estado débil sin infraestructura necesaria para la reproducción social. Asimismo, se hacen notar las diferencias que existen al abrir la economía sin ninguna consideración, a diferencia de abrirlo en sectores y ramas específicas que ayuden a la economía nacional, tal y como ocurrió en el caso de China. Hoy ambos resultados están dados: China es la primer economía mundial, mientras que México es la onceava, será importante considerar estos aspectos en el futuro inmediato, y analizar la estrategia de crecimiento económico utilizada en el actual sexenio (2018-2024).